Capítulo 45

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Andrew's POV

Cerré los ojos por un acto reflejo en el mismo momento en el que sus labios tocaron los míos, pero al resto de mi cuerpo le tomó un poco más de tiempo reaccionar. Perdí la fuerza en los dedos y escuché el golpe de mi celular estrellándose contra el piso, mientras cualquier otro pensamiento se esfumaba de mi cabeza y mi corazón se aceleraba violenta y repentinamente.

Finalmente logré salir de mi trance, llevé mis manos a sus mejillas y la besé de vuelta, a lo que Lisa me tomó suavemente por la nuca, empinándose un poco para acercarse más a mí. Fue un beso breve, pero intenso y profundo, casi como si ella también hubiera estado impaciente por tenerlo, y entonces me pregunté cómo demonios había hecho para aguantarme tanto tiempo, hasta el punto de que hubiera sido ella quien me besara, cuando yo sabía que había estado muriéndome de ganas por probar sus labios de nuevo.

Cuando se apartó, abrí los ojos lentamente, encontrándome con un brillo especial en los suyos. Lisa se mordió el labio inferior sin ocultar del todo una sonrisa.

—Sabía que había olvidado algo —susurró, antes de darse la vuelta y bajar de nuevo.

Luego se detuvo y se agachó para recoger mi celular, que de alguna manera había ido a parar al último de los cinco escalones.

—Te salvó el protector de pantalla —comentó divertida extendiendo el brazo hacia mí—. Es un iPhone 7, por Dios. Ten más cuidado con tus cosas, chico rico.

Decidí no replicar por el "chico rico", cuando ella también tenía un iPhone, y sonreí.

—No fue mi culpa —contesté tomando su mano a propósito al recibir el teléfono.

Ella me dedicó una sonrisa radiante que volvió a acelerar mi pulso, se soltó lentamente, de forma que el roce de nuestros dedos me pusiera la piel de gallina, subió de nuevo a su auto y arrancó, dejándome flotando y sin poder sacarme de la cabeza un "por fin".

—Definitivamente estás muy extraño —exclamó mi madre apenas entré de nuevo a la casa—. Hace dos segundos parecías un soldado zombie y ahora pareces...

—Drogado —terminó papá examinándome a través de sus lentes.

Mamá soltó un gritito ahogado y lo fulminó con la mirada.

—¡Theo! Kelsy... —dijo entre dientes señalando a mi hermana con el mentón.

—¿Qué? "Soldado zombie" tampoco es un término muy bonito para ella.

Me reí por lo bajo y me llevé un dedo a los labios ante la mirada que me dirigió Kelsy, solo que ese gesto me reactivó y provocó que un hormigueo se expandiera desde ellos hasta el resto de mi cuerpo. Cielos, ¿desde cuándo un beso podía ser tan electrizante?

—¡Ja, míralo! ¿Ves? —Pegué un respingo ante el grito de mi padre y aparté rápidamente la mano de mi boca—. Vamos, esa es la sonrisa de los que andan por allá, perdidos completamente en otro mundo.

Esas palabras, y seguramente mi reacción, bastaron para que un bombillo se encendiera en la cabeza de mamá. Me di cuenta por la forma en la que le brillaron los ojos y por cómo me sonrió. Argh, ¿por qué las mamás tenían poderes de telepatía, adivinación, clarividencia o lo que fuera que usaran para enterarse de todo?

Ahora déjame flecharteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora