Piscis

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- ¡¡Tapate!! - De todas las cosas que podría haberle dicho o preguntado para entender que ocurría, voy y suelto eso. Eres una genio Jun, una genio con el rostro del color de los tomates.

- Perdón, perdón... No quería asustarte yo... No tengo mi ropa pero no soy un pervertido... Jun, por favor, dejame explicarte lo que pasa, tú me has visto ¿verdad? - Empezó a decirme Tristán y yo sentía cómo avanzaba hacia mi pero no iba a voltear a verlo, no así... ¿¡Y me pregunto que si lo vi!? ¡Cómo no iba a hacerlo!

- Claro que te vi... Tú... Pensé que eras un pez y te iba a llevar a casa para cocinarte... ¿Qué demonios? ¡Pensé que los sirenos no existían! Y ahora tienes piernas... Y te vi todo...- Le respondí tratando de ordenar el caos de ideas que tenía en la cabeza.

- Tritones Jun, tritones... Yo soy un tritón, pero por favor no me odies o me veas cómo una cosa rara, que tú lo hicieras me rompería el corazón... Sólo dejame explicarte ¿Si? - Soltó él de pronto, con un tono de voz tan suplicante... y por un extraño motivo sus palabras sonaron como si él me conociera de antes... ¡Por todos los peces, tal vez mi teoría de que él era un psicópata es cierta!