- ¡¡Juuuuun!! - fue lo último que escuche antes de que el agua comenzará a asfixiarme.
Quería escapar de ese lugar, quería nadar y respirar como antes pero por más que pataleaba y me impulsaba, era muy poco lo que lograba avanzar.
Sentía que el agua estaba invadiendo mi ser, mi vista había comenzado a nublarse y yo sólo pensaba en que debía salir de ahí a como dé lugar, pero entonces sentí unos fuertes brazos alrededor de mi cuerpo, que me jalaban y me jalaban. No podía ni tenía fuerzas para ver de quién se trataba, sólo sé que los segundos en los que me sacaron de aquel extraño vacío fueron los más largos de toda mi vida.
Mi cuerpo volvió a aceptar el oxígeno que me regalaba el mar y entonces volví a respirar, sintiendo como la vida regresaba a mi cuerpo.
- Mierda, ¡Jun! Jun... No vuelvas a asustarme de esta manera - Escuche decir a Tristán y abrí de golpe los ojos.
Estaba casi encima mío, me tenía el rostro afirmado con ambas manos y su rostro tenía una expresión tan afligida...
- Tristán - Le susurré, abrazándome a su cuello con ganas de ponerme a llorar no sé porqué. Me sentía extraña, estaba tan acostumbrada a salvarme sola que el hecho de que él lo hiciera me hizo sentir... Rara, pero rara para bien, era una extraña sensación reconfortante.
- Tranquila mi querida Jun, todo está bien, estoy aquí... Estoy aquí - Me tranquilizó él, sentándose para tomarme entre sus brazos y apegarme a su cuerpo.
- Tristán... Si pudiéramos quedarnos así por siempre, yo sería la chica más feliz del universo - Le susurré en el hueco del cuello, viendo de reojos cómo empezaban a rodearnos un grupo de soldados de la Guardia Real, apuntandonos con unas extrañas lanzas y armas.
- Jun... Dije que te cuidaría y que haría lo posible por hacerte feliz hasta mi último suspiro - Me dijo él fingiendo tener una expresion calmada pero en sus preciosos ojos podía ver que estaba hecho pedazos y que además sabía que nada terminaría bien.
En el fondo ambos lo sabíamos, y todo había sido mi culpa... Sin querer separarme de Tristán lo bese suavemente, y él me lo correspondió de forma tan cariñosa pero con un leve toque a amargura....
Tenía la impresión de que esa iba a ser la última vez que nos íbamos a besar... Y dados los hechos, probablemente así sería.
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Piscis
RandomYo, Jun Blue Adams, solía ser una chica solitaria, fanática por los libros y mi peludo amigo Snake. Llevaba una vida tranquila y silenciosa... Como a mi me gustaba, pasaba desapercibida y así sería por siempre pero entonces Erick, el chico más popul...