Al llegar a planta baja, divisé a Damien mirando a través de la ventana que se encuentra en la sala. Su rostro se mantenía firme y aún seguía con ciertas manchas de sangre en su cuerpo. Al escuchar mis pasos sobre la madera, al instante volteó y carraspeó su garganta antes de acercarse.
- ¿Te encuentras bien?-preguntó y sólo asentí a su dirección-. Oliver está inspeccionando alrededor de la casa para asegurarnos de que todo se encuentra en orden-vuelvo asentir.
- ¿Están todos bien?-digo y esta vez es él quién asiente.
-Sí, pero ese no es el caso ahora, hemos escuchado cómo eras golpeada y Elias me ha comentado sobre tus morados. ¿Te sientes bien? Podemos ir a un doctor-se apresuró a decir y negué levemente.
-No, no importa. Estoy bien-me encojo de hombros-. ¿Estamos seguros?-
-No creo que vuelvan, al menos no ahora-Damien mete sus manos en los bolsillos mientras encorva un poco su columna. En seguida, la puerta principal es abierta y Oliver entra con el mismo aspecto físico qué Damien, cansado y con la ropa ensangrentada.
-El lugar está limpio-dice mirando a su dirección para luego girar a verme-. ¿Te encuentras bien? ¿Estás lastimada?-da un paso hacia mí y sólo alcanzo a sonreír.
-Estoy bien, ¿Y tú?-digo incómoda. Su mirada fija me intimidaba, no me gustaba qué lo hicieran y menos alguien cómo él.
-Estaré mejor dentro de poco-muestra sus dientes en una sonrisa-. ¿Vamos a proseguir con el campo?-pregunta mirando de nuevo a Damien.
- ¿Cuál campo?-me apresuro a decir al ver que este asentía.
-Sí queremos que otros vampiros logren entrar aquí, necesitamos proteger la casa. Y para eso, necesitamos ayuda de ustedes dos-dice y mira detrás de mí espalda, giro sobre mis pies y consigo a Frida recostada sobre la pared, mirándonos con indiferencia.
-Juntas podrán crear un bloqueo alrededor de la casa. Sólo así no entrará un vampiro sin su permiso.-termina por decir Oliver y Damien asiente sólo una vez.
Frida se acerca hacia mí y me extiende el viejo libro de Oliver, en sus manos llevaba cuatros frascos grandes con polvo blanco y antes de que pudiese preguntar, pasó por mi lado y espació el contenido en los rincones de la casa, todos y sin dejar ningún espacio en las paredes pero sí en la puerta. Se dirigió hacia la cocina y luego siguió por las demás habitaciones, mientras yo me encontraba memorizando cada una de las palabras qué decía allí pero no logré decirlas con fluidez si no era leyendo.
Frida volvió aparecer en la habitación pero esta vez con dos pequeñas velas encendidas. Las posicionó frente a mí y se alejó con sólo tres pasos.
-Listo, prosigamos-dijo y volvió a meter sus manos en sus bolsillos traseros.
Daliah aparece con Amber en sus brazos y salen de la casa siendo perseguidas por Oliver y Elias. Por justa razón de que no funcionaría sí ellos estaban aquí dentro, suspiro hondo y devuelvo mí mirada al libro para repetir las palabras del escrito. Cierto cosquilleo corrió por mí nuca, lo ignoro y sigo susurrando por unos segundos más. Frida parece no tener problema y repite junto a mí sin leer siquiera la primera línea. Las velas se apagan y nos detenemos al instante.
Damien intenta entrar como prueba y emite un gruñido al no lograrlo, su piel lucía roja pero volvió a su color natural segundos después. Frida se acerca hasta él y estira su brazo para tocarlo, dejándolo entrar.
-Vamos, ahora sigue tú-Frida se hizo a un lado de la puerta, dándome el paso.
Me acerco a Jane y toco su brazo, ella pasa y hago lo mismo con Daliah y Amber, sólo faltaba Oliver y Elias. Regreso mí mirada hacia la puerta y me consigo con Oliver mirándome fijamente, le muestro una sonrisa nerviosa y lo hago pasar. Elias era el último, y por una extraña razón, un escalofrío corrió por toda mi espina dorsal.
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Avenencia. [#1 LIBRO]
FantasyLa adrenalina corre por sus venas, y el peligro saborea sus labios. Sarah Parks, una chica común y corriente, o al menos eso parecía antes de ser visitada por una pequeña e inocente niña en busca de ayuda para escapar de ciertos sujetos que la persi...