Cierro la llave de la ducha y me lío un paño a mi cuerpo para cubrirme y secarme a la vez, sentía un dolor de cabeza terrible, siento que me ha caído un gigante balde de agua fría y puedo jurar que incluso mi consciencia quiere cachetear mi rostro al descubrir todo aquello. Andrew me ha traído ropa y algunas cosas nuevas hasta que pueda recuperar mi ropa, iremos a una reunión con algunos embajadores del círculo de guardianes, ellos podrán explicarme con mejor claridad todo.
Salgo del baño con mi cabello goteando el suelo y arrugo mi ceño al ver una camisa de botones blanca y pantalones de cuero color negro, botas de tacón y una chaqueta negra, un atuendo muy diferente al que tenía en mente. Me coloco las bragas que ha traído para mí y procuro no avergonzarme al imaginarme un hombre comprando algo de este tipo. Luego de terminar de alistarme, salgo de la habitación y busco algún rastro de Andrew en la casa, que en realidad se trata de un sótano. Él me ha comentado que para resguardarse y ocultarse de todo tuvo que llevar su hogar bajo tierra, de esta manera nadie sospechará de su paradero.
-Vamos, debemos apresurarnos antes de que se haga el anochecer-dice apareciendo tras una puerta, este va vestido de una chaqueta de cuero y una fina camisa debajo de ella, unos jeans y zapatos algo deportivos.
Asiento solamente y le sigo el paso, subimos escaleras hasta salir en una librería abandonada. Admiro las estanterías cubiertas de polvo y me acerco a una de ellas mientras Andrew se asegura de ocultar correctamente la puerta y de que nadie estuviese cerca antes de destapar una moto cubierta con finas sábanas. Me detengo en seco al ver que comenzaba a sacarla.
-Espero no te den miedo porque este será nuestro transporte-dice mientras la enciende-. Sube, el pueblo no se encuentra lejos de aquí-palmea el asiento detrás de él.
-Por suerte, no-casi susurro mientras me arrastro por encima de la moto, me coloco el casco negro y casi tengo tiempo para lograr sostenerme antes de que Andrew arrancara.
De las motos desconozco un poco pero no significaba que me daban miedo, me gustan ciertos estilos y marcas, pueden llegar a ser muy elegantes dependiendo de ello. Ethan amaba las motos y yo los autos deportivos, él incluso tiene una en el garaje de nuestra casa, es su bebé. Intento prestar atención en el camino y siento el pecho de Andrew subir y bajar, no me he dado cuenta de que he estado presionando con fuerza su torso.
-Menos mal no te dan miedo-dice sin quitar la mirada del camino.
-Deberías callarte-respondo en un gruñido y puedo notar que ya nos encontramos entrando al pueblo y puedo reconocer las calles al instante. A unas cuadras se encuentra el mismo club al que había entrado con Frida, a quien curiosamente no había visto desde que fuimos capturados por Blake en aquel almacén. Andrew detiene la moto justo en frente, se baja para ayudarme pero rechazo su mano y me apresuro en bajarme, él sonríe divertido y sigue su camino. Como la anterior vez, los hombres se hacen a un lado y nos dejan entrar luego de saludarlo.
-Colócate el gorro de tu abrigo-arrastra el suyo por su cabeza y voltea a verme para asegurarse de que estaba bien cubierta.
La música resuena pero no hay muchas personas en la pista, apenas es muy temprano para que se acumulen como sardinas en ella, justo como la otra vez. Andrew me hace una seña entre el ruido y me pego a él, subimos las mismas escaleras y llegamos a la oficina de... ¿Ulises?, sí, así era como se llamaba. La puerta se abre pero esta vez no hay mujeres alrededor de él o sentadas en su torso, simplemente hay un preocupado hombre con cabello desordenado.
-Hermano, ¿cuántas veces te he dicho qué no andes por estos lados del pueblo?-dice mirando fijamente el techo, apuesto que no se había percatado aún de mi presencia.
-Lo sé pero, esta vez sí es importante-dice palmeando su escritorio haciendo que Ulises volteara a verme.
-Qué sorpresa-sonríe de lado-. Sabía que eras especial-
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Avenencia. [#1 LIBRO]
FantasyLa adrenalina corre por sus venas, y el peligro saborea sus labios. Sarah Parks, una chica común y corriente, o al menos eso parecía antes de ser visitada por una pequeña e inocente niña en busca de ayuda para escapar de ciertos sujetos que la persi...