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Al igual que cuando maté aquel mutante, luzco totalmente diferente a como soy, mis ojos son de un color azul cielo más chillón y mi cuerpo luce más robusto y fuerte. Estoy siendo consumida por la ansiedad y la emoción, a mis manos tengo dos especies de cuchillos, más extraños que los que Andrew me ha entregado la noche anterior. No me doy cuenta de que estoy sobre un árbol hasta que decido mirar hacia abajo, agudizo mi oído y espero conseguir algo, la rama cruje ante mi movimiento y miro expectante todo el alrededor, como siempre, en busca de algo.
No tardó mucho para que pasos se escucharan cerca y siento un escalofrío correr por toda mi espalda, al darme cuenta que Ethan está de nuevo frente a mí, luce igual que la última vez que lo vi, transformado y diferente. Espero a que casi me de la espalda y me lanzo de pie al suelo, cayendo perfectamente sobre este, el ruido que mi caída ocasiona lo hace girarse hacia mí de manera rápida e instantánea, sus colmillos se dan a ver y los lame lentamente al girarse completamente hacia mí.
Comenzamos a girar en círculos, esperando que alguno se digne en atacar primero y efectivamente fue él quien quiso comenzar pero no es lo suficiente rápido como para llegar a tocarme, me agacho y pateo su cuerpo con mis piernas en dirección a un árbol, no espero a que se levante y me dirijo hacia él pero logra reponerse antes, se abalanza sobre mí y me muerde una de mis piernas, grito de dolor e intento que mi cabeza no sea mordida mientras busco la manera de librarme de él. Sostengo su cuello con una de mis manos y cuando estoy segura de que puedo mantenerlo, deslizo la otra mano libre por mi pierna hasta sacar un cuchillo de su estuche que ciertamente está sujeto por mi muslo, calculo y presiono el objeto en la costilla de Ethan, o mejor dicho, del lobo con el que me enfrento.
Logro salir del peso de su cuerpo y cojeo a unos pasos lejos de él, busco en el suelo el otro cuchillo que había traído conmigo y lo consigo a un lado de donde me encuentro, me agacho y lo recojo antes de que lograra reponerse. El sangrado de mi pierna es rápido y siento como esta se va durmiendo poco a poco, cojeo nuevamente hasta el cuerpo de Ethan quien se encuentra intentando levantarse y cuando se gira hacia mí, no duda en atacarme nuevamente, cubro mi rostro con mis brazos y estos son rasguñados por sus garras. Presiono el agarre del cuchillo para que no se me volviera a caer y cuando logro dominarle, clavo el cuchillo en su cuello. Un chillido de su parte sacude mi mente pero me mantengo alerta, busco sus ojos y estos ya se encuentran observándome, los ojos de asesino ya no están en ellos y trago en seco cuando reconozco los mimos ojos de Ethan viéndome con tristeza, una lágrima corre de ellos y cae sobre mi mejilla. Mantengo su cuerpo sostenido sobre mí hasta que este finalmente cae a mi lado, muerto.
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Siento que mi cuerpo es sacudido y caigo al suelo al girarme por sorpresa, llevo mis manos a mi mejilla para apartar el cabello que allí se encuentra pegado y me doy cuenta de que estuve llorando. Inspecciono la habitación y me acurruco al no soportar las ganas de llorar, me siento sucia y pesada, a pesar de que aquello anterior se había tratado de un sueño, no pude evitar sentirme culpable. La imagen de Ethan muerto me causa terribles escalofríos por todo el cuerpo y la manera en la que me observó por última vez, me era peor. Intento acurrucar más mis piernas con mi pecho mientras sollozo y sobresalto al escuchar la puerta frente a mí sacudirse hasta ser abierta. Un despelucado y preocupado Andrew entra en defensa y me busca en la habitación hasta encontrarme en el suelo, su mirada se suaviza y relaja los hombros mientras se agacha a mi altura. Andrew no dice nada, sólo me abraza y carga hasta llevarme hasta la sala, en donde me sienta sobre uno de los sillones y espera a que mi llanto finalmente se detenga.
- ¿Qué viste?-pregunta y tardo un largo tiempo para responder.
-Maté a Ethan-susurro-. Lo maté de la manera más insignificante y cruel-
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Avenencia. [#1 LIBRO]
FantasyLa adrenalina corre por sus venas, y el peligro saborea sus labios. Sarah Parks, una chica común y corriente, o al menos eso parecía antes de ser visitada por una pequeña e inocente niña en busca de ayuda para escapar de ciertos sujetos que la persi...