Estoy vistiendo un jean rasgado y una camisa manga larga que cubre lo suficiente mis clavículas y cuello delgado. Andrew debe estar en camino y mientras espero en la habitación, agudizo mi oído para mantenerme alerta. Las luces del lugar están apagadas, me siento más relajada si solo es la luz del día que ilumina. Deben ser alrededor del mediodía, o ya pasadas las horas desde ese punto. Estoy a punto de levantarme cuando la puerta es abierta y puedo reconocer a Ethan detrás de ella. En su mano lleva un plato y una mueca se forma en mis labios cuando capto sus intenciones.
-Debes comer, no te has estado alimentando bien-se sienta a mi lado y alargo un suspiro. Sin reprochar agarro el plato y detallo la pasta, es mucha y en realidad se ve muy apetitosa-. ¿Estás bien?-asiento levemente.
- ¿Dónde están Elias y Jane?-cambio de tema mientras como de la pasta.
-Elias se ha ido para su casa, quiere asegurarse de que se encuentran bien. Mientras tanto Jane descansa, resulta que no ha podido descansar muy bien-responde y puedo reconocer un latido diferente al escucharlo pronunciar su nombre, pero no soy yo. De eso estoy segura.
Sin darme cuenta en poco tiempo he terminado el gran plato de pasta que Ethan ha traído para mí. Y juzgando por su sonrisa, se encuentra feliz ahora que tengo el estómago lleno. De lejos escucho una moto acercarse así que me levanto y antes de salir, el agarre de Ethan me detiene.
-Debo entregarte algo que creemos necesario-dice mientras busca en su bolsillo y reconozco un celular en su mano cuando finalmente lo extiende hacia mí-. Lo conseguí en tu gaveta, las autoridades han comenzado a preguntarse qué sucedió así que tuve que colocarme al día con los pagos de la casa-oh...
No dije nada, solo lo abracé y me di la vuelta para salir e ir hasta donde Andrew me esperaba. Sé que Ethan ahora no trabaja y no creo que tenga dinero, así que debo buscar la manera de transferirle dinero al celular. Al encenderlo, puedo notar que la carga está completa, cosa que me hizo sonreír de ternura. Beso la mejilla de Andrew y me monto en la moto para que pudiese arrancar.
Al llegar al almacén, como siempre estaciona su moto y entramos por la puerta trasera del lugar. Como siempre se encuentran practicando todos al llegar y como siempre, Amanda voltea a vernos. Nada parece haber cambiado mientras no estuve y eso es un alivio para mí. Cuando terminamos de saludar y estamos a punto de comenzar con mi entrenamiento, el cual tengo tiempo sin realizar, Bastian llama a Andrew.
-Hola Sarah, me alegra verte de vuelta-dice mientras coloca su mano en mi hombro, yo opto por sólo sonreír y no decir nada-. Andrew me dijo que andabas algo aturdida con todo lo que has pasado-
-Sí, algo así. Pero estoy mejor ahora, lista para cualquier cosa-respondo mirándolo fijamente e intentando no parecer muy obvia. Bastian no parece afectado y me sonríe mucho más amplio.
-Excelente, hay mucho por venir-dice y se da vuelta para caminar hacia su oficina, Andrew me observa con el ceño fruncido por unos segundos hasta que decide seguirlo.
Mis ganas de seguirlos y escuchar desde la puerta son grandes, y cuando Ronan se da cuenta de mis intenciones, me detiene. Quise golpearlo para que no me detuviera pero preferí no quedar como una loca o darle una razón a todos para odiarme aquí.
-Hoy te entrenaré yo-me guiña el ojo y me hace una seña para que lo siguiera-. ¿Has entrenado con tus poderes y fuerza?-
-Andrew solo me ha puesto obstáculos-me encojo de hombros y lo veo negar con la cabeza-. ¿Qué?-
-Nunca te expondrá a un buen entrenamiento si no sales lastimada-responde y lo veo meter cuchillos, sogas, entre otras cosas en un bolso negro que tiene a un lado sobre la mesa-. Y menos si es aquí-me hace una seña para que lo siguiera y le hago caso.
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Avenencia. [#1 LIBRO]
FantastikLa adrenalina corre por sus venas, y el peligro saborea sus labios. Sarah Parks, una chica común y corriente, o al menos eso parecía antes de ser visitada por una pequeña e inocente niña en busca de ayuda para escapar de ciertos sujetos que la persi...