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- Así que tú eres la tan famosa Jun Blue nieta de Neptuno e hija de Juno, de la que todos hablan... No eres la gran cosa, sólo una simple híbrida - Me decía el "rey" Júpiter, sonriendo maliciosamente mientras me rodeaba con un nado lento, observándome de pies a cabeza.

- ¿¡Gente, ustedes creen que ella tiene escamas para ser reina y gobernarlos!? - Gritó de pronto a los ciudadanos que nos rodeaban pero ninguno habló.

Cuando íbamos escapando con Blanquito, un pequeño pero veloz grupo de soldados nos capturó, en realidad me capturó porque Blanquito huyó antes de que ellos llegarán hasta nosotros. De cierta forma agradecía que lo hubiera hecho, no quería que él también terminara muerto... Y ahora me tenían amarrada en medio de la plaza central de la ciudad.

Me habían dado un par de azotes que destruyeron parte de mi espalda pero todo daba igual, en realidad no me había dolido lo suficiente como la muerte de Tristán.

- ¿Nadie dice nada? Perfecto... Massam, azotala - Orden Júpiter, quedándose suspendido frente a mi para ver mi expresión de dolor pero no le daría ese placer.

Levanté mi rostro y espere con expresión seria el azote, que llegó segundos después en la zona de mis omóplatos pero al igual que antes, no me dolió, sin embargo pude ver cómo varios de los espectadores desviaban su mirada y cerraban los ojos, como si los estuvieran golpeando a ellos... Pobre gente... Realmente deben tener a este maldito acuático.

- ¿Tienes algo que decir? - Me preguntó, mirándome seriamente y acercándose de forma invasiva a mi espacio personal. Que asco.

Debo admitir que Júpiter no era feo, era mitad tritón y mitad humano, al igual que Tristán, sus ojos eran como los que aparecían en mis pesadillas, muy azules y brillantes, su rubio cabello lo llevaba sujetado en una coleta, y su expresión era severa pero no lo suficiente como para atemorizarme.

- Eres un asco, tu reinado es un asco, toda esta gente te teme y estoy segura de que si estuvieras casado tu esposa también lo haría... Ah, y te ves afeminado con el cabello tomado, no te pega... Además tienes un alga metida en los dientes, deberías limpiarla - Le dije con una ceja enmarcada.

Si iba a matarme que lo hiciera con motivos ¿Verdad? Además, lo del alga era cierto... Y pude ver cómo muchos abrían los ojos sorprendidos... Al parecer nadie le hablaba así al "gran rey".

- Claro, me diste una buena idea... ¡Gente de Bluefell! ¡Eh decido que esta mujer será mi esposa! - Gritó burlonamente... Esperen...

¿¡QUÉ!?

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