Frente a mí se encuentra Elias Graham, y a sus espaldas se encuentra Jane, Andrew y Tyler. Sus rostros se encuentran con expresiones distintas. Miedo, remordimiento, preocupación. Siento cómo mi columna vertebral sufre un terrible escalofrío, así que debo acostarme de nuevo y descansar mi cabeza sobre la fina almohada. Lágrimas se acumulan en mis ojos y aunque me encuentro muy débil, intento decir algo.
-Ne...ce...nece-formulo aquello y guardo silencio al sentir unas manos frías en mi brazo. Es la enfermera quién me agarra.
-Necesitas descansar-dice mientras acomoda mi cuerpo-. El doctor te atenderá dentro poco, pero descansa-
La enfermera se retira y les anuncia a todos en la habitación que deben salir apenas llegue el doctor, sólo así podrá seguir con el diagnóstico y podría descansar antes de mis próximos exámenes. Todo mi cuerpo me duele terriblemente, siento cómo si me hubiese caído encima un auto desde muy alto, y eso se debe a que mi cuerpo no ha tenido movimiento alguno desde, al parecer, bastante tiempo.
-Sarah...-dice por fin alguien en la habitación y ese es Andrew, aparta a Elias del camino y se sitúa a mi lado-. Me alegra mucho que vuelvas a estar con nosotros-sus ojos intentan ocultar varias lágrimas hasta que lo logran.
- ¿Qué... Ha-cen...-intento formular aquella duda-... Aquí ellos?-dejo escapar un suspiro.
-Todo eso luego te lo explicamos, ahora sólo queremos que te mejores-acaricia mi cabello y justo en ese momento entra el doctor a la habitación. A regañadientes salen todos y procuro no inquietar mi sistema al recordar a Ethan.
¿Cómo se encontrará? ¿Había funcionado?
Nadie me ha comentado algo al respecto, y eso me hace volar la cabeza.
Miro con cierta intriga y desconfianza a los Graham, quienes me miran de una manera que no pude descifrar y finalmente salen de la habitación. No pasó más de dos horas en la que vuelvo a ver a Andrew pasar y me mira con cierta lastima al verme tan desgastada.
-Me siento mucho mejor, no me mires así-digo casi recobrando la voz-. ¿Mi proceso de curación no debería ser más rápido?-
-Sólo si se trata de ocasiones en la que el daño es más normal en un humano, pero cuando se trata de tu sangre es diferente-responde con cierta dureza y suelto un suspiro pesado. Sabía que me reprocharía lo desquiciado que había sido el arriesgarme de esta manera, y para prevenir más intensidad, cambio el tema.
- ¿Cuánto tiempo llevo aquí?-pregunto.
-Un poco más de dos semanas-dice y lo observo sorprendida-. Aquel día te pensaba desconectar antes pero, Blake apareció de repente-
Siento mi estómago tensarse al recordar imágenes de mi anterior sueño, intento recordar correctamente todo pero no alcanzo a pensar más allá del rostro de Blake en un bar. ¿Qué haría él en un bar solo?, mi mente parece querer estallar pero logro detenerla cuando finalmente la voz de Andrew me saca de pensamientos.
-No te preocupes, todo estará bien. Hablaremos de todo luego, ahora debes estar tranquila-acaricia mi brazo y sonrío en mi mayor intento.
-Sí... todo estará bien-repito e intento ampliar mi sonrisa pero sólo logro una mueca. Cierro mis ojos y me dejo gobernar por un leve sueño.
***
Todo mi alrededor me es conocido, estoy en casa. No es casa de Andrew, sólo es mi antigua casa con Ethan. Todo luce tan tranquilo. Un aroma peculiar acaricia mi fosas nasales y puedo reconocer que se trata de Ethan cuando cocina. Mi estómago ruge así que decido levantarme y caminar hasta allá. Temerosa me asomo y me detengo en seco cuando consigo ante mis ojos, un hombre de espalda. Es Ethan. Él parece darse cuenta de que he entrado en la cocina y se gira para ver hacia mi dirección.
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Avenencia. [#1 LIBRO]
FantasyLa adrenalina corre por sus venas, y el peligro saborea sus labios. Sarah Parks, una chica común y corriente, o al menos eso parecía antes de ser visitada por una pequeña e inocente niña en busca de ayuda para escapar de ciertos sujetos que la persi...