Huye Conmigo

Reposo

   Es curioso estar en cama cuando comienza el calor, me mantengo con pijama ligero y veo películas durante las tardes. Ya no me quedan libros sin leer si que releo antiguos favoritos, Marc pasa a verme cuando llega y mis padres llaman solo para saber como me siento. Se que debería sentirme bien por tanta atención pero no me gusta incomodar al resto, es por ello que trato de molestar lo menos posible.
   Nick me ha llamado pocas veces y aun no sabe que me encuentro en cama, no necesita saberlo si con eso solo se preocupará. Aunque la verdad es que no quiero que sepa, me siento algo abandonada y creo que este tiempo me ayudara bastante, al menos, para aclararme y pensar en algunos asuntos.
   En unos días sera la ceremonia de termino de año y la fiesta posterior, aun no compro el vestido y mamá esta obsesionada con acompañarme. Llega del trabajo y decide que debemos preparar todo, me lleva al centro comercial y, luego de varias horas por fin nos vamos a casa con todo listo. Vuelvo agotada a casa,como y me voy a la habitación, duermo a mi antojo y cuando despierto me encuentro otra vez sola en casa.
   Derek me llama por teléfono y decide que me acompañara durante la  tarde, me visto con ropa cómoda y lo espero. Cuando llega almorzamos y vemos películas, me sorprendo cuando veo entrar a mi madre.
-¿Como te sientes hija?- Dice- ¿Quien es este joven?
- Es Derek, un amigo.
   Mi madre lo saluda y le hace algunas preguntas. Sonrío, él es muy educado, apuesto que le agrada a los padres. Pienso en Nick y en los escandalizada que estaría mi madre si supiera el secreto que escondemos, la verdad es que no puedo imaginar un futuro en el que mi madre tome nuestra relación a bien, me canso de pensarlo y me siento agotada, quiero con todas mis fuerzas que funcione, sin embargo, tampoco me siento dispuesta a buscarlo siempre. Nick volverá dentro de unos días y me ha dicho que quiere que nos encontremos en su departamento, quiero ir pero también quiero negarme, me siento tranquila en casa sin nada que ocultar, mientras que con él todo es confidencial, ni siquiera nos hemos tomado  fotografías  y aunque suene tonto, eso me hace pensar.

   Derek me mira largo rato mientras presumo que decide si decir algo o no, susurra que quiere hablar en privado y lo llevo a mi habitación. Se sienta conmigo en la cama y suspira, miro mis uñas azuladas y me encojo de hombros, entonces comienza:

- Has estado extraña, más allá de tu malestar- Dice mientras me mira con firmeza.

- ¿Tu crees? -Respondo con toda la inocencia que puedo.

- Si, me preocupa la forma en la que no hablas de las cosas, siempre soy yo el que habla de todo, pero tu no, ¿Pasa algo? Digo, algo que es confidencial y no puedas decirme.

- Es que me gusta un chico pero este chico pues...

- ¿Te hizo algo?

- No, es solo que creo que no está para nada interesado en mí, digo, ni siquiera le he dicho que me encuentro enferma, no creo que le interese. El no parece muy dispuesto a saberlo, siempre está ocupado.

- Bueno, ahí hay varias cosas. En primer lugar, no es su culpa estar ocupado y creo que tu lo sabes. Y en segundo lugar, si tú no le dices él no va a enterarse, no puedes esperar que él esté siempre encima de tí, aunque quieras que así sea.

   Lo cierto es que me remeció esta cuota de sabiduría que Derek estaba derramando en mí, se siente como cuando te quitas una venda, como subir de nivel en algún videojuego y entonces, me sentí infinitamente tonta y consentida. Él me miró largamente y entre suspiros asumí que tenía que decir algo y no tratar de defenderme.

-Si, él es un poco mayor que yo y bueno, tiene mucho más que hacer.

- Espera, ¿Qué tan mayor es?

   Mierda, acabo de delatarme, alto, aún puedo salvarme.

- No mucho, casi tres años.

   Algo pareció no convencerlo, sin embargo, se encogió de hombros y dijo algo que me marcó.

- Bueno, tarde o temprano tendrás que decir la verdad, sino ésta te comerá viva y ya no sabrás qué hacer, doña mentirosa.

- Prometo que algún día te lo diré todo, lo prometo.

  Luego de unos minutos resolvió irse y dejarme pensando largas horas. Entonces decidí que debía llamar a Nick. Un pitido, otro y otro... hasta que respondió.

-¿Pequeña? Disculpa estoy un poco ocupado.

-Lo sé, solo hay algo importante que tengo que decirte.

- Dime.

- Estoy algo enferma, bueno, si quieres más detalles siempre puedes preguntarle a Marc, pero tengo anemia y bueno, llevo unos días en reposo.

-  Eso no suena nada bien, ¿cómo te has sentido?

- Pues tal como suena, nada bien. Pero no te preocupes, solo quería que lo supieras, si estás muy ocupado podemos hablarlo luego.

- Eh, sí claro. Te llamo más tarde.

   Está demás decir que ese más tarde nunca llegó, pasaron los días y nunca llamó. No estoy segura de si se habrá olvidado o simplemente no podía, no estoy segura. Quizás tampoco quiero saberlo. Ahora mismo, me encojo de hombros mientras pienso en qué haré con él, la verdad es que tampoco quiero pensarlo mucho.