A la orilla del lago

"Yo no seré así"

"Yo no seré así"

Una de las tendencias del ser humano es alejarse de Dios. Increíblemente, aun las personas que podrían ser llamadas espirituales tienen esta tendencia. Así que, personas que son cristianas podrían caer en la trampa de pensar que, ya que se han arrepentido, que saben que son libres en Cristo, que saben que son libres del pecado, que saben que Dios ha sembrado su semilla en sus corazones, pueden vivir una vida agradable a Dios sin depender de El. Estaríamos llegando al mismo lugar, pero tomando otra ruta: nos estaríamos alejando de Dios.

Todo esto es tan irónico. Dios nos hace libres para servirle, pero cuando experimentamos la libertad nos volvemos a enredar en asuntos similares o aun mayores. Lo hacemos cuando nos alejamos de El y esto casi siempre sin darnos cuenta.

La vida cristiana es mucho más que seguir reglas y no pecar. Es tener una relación de intimidad y dependencia con nuestro creador que ahora también es nuestro salvador. ¿Cómo debe expresarse esta dependencia e intimidad? No es algo complicado ni elaborado. Se evidencia en la vida diaria, en lo cotidiano. Cuando ahora tenemos que tomar una decisión, buscamos su consejo e instrucción y no nos apoyamos en nuestra forma de pensar. Nos preguntamos: ¿Qué dice Dios en su palabra sobre esto? ¿Qué espera El que yo haga? El mismo Señor Jesús, mientras estuvo aquí en la tierra, usó la palabra del Padre para enfrentar al diablo; ¿y nosotros triunfaremos valiéndonos de nuestra opinión y no de la palabra de Dios?

Cuando tenemos que enfrentar una situación, sin importar lo capaces que seamos (y esto es un don de Dios), vamos a El en oración. Le pedimos que abra y cierre puertas, que toque corazones, que disponga su voluntad, que nos dé sabiduría. ¿Qué hizo el Señor Jesús cuando iba a tomar la importantísima decisión de escoger a sus discípulos? Pasó toda la noche anterior orando. ¿Qué hizo la noche que iba a entregarse por nosotros en sacrificio vivo? Estaba orando. ¿Y nosotros queremos enfrentar las situaciones diarias sin buscar el rostro del Padre en oración?

El poder para realmente experimentar la libertad no reside en nosotros. Hay algo milagroso, divino envuelto en todo esto. Es una obra incomprensible para la mente humana que realiza el Espíritu Santo: nos da poder. ¿Qué hizo el Señor Jesús antes de comenzar su ministerio? Fue lleno del Espíritu Santo y entonces salió en poder a llevar el mensaje y bendición a los seres humanos.

No se puede agradar a Dios y ser independiente de El. Por esta ocasión no seré autosuficiente. Por esta vez, no me alejaré de El . No seré independiente. Por esta vez, aunque sea solo por esta vez, yo no seré así.  

(Leer Juan 15:1-7)