46: Amándote a lo lejos

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Escúchame, si estas ahí, quiero que sepas
Que no te olvido
Que no hay distancia que nos detengan
Que a veces caigo en el recuerdo
De tus manos con mis manos
Y me hacen sonreír
Así me siento mas feliz dentro de esta tristeza

Dos semanas después de que Pablo se fue a Madrid.

Tami

No dejo de pensar en las últimas palabras que dijo antes de irse... ¿Volver por mí? No puedo hacerme ilusiones, aunque me haya dicho aquello, quiero evitar que trate de romperme nuevamente el corazón.

Pero esa noche... me demostró que me ama. No sé por qué me dejé llevar por mis pensamientos celosos, que creían que hacía el amor con Azul y no conmigo. Me lo demostró en toda la noche e incluso antes de pelearnos. 

Tan insegura estoy siendo que lo alejé de mí

Estoy sentada en una de las bancas de la universidad. Pensando en la forma de poder deshacerse de mi pasado, no quiero que Azul se interponga más entre nosotros. Tengo tanto miedo de que se aleje de mí cuando sepa de que Azul y yo somos la misma, porque creo que es justo que sea honesta con él, debo decirle la verdad. 

Noto una sombra cerca de mí. Es una mujer. 

—Deja de darle vueltas a la cabeza. Si es conveniente que lo hagas entonces empieza a plantear los escenarios —es Violeta—. No pudieron aguantarse a decirme la verdad las chicas. 

—Vio, por favor no te metas en esto, no sabes lo que esto me ha... 

—Quizás... pero sé lo que ha sufrido Pablo, entiendo su agonía. Y ninguno de los dos se merece esto, quiero que lo entiendas... es hora de que dejes atrás a Azul, porque Pablo ama a ti... y a ella le tiene cariño, pero te amará más si eres honesta con él. 

No me atrevo a decir algo más, ella tampoco lo hace y sólo nos quedamos mirándonos fijamente. Tiene razón, no nos merecemos esto, lo amo demasiado y no quiero que suframos más. Tengo que encontrar la forma de decirle todo en cuanto regrese a Málaga. 

Quiero hablarle, necesito escuchar su voz. Le extraño tanto que duele. Tengo tantas ganas de mandarle una nota, o un correo electrónico. Pero no sé qué hacer.

De pronto llega un mensaje a mi móvil.

Amor...

Sé que no nos despedimos hace dos semanas y no entiendo porqué no hablamos. Por favor no estés molesta por lo de Azul, te juro que regresando a Málaga hablaremos de todo.

El corazón me late con demasiada fuerza. Quiero hablar con él, juro que quiero, pero en este momento me siento demasiado cobarde como para decirlo. Estoy demasiado mal, perdida.

Te extraño.

Se acaba de detener mi mundo con esas palabras.

Escúchame, si estás ahí, quiero que sepas
Que esta canción nace de ti por ser la dueña
La dueña de mi inspiración
La que despierta en mi la voz
Dando sentido a todo lo que no lo tiene
Me paro en este renglón para decirte que te quiero.

Madrid

Pablo

No recibo respuesta ajena. Estoy en el estudio. Hemos empezado a grabar el disco y ya tenemos todas las canciones que se van a presentar. Los ejecutivos están muy confiados en el proyecto y piensan que hay muchas posibilidades de que pronto salga a la luz. Pero esto ya es un sueño cumplido para mí.

—Deja de mirar tanto ese móvil Pablete, tenemos trabajo —me regaña Porty.

—Déjalo, está descansando —comenta Antonio.

He conocido a un unos chicos más que me ayudaran en la grabación. Se llaman Antonio, David y Jorge. Además de otros músicos, pero ellos son con los que mantendré más contacto.

—De todas formas ya íbamos a reanudar ¿No? 

Tengo la mente cansada de tanto pensar, mi cuerpo está ansioso de volver a estar con ella. Pero también procesando sobre que fui el primero en su vida. Se entregó en cuerpo y alma en todo momento, desde el primer momento en que recibí sus notas, la primera vez que nuestros cuerpos se fundieron. Me siento tan idiota... aunque me siento feliz de saberlo, me muero por volver a verla, por decirle que no me importa lo que haya pasado en el pasado. Sólo la amo a ella. 

Hoy es el día de cantar con una persona muy especial para mí, de las primeras que creyó en mí: Diana Navarro. No se la he presentado a Tami y lo haré cuando vuelva a Málaga. Cuando le enseñé la canción que va a cantar en el disco y que está dedicada a una persona, me dijo que es lo más romántico que un hombre puede hacer. 

[...] 

—No ganas nada con que mires tanto ese móvil —comenta Lolo mientras llegamos al departamento. 

Después de varias horas, terminamos el día de trabajo por hoy. El dueto con Diana ha sido fenomenal, a pesar de que hubo ocasiones en lo que he estado desconcentrado. Ella no le importó eso, pero que me mantenga calmado y que esas sensaciones plasmarlas en la música, es el mejor remedio para enfrentarme a ello.

—Lo sé... pero es la única forma de sentirla cerca. Dije que no iría a Málaga hasta terminar el mes y medio, pero se me está complicando. No dejo de pensar en ella a cada instante, me muero por besarla, abrazarla y decirle que a pesar de Azul, yo la amo. 

—Te entiendo... pero dijimos que ibas a esperar a que ella venza sus miedos. Que cuando tenga el valor de decirte todo entonces allí podrás confesarle todo. 

—Pero... —de repente, el móvil suena. Es un mensaje, es ella. 

Yo también te extraño... demasiado. 

Lamento no haber ido a despedirte, sé que no ha sido mi mejor comportamiento y que lo de Azul me tiene demasiado liada. Pero te amo, no quiero que dudes de eso jamás. Quisiera que estuvieras aquí para que me abraces y beses. Sé que cumples tu sueño y me siento muy feliz por ello. Pero quiero que sepas que no dejas de estar en mi mente. 

Pronto nos veremos amor... 

—Así que... es ella. 

—Sí. 

—Creo que ya se está dando cuenta de que no puede sostener esto por más tiempo. 

—Lo sé. Estoy seguro de que este tiempo a la distancia le hará bien, porque cuando vuelva, podremos decirnos las cosas a la cara y demostrarle que muy por encima de lo que hemos vivido, está ella. 

—Por cierto, esa canción que le escribiste es muy bella. Va a adorarla. 

—Sólo quiero que deje su miedo atrás, que me ame plenamente. 

La necesito a ella. 

Acuérdate de mi, necesito tanto verte

¡Hey, Moreno!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora