Con ritmo.

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Y ella caminaba hacia no sabemos donde,
a ritmo de Eminem
o tal vez sin ritmo alguno.
Y te juro que ella caminaba sin una cruz pintada en el suelo, sin saber donde acabaría, siguiendo unos ojos que ya no la miraban.
Y estaba enganchada a labios que no había probado, a unas manos que jamás la desearon y de una voz que menos aún, le hablaba.
Ahí, en su mano derecha tendrá una nota que no podra darle, ahí en su mano izquierda tendrá una botella de ron medio llena.

Medio llena de miedos, de ganas, de secretos, de mentiras, de lágrimas, de engaños; medio vacía de suerte, de sonrisas, de amor, de cariño, de verdades.

Y todo se le quedó a medias, todo se le quedó en el intento, de miradas que se quedaron en eso, en intento, de agustía de esa existencial, de esas lágrimas que le caían del corazon y no de los ojos.

Y como la heroína, quien sabe, en parques en brazos de alguien, que ni siquiera sabe a nada.

Pero ella lo intenta, dejar de escribir a alguien que ya no se acuerda de su nombre, de unas pupilas que ya no se dilatan ni delatan.

Aunque a pesar de todo se sigue levantando con una sonrisa, pisando con el pie derecho antes que nada.

One love.
-A.
Publicada el 19 de septiembre del 2016.

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