Capítulo 15

266 28 5
                                    

Becky's POV

No estaba segura de si debía estar feliz, enojada o celosa. Parecía que nada de lo que le dijera a Andrew iba a dar resultado, porque de cualquier forma él no me iba a hacer caso. Pero lo estaba logrando, fuera lo que fuese que estaba haciendo, Elisa parecía tan relajada a su lado, tan... ¿Liberada?, ¿cómoda?, ¿aliviada? No lo sé. Los estúpidos amigos de Andrew no se callaban y por consiguiente no me estaban dejando escuchar absolutamente nada de la conversación de esos dos. Y si quería conseguir algo tenía que ser discreta, como siempre.

Me quedé observando con interés cómo de repente Eli se había quedado completamente muda y estaba mirando a Andrew muy fijamente, sin que ninguno de los dos apartara la vista. Casi parecían hablarse telepáticamente, sin ninguna necesidad de palabras. Deseé profundamente hablar su lenguaje, enterarme de qué demonios estaba pasando. Pero no alcancé a descifrar siquiera una mínima parte del código cuando James llegó e interrumpió el momento mágico. No solo de ellos, sino de toda la mesa. Todos nos quedamos callados, mirándolo, mientras él tomaba una silla de la mesa de al lado y la ubicaba con suma tranquilidad a la izquierda de Elisa.

—Hey —la saludó ignorándonos a todos—, no me dijiste cómo vamos a hacer ese trabajo.

Mi amiga se rió y se recostó contra el espaldar de la silla.

—¿Desde cuándo te interesa cuadrar algo académico, James?

«Buena pregunta»

Le eché un vistazo a Andrew, y para mi sorpresa lo encontré perfectamente calmado, sin mandarle cuchillos al intruso con la mirada o demostrando la más mínima señal de que su presencia le incomodara.

—Eh... —James hizo como si se lo pensara—. ¿Desde que el trabajo es contigo, supongo?

Fruncí el ceño. Siempre me había caído bien James, pero últimamente estaba consiguiendo que empezara a detestarlo. ¿Cómo es que era tan descarado de coquetearle a mi mejor amiga justo en las narices de Andrew? Maldito...

—Mmm, ya —le contestó ella mirándolo de arriba a abajo, antes de sonreírle—. Te encargas de la entrevista, yo me encargo del análisis, ¿te parece?

James negó con la cabeza.

—No me parece justo, es más trabajo para ti. Deberíamos reunirnos, ¿no?

Andrew puso los ojos en blanco y luego miró detenidamente a Eli, pendiente de lo que diría. Ella sonrió como si acabaran de decirle algo encantador, pero su respuesta lo desencajó todo.

—No, descuida, no creo que sea necesario. Pero gracias por tu interés.

«Bingo. Esa es mi chica»

Andrew y yo debimos pensar exactamente lo mismo, porque los dos sonreímos.

—Mi madre no está en casa el miércoles —siguió insistiendo James—. Por mí no habría ningún problema.

—De hecho prefiero que haya un adulto siempre —repuso Eli, y añadió con tono juguetón—: Solo para poderme quitar de encima la responsabilidad por cualquier locura que hagas.

Todos nos reímos y a James no le quedó más remedio que unirse de mala gana.

—Ja ja ja, sí, muy graciosa. Pero en serio...

Eli le puso una mano en el hombro.

—Escucha, creo que es mejor si lo trabajamos por aparte, porque si no nos va a pasar lo de hoy y no haremos absolutamente nada.

Ahora déjame flecharteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora