Blake;
Todas las calles ya se encuentran bastante solitarias y ya muchas de las familias se encuentran ocultas en sus hogares. Momento indicado para buscar víctimas nuevas. Así que avanzo rápido por las tejas de los edificios y en uno de ellos, me elevo hasta caer en el más bajo. Centro mi vista en los callejones y calles, varias luces parpadean y algunos carros pasan. Todo queda solo de nuevo pero finalmente veo un vehículo acercarse. No dudo ni dos veces y con un solo movimiento caigo en las aceras y camino tranquilamente hasta detenerme en la mitad de la calle. Los cauchos rechinan al frenar desde lejos y el auto se detiene a tan solo unos cinco centímetros de tocarme. Alzo una ceja pero antes de que se alertara, imito una expresión de miedo. El conductor se baja al instante del auto y se aproxima hacia mí con desesperación.
- ¿Te encuentras bien?-pregunta con nerviosismo-. Viejo, no te vi desde lejos, ¡estás paranoico!-es un chico alto y castaño, se nota algo fuerte pero no lo suficiente para derribarme siquiera.
-Sí, lo que sucede es que mi novia ha caído en un hueco y necesito ayuda para sacarla-mi voz suena quebrantada-. No encuentro ayuda, ¿podrías ayudarme?-él parece dudarlo.
- ¿Dónde se está ella?-pregunta y yo señalo hacia uno de los callejones mientras paso mi otra mano por el cabello con desesperación. Puedo sentir incluso las lágrimas en mis ojos, casi sonrío al reconocer mi buena actuación-. Vamos, llamaremos a los bomberos si es posible-y dicho esto, corre junto a mí hacia la dirección que he señalado.
Él va de primero y lo que antes era un trote rápido, va desvaneciendo hasta que finalmente se detiene frente a mitad del callejón. Su ceño fruncido demuestra lo confundido que se encuentra y al girarse hacia mí, no aguanto en soltar una leve carcajada. La sonrisa yace en mis labios.
- ¿Estás seguro de que este es el camino?-su labio tiembla al hablar.
-Creo que me he equivocado-hice un puchero mientras meneo mi cabeza hacia los lados. Camino hacia él con lentitud hasta acorralarlo y puedo escuchar los latidos de su corazón totalmente acelerado.
- ¿Me has mentido?-pregunta ya tropezando todo a sus espaldas.
-Eres muy observador-finjo asombro.
- ¿Por qué? ¿qué quieres de mí?- se apresura y lo veo registrar sus bolsillos hasta lanzarme unas llaves-. Llévate mi auto pero no me hagas nada-
-Yo no quiero tu auto-se las lanzo de nuevo-. Hagamos un trato. Podrás vivir pero con una condición-
- ¿Y cuál es?-traga seco y no aparta la mirada de la mía, algo que me hace más fácil las cosas.
-Ya lo sabrás-digo y sonrío para dejar salir mis colmillos.
Los ojos de mi presa se abren hasta su límite y antes de que ahogara un grito, mis colmillos se clavan en sus venas y en sus brazos hasta hacerlo caer a mis pies. Mis hombros suben y bajan mientras mis puños siguen apretados. Siento cómo su sangre corre por toda mi garganta y moja mis labios. El virus ha comenzado a correr por sus venas.
***
Mis ojos arden al intentar abrirlos y cuando lo logro, capto un olor peculiar cerca de mí. Una cálida mano se posa en mi estómago y cuando me giro hacia mi derecha, dejo escapar una sonrisa en mis labios al reconocer a Ethan dormido a mi lado. Sus ojos no están siendo presionados y todo su rostro se ve relajado, por lo que procuro no moverme para evitar despertarlo. Me quedo unos segundos mirándolo hasta que sus ojos parecen moverse bajo sus párpados y los abre luego de un rato.
-Buen día-dice ronco y sus ojos se vuelven a cerrar mientras me abraza más.
-Pensé que no vendrías-digo mirando el techo.
ESTÁS LEYENDO
Avenencia. [#1 LIBRO]
FantasyLa adrenalina corre por sus venas, y el peligro saborea sus labios. Sarah Parks, una chica común y corriente, o al menos eso parecía antes de ser visitada por una pequeña e inocente niña en busca de ayuda para escapar de ciertos sujetos que la persi...