Internado de Vampiros y Hombres Lobo [Libro #1]

Capítulo 56

Luna's Pov.

El sol estaba comenzando a ocultarse entre las praderas, el césped se sentía fresco y era de un verde perfecto, los árboles comenzaban a dar frutos de manzana al fin después de que mi madre los plantó hace un par de meses.

Había una pequeña niña siendo perseguida por un hombre joven de cabello castaño y barba en estilo candado  recién afeitada. La pequeña niña tenía el cabello lacio hasta los hombros y tenía un pequeño fleco hasta las cejas, además de pequeños hoyuelos a los lados de su sonrisa los cuales aparecían muy seguido ya que la pequeña soltaba carcajadas cuando el hombre mayor la perseguía y la pequeña se sentía atrapada.

Ambos corrieron hasta bajar de la colina, llegando hasta un pequeño lago con agua tan limpia que podía ver nadar rápidamente a los peces y ver sobre el agua pequeñas luces flotar que parecían luciérnagas.

La pequeña niña se detuvo cuando vio algo saltar sobre el lago, volviendo a hundirse en el y repitiendo el acto varías veces, la pequeña corrió más rápido hasta llegar a la orilla.

Sonrió cuando notó pequeños peces acercándose a ella como si le pudieran hablar mientras se presentaban, el hombre llegó segundos después a su lado.

— Este se llama Rufus papá y aquel de allá es su hermano pequeño David. — dijo la pequeña apuntando a cada uno de los peces después de haberlos escuchado presentarse.
— ¿Eso fue lo que te dijeron? — preguntó el hombro y ella asintió con una sonrisa.

La niña siguió jugando con los peces, cuando aquella criatura que vio saltar por el lago lo hizo de nuevo y ella rió cuando fue salpicada por el agua.

— ¡Una sirena papá! — gritó poniéndose de pie para apuntarla con emoción.
— Así es Sky, es una sirena. — dijo con una mueca triste su padre porque tendría que hacer que olvidara todo lo sucedido esa tarde.

La sirena se acercó a ambos con una sonrisa, extendió su mano hacia la pequeña, ella no sabía lo que hacía y su padre estaba muy oculto en sus pensamientos para saber que sucedía, hasta que la niña comenzó a gritar.

(...)

El aroma de galletas recién hechas con azúcar glass eran una de las pocas cosas que me podían hacer despertar de la nada, eso y mi alarma.

Mis ojos solían pesar cuando me levantaba de golpe, por alguna razón esta vez no fue así y tan solo sentía que había dormido por años al tener un gran dolor en mi espalda baja y uno más en mi cuello.

Estaba en un lugar extraño, una habitación que parecía ya haber visto antes con millones de libros y un aroma peculiar que siempre distinguía. Había risas a las afueras de la habitación, los rayos de sol entraban por una ventana junto a una cama en la que estaba recostada, no era mi habitación del internado y tampoco mi alcoba en el castillo.

— iré a revisarla. — dijo una voz detrás de la puerta para que segundos después entrara Liam.
— Luna, despertaste. — dijo con una sonrisa peculiar.
— ¿Dónde estoy? — pregunté.
— En la cabaña, de vuelta en Washington. Tus padres no deben de tardar en llegar de Mundo Mágico. Con todo lo del Año Nuevo se están volviendo locos. — dijo.
— ¿Año nuevo? ¿Cuánto llevo dormida? — pregunté extrañada.
— Es primero de enero, Luna. Tus padres dijeron que era normal ya que Julia te regreso tus recuerdos, ¿Cómo te sientes? — preguntó tomando asiento a mi lado.
— Normal. — respondí simple.

Entonces el extraño sueño que había tenido, ¿era un recuerdo borrado? O ¿cambiado? Porque jamás había recordado algo tan siniestro.

— ¿Has recordado algo? — negué — ¿Segura?
— Si. — asentí mintiendo.
— De acuerdo, los vampiros están entrenando en Mundo Mágico. Después de tus recuerdos devueltos José se puso las pilas y comenzó a darles entrenamientos. — explicó — Tus betas están bien por si tenías curiosidad, entre Luke, Kendall y James les han enseñado lo suficiente para que lo entiendan, además de que ya se presentaron. Ambos son alfas. — sonrió.
— Es genial. — respondí simple.
— ¿Eso es todo? — preguntó asombrado.
— ¿Debería de decir algo más? — pregunté neutra.
— Creí que te alegrarías o al menos preguntarías por Harry o Louis. Darcy te ha hecho increíbles dibujos y Freddie viene a traerte flores cada que puede. Zayn y yo te hemos venido a cantar cuando no podemos dormir y James te compuso una canción. — explicó, parecía molesto — Tus padres han estado preocupados por ti como no tienes una idea, el Año Nuevo fue triste sin ti Luna y tus betas se mueren por conocerte a pesar de lo que les hiciste, aseguran que los salvaste y tú solo dices que es genial. — dijo levantándose de mi lado con el ceño fruncido — Parece como si no te importara. — susurró al final.
— Es que no me importa. — confirme y su ceño se ablandó.
— ¿Disculpa?
— No me interesa Liam, alguien se pudo haber muerto y no siento ni una pizca de lastima, ¿No lo entiendes? No siento nada. — expliqué. Su mirada se rompió y comenzó a negar rápidamente.
— Llamaré a Julia y a los demás. — dijo apurado sacando un par de esposas del cajón de una de las cómodas a mi lado — Esto te mantendrá quieta aquí en lo que todos llegan. Esto no puede estar pasando. — entonces salió de la habitación dejándome esposada y encerrada en la habitación.

Genial, creí que habíamos superado esa etapa.

(...)

La nieve de Washington incrementaba más en Enero y se desvanecía a finales de Febrero, por lo cual estar en una silla esposada a esta, con un montón de personas viéndome como una atracción exótica no era mucho de mi agrado.

— Mhm, bueno, ¿Me quitan esto por favor? Mi trasero comienza a dormirse. — pedí mirando a Liam quien tenía las llaves.
— No lo entiendo, José. Se supone que cuando le regresaran sus recuerdos ella volvería a ser como antes. — dijo Liam, rode los ojos cuando me ignoro.
— ¿Recuerdas algo Luna? — preguntó Elizabeth acercándose a mi, mientras que José, Niall y Liam tenían una conversación sobre mi, como siempre.
— Por décima vez, hermanita. No, no recuerdo nada. — expliqué acomodándome para que mi trasero dejase de doler al menos un poco.
— ¿Me recuerdas a mi? — preguntó Freddie aproximándose a mi.
— Claro pequeño. — sonreí.
— Louis, amor llévate a Freddie y a Darcy al internado. — susurró Harry.

Mire como Louis alejaba a Freddie suavemente de mi y carcajeé.

— ¡Claro, Louis. Llévate a tus hijos lejos de mi, no vaya a ser que la Luna sin sentimientos les haga daño estando esposada! — grité mientras que él se alejaba con Darcy y Freddy — Patético. — rodé los ojos — Puedo no tener sentimientos, pero no soy una psicopata que mata niños inocentes, por Dios. — dije ofendida.
— Bien Luna, trabajaremos con lo que tenemos, solo mantén tu boca cerrada. — dijo Niall tomándome del codo bruscamente haciendo que me levantara.
— ouch. Ten cuidado. — espeté con dolor mientras que él presionaba mi brazo con más fuerza.
— No te pediré disculpas, tú no eres mi Luna. Eres un monstruo.

Y a pesar de que sabía que no sentía absolutamente nada, de alguna manera aquello me dolió más de lo que me gustaría aceptar.