Piscis

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Al parecer a ambos les quedó más clara mi idea porque de inmediato se callaron y me miraron con ojos de plato.

— Entonces, tengo hasta febrero para recuperar el trono e irme al mar o me voy a desvanecer, perfecto... Tristán, ¿Tengo alguna especie de poder? ¿Sabes cómo puedo derrotar a Júpiter? Y ¿Cómo es eso de que los subacuáticos tienen que asumir que yo soy su reina? — Sip, llené de preguntas al pobre Tristán, mientras que Mirna comenzaba a sonreír poco a poco y a alejarse de nuestro lado.

— Bueno yo me largo, sólo venía a buscar las llaves del jeep porque nos vamos a casa de mi madre, Tristán, ¡Te encargo a mi pequeña! Sólo les pido que si van a hacer algo, ¡usen protección! — Y diciendo esto se marchó. No podía hacerlo de una forma más incómoda y vergonzosa como esa pero a fin de cuentas así era ella y yo la amaba tal y como era.