20: Tuyo

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Pablo

No deseo hacerlo pero abro mis ojos, me giro para encontrarme sólo con su perfume.

Miro hacia el techo recordando cada momento que vivimos anoche. Sus besos, sus caricias, la forma que se estremecía su cuerpo en mis brazos. Suspiro recordando cada instante.

Fue mía y fui el primero, lo único que deseo es tenerla de nuevo en mis brazos y decirle lo mucho que la amo.

No quiero ni levantarme, no quiero que nada cambie con respecto a lo de anoche.

Miro a mi alrededor y veo una máscara ¡Es la suya!

Me pongo de pie y camino hacia el escritorio esta su máscara y una carta.

¡Hey Moreno!

Me cuesta alejarme de ti, después de la noche que pasamos juntos. Pero es necesario. Estuve contigo pero aún estoy con ese chico. Te juro que mi cuerpo es tuyo, no soy capaz de entregarme a otro hombre que no seas tú.

Pase lo que pase, no dudes de mi amor, porque ese sentimiento te pertenece. Haré lo que sea con tal de separarme de él. No sé cuándo te pueda volver a ver, quizás aún siga como Azul o quizás revele mi identidad pero siempre estaré al pendiente de ti.

Y no olvidaré ningún momento de la noche que vivimos. Ha sido la noche más hermosa de mi vida. Y te juro, que ningún chico va a hacerme sentir lo que tú me has dado. Nadie.

Te amo y espérame. Que tú no dejaras de estar en mis pensamientos.

Te amo y te amaré siempre.

Azul.

Al menos tengo algo de ella, su máscara. Hubiese dado lo que fuera por haberme despertado en el momento en el que se lo quitó. Dejo la carta y la máscara en la caja donde tengo guardadas sus notas y recojo los post- it que están pegados en la habitación. La máscara huele a ella, a su perfume.

Me voy, a cuestas, a la ducha. Después me visto y miro a la cama, sonrío por la noche tan especial que vivimos Azul y yo. Quisiera contárselo a alguien, decirle lo feliz que estoy, pero nadie sabe de Azul... excepto mi hermana ¿Debería decirle?

Me siento en la orilla de la cama y acaricio las sábanas en las que, horas antes, ella estuvo envuelta. Tomo mi fiel amiga y toco a la nada, en eso... ¡Ya sé cómo expresarlo! Tomo mi libreta y escribo unas cuantas letras, recordando lo hermosa que era, los momentos que vivimos, lo especial que me hizo sentir, lo feliz que fui con ella.

—Pablo... ¿Puedo pasar? —anuncia Casi del otro lado de la puerta, interrumpiéndome.

—Sí, claro —abre la puerta y se sienta a un lado.

—Pensé que estarías aún tirado en la cama.

—Pues ya ves que no.

—Bueno ayer fue la fiesta y pensé que te habías divertido tanto que estarías muy agotado como para levantarte temprano —dice. Vaya que la pasé muy bien, sonrío ante el recuerdo del primer momento en el que nos besamos.

—Ahmm...

—¿Y por qué esa cara de felicidad?

—¿Qué? No tengo esa cara.

—Pues yo diría que si e incluso tienes la cara de estar estúpidamente enamorado... Pablo... ¿Qué pasó anoche?

—Nada.

—Pablo...

—Nada.

—Pablo Moreno...

—¡Conocí a Azul!

—¿Qué?

—Pero... no sé su identidad.

—Explícame que no lo entiendo.

Le digo todo lo que sucedió anoche excepto que pasamos la noche juntos. Ella me escucha atentamente y sonríe por momentos.

—Ya veo, pero tienes que investigar de quién se trata si estás muy enamorado de ella. No puedes vivir en una mentira —se levanta y por accidente arrastra las sábanas y... acabo de ver que dejó un collar.

—Pablo... ¿Qué significa eso?

—Casilda no me mates.

—¿Qué no te mate? ¡Trajiste a esta chica a la casa y se acostaron!

—No nos acostamos... hicimos el amor.

—¡Pero qué!

—Lo siento... no, perdón pero no me arrepiento de lo que pasó anoche y lo que viví con ella ha sido lo más hermoso de mi vida.

—Pues empieza a investigar de quién se trata porque...

—Cas... no le digas a nadie.

—Pero...

—Por favor.

—Lo prometo.

—Gracias hermanita.

—No sé por qué hago estas cosas.

—Porque me quieres.

—¿Eres feliz?

—Sí, esa noche fui feliz y quiero seguirlo siendo. Esperaré lo que sea necesario, lo que necesitaba saber era si me amaba realmente, si ella existía.

—¿Y si es un error?

—Pues habrá sido el error más dulce y apasionante de mi vida. Te juro que investigaré sobre ella y la encontraré.

—No creo que hagas mucho.

—Lo sé, pero al menos seguiré recibiendo sus notas.

—Eso sí. Te ayudaré a lavar esto. Por cierto, esa chica tiene buen gusto. El collar es precioso.

Recogemos todo y vamos a lavarlo.

Sólo tengo su máscara y su collar, recuerdos de una noche perfecta, la conocí, la vi y fui muy feliz. Necesito volverla a ver, necesito escuchar su voz, necesito hablar con ella. Sabía las consecuencias que iba a enfrentar pero las soportaré porque ayer me demostré que puedo amar a una persona aunque no sepa mucho de ella, no importa el tiempo que pase yo seguiré loco por ella.

Se ha llevado mi corazón pero, a cambio, recibí el suyo. Estoy enamorado de Azul y no es por su voz, ni por su cuerpo. Es por sus notas, por su apoyo, por lo mucho que me hizo bien a pesar de que todos estaban en contra mía. Fue la única que creyó en mí, por ella volví a nacer, a creer en mis sueños y a luchar por ellos.

Soy suyo.


¡Hey, Moreno!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora