Extra 3: Tanto

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Madrid, 2013

Pablo

—¡Hemos terminado! —puntualiza Manuel, el productor. No estoy muy de acuerdo en algunos arreglos que hicimos pero tampoco tengo la suficiente valentía ni opinión o libertad creativa para decir lo que está bien o no— muchas gracias por todo Pablo, luego veremos la etapa de postproducción, tómate un descanso mientras. 

Y vaya que lo debo hacer 

Hace unas semanas o días —porque hasta el sentido del tiempo perdí— una revista publicó una nota sobre un romance que "tengo" con Marta Duarte. Y admito que he salido con ella, pero en plan de amigos, aunque una cosa llevó a la otra y ella, creyendo que entre nosotros podía haber más, me besó. 

La revista se enteró, tomó fotos y ahora estoy en problemas. 

La chica se disculpó pero el daño ya estaba hecho, porque Tami no quiere hablar conmigo. Le he enviado mensajes, he tratado de llamarla, pero no me contesta y me ha bloqueado de todas sus redes. Siento que voy a enloquecer.

Agradezco a Manuel por su comprensión y decido prepararme para ir de inmediato a Málaga, debo aclarar toda esta situación y espero en Dios que me perdone. 

—La has cagado macho —comenta Porty.

—No me digas... —ironizo.

—No seas grosero, Pablo.

—Es que no puedo creer que este desconfiando de mí, le dije que podíamos hacer pública nuestra relación pero no quiso. Me enoja porque sé que hay hombres detrás de ella y no estoy cerca para decirles que ella es mía.

—Deja los celos, Pablete —responde Lolo.

—Tú porque la relación con Marce va a flote.

—Envidioso...

—Lolo —mascullo entre dientes— necesito arreglar esto, no quiero que piense mal las cosas, lo que "pasó" entre Marta y yo sólo fue un beso, nada más y eso porque creyó que entre nosotros podía haber algo más.

—Claro y por eso apareciste besándote con ella en el ¡Hola! y que Tami se enoje contigo. 

—La amo ¡Joder! No puedo vivir sin ella, me cuesta estar lejos y encima me molesta que crea esas cosas sin antes hablar conmigo. No desconfío de ella, a pesar de que sé que hay muchos hombres detrás de ella, pero sé que me ama y que no sería capaz de traicionarme. 

—Entonces, ve preparando la forma de que ella quiera hablar contigo. Mi novia me ha dicho que está tan molesta que no quiere saber casi nada de los Moreno, sólo para no gritarles en cara que eres un gilipollas. 

—¡Pero si es que no lo soy! 

—¡Pues haz algo para que hablen y se reconcilien! —sin ganas de escuchar los regaños de Lolo, decido irme a  mi departamento. Quizás debería recibirla en mi casa y encerrarla conmigo en el estudio y que no salgamos hasta que me escuche. Pensé que podría ser en su casa... pero me sentiría un poco incómodo de que mis suegros escuchen toda la conversación. Y después, en caso dado, de que pueda pasar algo más.

Miro a través del ventanal de mi departamento. Quiero que entienda que no tengo ojos para nadie más que para ella, pero también admito que he cometido un gran error dejar que la chica malinterpretara las cosas. No debí dejarla que me besara. Soy un reverendo idiota. 

[...] 

—¿Entonces lo que quieres es que use mi embarazo como propósito para tus fines de reconciliación? —mi hermana está embarazada por segunda vez, está en el último trimestre de embarazo y ahora decidieron saber el sexo del bebé, será una niña. 

¡Hey, Moreno!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora