Piscis

24

Cuando abrí los ojos pensé que había despertado en el más allá pero olía demasiado mal como para que fuera eso. Me dolía la cabeza, tenía la boca reseca y mis ropas estaban húmedas, con una que otra alga.

Lentamente me senté y terminé de vomitar el agua que me quedaba en alguna parte de mi pequeño cuerpo, tiré un montón de algas de mi cabello y me puse en pie ¿Dónde demonios estaba?

La fiesta había sido en la playa al sur de la ciudad y al parecer yo estaba en el otro extremo... ¿¡Qué rayos había pasado!?

Sin creermelo y tratando de pensar en que quizás fueron los delfines los que me sacaron del agua, caminé hacia la orilla y me senté en una roca. Extrañamente ya no le temía al mar, de hecho, sentía unas enormes ganas de lanzarme a nadar pero claro, no sabía ni lo haría, el sol aún no salía por completo y el frío me calaba los huesos.

De pronto, en un intento por confirmar que sí estaba en mi ciudad, vi entre las rocas una enorme cola de pez de color azul metálico.

Si era un pez debía de ser gigante, y si era gigante podría compartirlo con el glotón de Snake. Me baje lentamente de la roca, aún algo mareada, y fui hacia esa linda colita, poco a poco iba dándome cuenta de que el pez era mucho más grande de lo que había pensado pero entonces ¡PAM! ¿¿¿Pero qué???