31: Regresa

406 41 50
                                    

Tú, serás la historia más bonita la que nunca se te olvida.

Que tú, serás el cielo que jamás podre tocar.  

Lolo

He logrado que se quedara dormida, desde que me confesó que ella es Azul no hizo más que llorar y jurar que nunca más volvería a Málaga, pero eso no lo puedo permitir. No quiero que se hunda. Si tiene novio, entonces debe dejarlo ahora, antes de que sufra.

La llevo a su cama y la dejo tranquila, tomo su móvil y veo un par de contactos a los que tiene marcado con una estrella. Debo entender que son sus nuevos amigos ¿Será que ellos sepan su pasado?

Envio un mensaje a ambas personas diciendo que Tami se sintió mal y que soy un amigo de Málaga. Ambos responden que vendrán en 20 minutos. Pasado el tiempo, llegan y me miran.

—Así que eres un amigo de Málaga.

—Me llamo Manuel Álvarez —respondo.

—Soy Carlos Sanchéz y ella es Lucía López.

—Vale...

—Ahora explicanos lo que pasó.

—Antes de eso... ¿Saben todo el pasado de ella en Málaga? —ambos asienten y procedo a contarles lo que pasó desde que llegué al departamento.

—Vaya... quisiera poder a hacer algo para que sea feliz —expresa Carlos.

—No me gusta verla así, con Javier no hay nada, osea las chispas, la.magia del amor. Nada existe.

—Entonces tengo una idea. Entre los tres vamos a hacer que recapacite y que actúe como Azul desde Sevilla, luego la convenceremos de regresar a Málaga ¿Les parece?

—Sí eso es lo que haremos —contesta Lucía.

—Todo sea por la felicidad de nuestra amiga.

—Entonces necesito una ayuda desde Málaga —después de varias semanas, decido llamarle... el corazón me late a mil cada que suena un timbre.  Al tercero contesta.

—Lolo...

—Hola Marce...

—Yo... lo siento...

—No quiero hablar de eso por el momento, tenemos que hablar de Azul.

—¿A qué te refieres?

—Marce, no nos hagamos los tontos. Ya sé que Tamara es Azul.

—Lolo...

—Ella me lo contó, está muy mal y creo que lo mejor es que Azul deba regresar y para eso necesito tu ayuda.

—Lolo... si ella ya no quiere saber nada de Azul entonces es mejor dejarlo así.

—¿Y que Pablo tenga el corazón roto hasta que quien sabe cuando? No Marcela, no permitiré que eso pase.

—Manuel...

—No... te amo pero esta vez no te haré caso. Espero que me ayudes, si no, le diré a Pili.

—Está bien Lolo —suspira— ¿De verdad aún me amas?

—Marce...

—Dímelo —miro a mi alrededor y los chicos al parecer entienden mi situación porque me sonríen y levantan la mano.

—¿Tú me extrañas?

—Demasiado... no sé cómo pude ser tan tonta de dejarte ir, Lolo yo te amo y créeme te necesito tanto. Por favor, cuando vuelvas... acepta salir conmigo otra vez.

¡Hey, Moreno!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora