17: Decisión

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Tami

Releo por cuarta vez la nota, dedico hablar a las chicas. No sé qué hacer, decido hablar a las chicas. Seguro con ellas encontraré la respuesta indicada.

A la media hora llegan Marce y Pilar, abro la puerta y rápidamente les cuento la situación. El baile es en menos de 12 horas y de esto depende si Azul decide ir o no.

—¿Qué pasa, Tami? —cuestiona Marce preocupada al entrar a mi casa.

—¿Tiene que ver con Azul? —pregunta Pili.

—Sí. Pablo le ha mandado una nota... quiere verme —las dos me miran sorprendidas. Supongo que piensan lo mismo que yo. Si Pablo se entera que Azul soy yo, esto se acaba.

—No puedo dejar que sepa quién soy. Además, está Lucas... —digo desesperada

Calma. Hay que pensar cautelosamente —propone Pili tratando de tranquilizarnos— ¿Hay alguna condición respecto a verse?

—Sí, que no le importa si hablo o no. Simplemente quiere saber de mí.

—Mmm... yo pienso que debes ir, él necesita saber qué tan real es Azul. Además, supone que te irás, puesto que ya es la universidad —concluye Marce.

—Pero...

—No sospecha de ti, de ser así, te hubiese contado de ella. Es una gran oportunidad —Pili sonríe

—Ya verás que no va a suceder nada. Bueno... Tami estará enferma esa noche...

—Marce... con eso levantaríamos sospechas...

—Pero no podemos hacer mucho... Además, haremos creer a Pablo que estás con Lucas... Tomando en cuenta que él no irá.

—¿No? —pregunta Pili.

—Cree que es ridículo este tipo de eventos.

—Ya está. Tenemos la coartada perfecta. Le haremos creer a Pablito que tú estás con Lucas...

—¿Y Lucas? —digo preocupada...

—De ese ni te preocupes, ya le inventaremos algo —responde Pili

—¿Qué dices? —dice Marce mirándome suplicante a los ojos.

—Vale iré...

Pablo

—¡Enhorabuena Pablete! —me felicitan mis padres.

—¿Qué vas a hacer ahora? —pregunta ansioso mi hermano.

—Pues... estudiaré publicidad y al mismo tiempo cumpliré mi sueño.

—Eso me parece estupendo —dice mi padre, aprobando cada movimiento que planeo hacer— pero no te veo como publicista —reímos.

—Yo diría que se enfoque en sus sueños un poco más que en lo que va a estudiar —dice mi madre— confío en que él triunfará.

Todos miran extrañados a mi mamá, quizás porque tiene demasiado fe en esto, al igual que yo. Pero luego me miran con amor. Mi familia cree en mí, pero está claro que las dudas sobre si realmente podrán hacerse realidad mis sueños, están presentes. Pero siempre puedo contar con su cariño.

Es muy temprano y me quedo en mi habitación tocando un rato la guitarra, estoy nervioso. Le entregué la nota a Azul y tengo miedo de que lo rechace. Ha llegado a mi corazón con unas simples notas y no sé pero me siento tan bien cuando llega una de sus notas.

Necesito verla, decirle lo mucho que me ha ayudado, a pesar de no saber quién es. Me muero por tomarle de la mano y caminar. Me encantaría escuchar su voz, pero con tal de verla, sacrifico mis ganas.

Después de una hora, tocan la puerta. Es Lolo.

—Pensé que estarías en Sevilla —digo sorprendido

—Primero quiero despedirme de mi novia...

—O sea...

—Ir al baile con ella, además sólo pasaré un par de días. Luego regreso, hay que ensayar y además ayudarte a componer.

—Gracias por todo, macho.

—Que para eso somos amigos. Y tú... ¿Pensando en Tami?

—No, en otra chica. No sé cómo es ni su voz ni nada... Pero he quedado hipnotizado por ella.

—Eso es interesante... Nadie en estos tiempos conquista así y menos una chica. Se nota que esta coladita por ti.

—Le mandé una nota, diciéndole si podía venir conmigo al baile.

—¿Estas consciente de que probablemente no irá por miedo?

Agacho la mirada... Lo estoy. Le he dado mis condiciones que, por supuesto, cumpliré. Pero, en el caso de que acepte, no sé si podría controlar mis ganas de besarla. Me gusta Azul y, sin embargo, no tengo ni la más remota idea de quien sea ella.

—Lo sé. Pero no se pierde nada por intentarlo —sonríe.

—Ante todo, ser positivos ¿No?

—Pues sí. Trae tu guitarra y practicamos un poco. - pasé gran parte de la tarde componiendo las canciones que ya tenía en un momento compuestas en papel pero faltaban los acordes. Lolo me ha ayudado muchísimo en esto y decide que ha es hora de que empiece a hacerlo por mi cuenta.

Mamá me pide que vaya a buscar unas cosas y al salir de casa, miro hacia nuestro sitio. Deseo que vaya, pero quizás el miedo pueda más que sus ganas de tenerme cerca. Noto que hay una notita por allí. La tomo y sonrío. Me ha dado la mejor noticia

¡Hey Moreno!

Me has convencido, iré.

Pero espero que cumplas tu palabra, tengo miedo de que te des cuenta de quién soy. Pero me arriesgaré por ti.

Te quiero.

Azul.

No puedo esperar a que sea el baile. Ojalá Tami fuera con nosotros, pero estoy seguro de que estará con el estúpido de Lucas.

Tengo tantas ganas de verla.

Tami

—¡Ya está! —dice Marce aprobando el arreglo.

—Te ves preciosa e irreconocible —halaga Pili. Hemos ido a la peluquería de la prima de Pili. Es experta en cambios de imagen, este sólo dura una noche, pero soy igual pero diferente a Tami, me siento irreal.

—¿En serio no me parezco a mí?

—Para nada. Estás encantadora y te queda muy bien.

—El cabello rubio te hace distinta.

—Lo bueno es que puedo quitarme ese tinte —reímos.

—Te queda bien, deberías pensar en ponerte ese tinte permanentemente.

—Algún día pero, por ahora, lo necesito para una noche.

—¿Vestido? ¿Accesorios?

—En casa.

—Pues nos vamos, que se está haciendo tarde y Pablo no puede verte.

Empiezan a pasar las horas rápidamente. En cuanto me termino de arreglar, las chicas me miran sorprendidas...

—Azul —dice Marce, guiñándome el ojo— vas a conquistar a Pablete.

—Definitivamente.

—Eso está por verse —digo tímida. Me pongo mi máscara y salimos por la puerta trasera. Tomamos la calle siempre y noto que en el sitio donde dejo mis notas hay una flor y una nota.

No sabes las ganas que tengo de verte.

¡Hey, Moreno!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora