Piscis

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Tristán

Cuando entre en la ciudad sentí de inmediato la presencia de Jun entre tantas otras presencias. Realmente no tenía la menor idea de a dónde debía ir, no sabía si el rey la había capturado, no sabía si Blanquito la había logrado divisar... No tenía idea de donde estaba, sólo sabía que estaba viva, gracias a Neptuno...

Mirna me había contado que su casa, esa misma noche, había quedado hecha un caos porque al parecer la Guardia había descubierto que Jun vivía ahí, por suerte no había nadie, sólo Snake pero a él no le hicieron nada... Sólo era un gato.

Me puse a recorrer la ciudad sin un rumbo fijo, hasta que escuche a uno de los guardias que se dirigía a hacer el cambio decir algo que me pareció un tanto extraño.

- Oye, ¿Notaste que Blanquito actuaba raro? Casi no nos habló y se marchó de inmediato - Y esa simple frase que escuche por casualidad me lo dijo todo.

Seguramente se las había arreglado para ocultar a Jun, después de todo yo le conté mucho sobre ella y le expliqué quién era... Y lo más probable era que se la haya llevado a los suburbios, o sea, a mi casa.

Sin querer esperar más y deseando encontrar rápidamente a mi Jun para llevarla a la superficie, nade lo más rápido posible pero cuando iba llegando me di cuenta de que mi hogar, o lo que había sido mi hogar, estaba rodeada de guardias y la puerta se encontraba abierta.

Mierda.

Nadé a más no dar y entre como una bala a mi antigua casa pero en cuanto lo hice vi que Rubí y Blanquito se apresuraban a entrar a mi ex cuarto... Con miedo yo también lo hice e imite lo que ellos hacían: mirar por una de las tantas ventanas, y entonces la vi, cayendo de espalda al vacío, con su mirada fija en mí.

Jun... No podía dejar que siguiera cayendo o de lo contrario no podría rescatarla, los vacíos en el mar son peligrosos porque si bien tienen agua, no tienen oxígeno y no están hechos para que nada viva en ellos... Y Jun en poco tiempo comenzaría a ahogarse de verdad.