—He preparado algo para ti, está tapado en la cocina—escucho a Ethan decir y le sonrío agradecida.
Agarro mi comida y me siento sobre la mesa de comer. Ethan se junta a mí con un vaso de agua. Suspiro pesado. Realmente era imposible no sentirme extraña con todo lo que ha estado sucediendo desde tan sólo horas atrás.
Aún tengo muchas dudas sobre todo en general. Incluso sobre mí.
—Damien ha venido mientras aún dormías—su rostro se endureció diciendo aquello.
— ¿Qué vino hacer aquí?
—Vino advertirnos sobre qué, después de irnos, Jane tuvo una visión. Estabas en ella.—miró fijamente mis ojos, expectante de cualquier movimiento
Me remuevo incómoda sobre mi asiento, sin saber qué decir.
—Estaré aquí para protegerte, Sarah—me sonríe con una mueca—. No te preocupes.
Ethan se acerca, me abraza y besa mi frente durante unos largos segundos. Su respiración me tranquilizaba y hacía olvidar todo lo malo que esté pasando pero, por primera vez no fue así.
—Ethan, ¿qué sucede?—me alejo de él y parece entenderme al instante.
—Hace tiempo atrás murió un integrante de su círculo, alguien le ha clavado una estaca en su corazón, matándola al instante. Nos inculparon de ello al saber que su asesino trataba de un licántropo—encoge sus hombros e intento entender.
—Entonces, ¿sin rivales o algo parecido?
—No del todo, sólo preferimos no tener alguna relación con ellos. Además, por naturaleza somos rivales.
Abro mi boca para decir algo pero, la cierro al momento que escucho un ruido de hojas siendo pisadas. Ethan también parece hacerlo y me jala del brazo para situarme a su espalda. La ventana estalla al momento de ser impactada por grandes piedras. Una nota estaba en ella con letras legibles; "Voltea".
Los dos giramos y conseguimos a dos hombres de alta estatura, mirándonos maliciosamente. Retrocediendo busco algún escape. Mi piel se eriza al sentir las miradas de aquellos hombres, de repente sintiendo una fuerte conexión. Dolor. En sus mentes hay algo más que una visita. Puedo ver todo lo qué tienen en manos, cosa que es realmente agobiante.
Intento prestar atención a sus movimientos y antes de lograr ver qué sucede, unas manos sobre mis brazos me bloquean cualquier movimiento. Presiona mi antebrazo con fuerza y me rasguña ahí. Ethan se abalanza sobre uno de ellos y emprende una lucha. Intento zafar mis brazos del agarre de quién sea que esté a mis espaldas y golpeo su pecho varias veces.
Es un hombre moreno como de metro ochenta y sus ojos son de un extraño color púrpura. Su rostro está tenso y antes de que corriera al otro extremo de la habitación, me carga. Mis golpes eran una caricia para él. Estaba perdida. Cierro mis ojos con fuerza e intento lograr algo que me sirviera para defensa. Viéndome totalmente ridícula.
Junto todas mis esperanzas y aprieto sus brazos. Logrando extrañamente que este se estremeciera de dolor. Un gemido se escapa de sus labios y me suelta haciéndome caer. Me arrastro luego de verlo estremecer, logrando así levantarme y correr lejos de su cercanía. ¿Dónde estaba Ethan? No tenía a dónde ir así que corro hacia la biblioteca. Una pequeña habitación que se situaba a un lado de la sala.
Entro allí y cierro rápidamente la puerta a mis espaldas. Lo único audible en la habitación es mi respiración agitada. Sentía las palpitaciones fuertes en todo mi cuerpo, mi corazón agitado y la adrenalina sumamente alta. Temía ser encontrada pero también tenía la necesidad de recurrir a Ethan quién había dejado atrás. Y antes de que pudiese correr nuevamente hacia él, una mano tapa mi boca y la otra me sostiene alrededor de la cintura.
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Avenencia. [#1 LIBRO]
FantasíaLa adrenalina corre por sus venas, y el peligro saborea sus labios. Sarah Parks, una chica común y corriente, o al menos eso parecía antes de ser visitada por una pequeña e inocente niña en busca de ayuda para escapar de ciertos sujetos que la persi...