Capítulo 51

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—¿Puedo preguntarte algo?

—Dime.

—¿Blair no tenía amigos o qué?

Andrew volteó a mirarme con una expresión que no alcancé a descifrar. Hice todo lo posible por no distraerme por la forma en que el sol se reflejó en su cabello, haciéndolo lucir más claro de lo usual.

—¿Por qué lo dices?

Me encogí de hombros.

—Porque básicamente solo la reconocieron profesores... Y Victor. Pero no pareciera que ningún alumno la recuerde ni sepa siquiera quién es.

Andrew suspiró.

—Blair es una de esas personas que por tener tantos amigos realmente no tiene ninguno. ¿Te acuerdas de la pelirroja?

—¿Rita?

Chasqueó la lengua.

—Jamás podré con su nombre... Pero sí, ella. Eran "mejores amigas", supuestamente.

—¿Cómo? —exclamé sorprendida—. ¿Estás hablando en serio?

—Sí. Andaban juntas a todas partes hasta que Rita se enteró de que Blair andaba detrás mío. Ya sabes, todo ese drama de mejores amigas modo "sabías que me gustaba, me lo quitaste, ¡traición!".

Me reí por el tono con el que lo dijo.

—Pero entonces sigo sin entender por qué nadie sabía que ustedes...

—Lisa —me interrumpió—, ¿en serio quieres hablar de Blair justo ahora?

Cerré la boca, dándome cuenta de que tenía razón.

—Es cierto —murmuré.

Sonreí y después de tan solo una milésima de segundo de duda, me acomodé para reposar la cabeza sobre su regazo. Andrew me acogió en el acto y empezó a acariciarme el cabello, de modo que me resultó completamente imposible borrar la sonrisa de mi rostro. Nos quedamos así un buen rato, en silencio, sentados a la orilla mientras nuestras chaquetas se secaban colgadas de la rama de un árbol.

—¿Andrew? —murmuré al cabo de unos minutos.

—¿Hum?

—¿Cómo voy a saber si mi familia se está muriendo de preocupación? Arruinaste mi celular.

Él se rió suavemente.

—Tú te lo buscaste. Me lanzaste primero.

—Sí, pero tú no tenías el celular en el bolsillo —reclamé.

—Ja, karma —canturreó.

—No es karma. Solo que tú tienes una bola de cristal, sabías que te iba a mojar y por eso lo dejaste tirado.

—Creo que es más lógico el karma, Lisa.

—No, porque Blair te pega la brujería.

Ahora déjame flecharteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora