Internado de Vampiros y Hombres Lobo [Libro #1]

Capítulo 37

Luna's Pov

— ¿Luna? — Sol entró a mi habitación.
— ¿Si? — aleje mi vista de mi apunte y la miré.
— Hay alguien que quiere hablar contigo. — se dirigió a la puerta y por ella entró una chica, un chico y Carlos. Se me hacían conocidos.
— ¿los recuerdas? — preguntó mamá refiriéndose al chico y a la chica. Negué —, Luna, ella es Elizabeth. Tu hermana.

Tu hermana.

Mis ojos se aguadaron y un nudo se formó en mi garganta. No sabía que decir en realidad, ella llegaba pero José ya no estaba.

— Hola, Luna. Soy Elizabeth. — la chica de cabello castaño se acercó a mi con intención de abrazarme y lo hizo. No hice nada más que devolver aquel gesto —, se que esto es demasiado raro, pero estoy bien. Lamento haberte herido en el solsticio. No era yo.
— Está bien. — respondí en un susurro apenas audible.

Nos separamos minutos después.

El chico con el que venía resultó ser su novio, llamado Austin; también vampiro. Era alto, ojos de color y una ligera barba y bigote crecían sobre su mentón. Su poder era detener el tiempo, así como el de Elizabeth era poder ver tus recuerdos.

Estuvimos hablando acerca de lo qué pasó con ella y Austin mientras estaba con Destructor, de pronto Sol se unió a la platica junto a Carlos. Tenía a mi familia semi-completa.

Destructor me había quitado a José, pero lo recuperaría. Estoy segura de que lo haría, por el momento solo disfrutaba de tener a mi hermana y mi madre de nuevo conmigo.

(...)

— Y ellos son los vampiros. Alonso, Jos, Alan, Bryan y Freddie. — señale a cada uno en mi teléfono mientras le mostraba una foto de los chicos a Elizabeth.

Sol, Carlos y Austin se habían ido ya hace unas horas, Austin vería el internado para entender cómo sería la dinámica de ellos como vampiros. Yo me quedé con Elizabeth por obvias razones, además teníamos mucho de que hablar.

— Tienes muchos amigos, Luna. — sonrió.
— Si, supongo... ¿conoces a Liam? — ella asintió.
— Al igual que a Louis, Harry y Zayn. — sonrió —, mamá me los presentó.
— Claro, Sol. — hice una mueca. Entonces recordé mi última pelea con José acerca de Julia y Niall. Decidí preguntar —, oye Eli, ¿tu que sabes acerca de Niall y Julia?
— ¿por qué preguntas? — frunció el ceño.
— Curiosidad, Carlos me contó que mis recuerdos están alterados. Nadie parece decirme nunca la verdad y pues bueno, quería saber.
— Niall y Julia son tus padres adoptivos, Luna. Julia tuvo que cambiar tus recuerdos cada que algo sobrenatural ocurría en tu vida, pero, no todo lo que recuerdas es real. Tienes que saberlo.
— ¡Eso es a lo que me refiero! Toda mi vida es una mentira. — suspiré.
— Claro que no, me enteré que te los regresaran después de navidad, eso es en unos cuantos meses. Estarás bien. — se acercó a mi, me abrazó por los hombros y empezó a acariciarlos.
— Extraño a José. — solté de pronto.
— Lo se hermanita, apestas a tristeza.
— ¿Perdón? — me separe de ella.
— ¿No lo sabias? Los lobos desprenden feromonas dependiendo de su estado de ánimo, eso hace que su aroma se amargue o se haga más dulce. — respondió como si fuera lo más obvio del mundo.
— ¿cómo sabes eso? Creí que eras vampiro.
— Lo soy, pero, estuve con Destructor. Aprendes algo en todos estos años y tú, hermanita, apestas a tristeza. Tu aroma es muy agrio.
— Lo lamentó, ni siquiera se cual es mi aroma, solo se el de los demás pero yo no detecto el mío. — bufé
— Yo te lo puedo decir. Eres una alfa, ¿no? — asentí —, pues como ya sabrás la jerarquía licántropo se divide en tres; alfa, beta y omega. Los tres tienen olores diferentes, alfas son muy fuertes, omegas muy dulces y los betas son neutros, algunos tienen otros no. En tu caso, es algo especial. Es fuerte como el de un alfa pero dulce como un omega.
— ¿y cuál es? — pregunté con emoción.
— Creo que Niall tiene razón, debes regresar a la escuela. Esto que te dije es básico. — dijo riendo.
— ¡Vamos Elizabeth! Ya dime. — rogué ignorando lo que dijo.
— Justo ahora hueles a tequila con frutos rojos. — sonrió.
— ¿Justo ahora? — pregunté dudando.
— Te dije que tu caso era especial. Cuando llegué olías a mandarina y ahora hueles a tequila con frutos rojos.
— ¿eso que significa?
— Significa que deberías seguir con tus tareas y prepararte para regresar a la escuela. En verdad lo necesitas. — sonrió y yo reí porque tal vez tenía razón.

(...)

Una semana después...

Me costó, vaya que si; pero, al final logré entregar todas mis tareas, apuntes y proyectos atrasados. Se podía decir que ya estaba "al corriente" yo lo dudaba.

En esta semana Niall se comportó mejor conmigo, no cambió  su regla pero al menos ya me deja salir de mi habitación pero aún no puedo ver a mi manada, ni al clan de vampiros.

Elizabeth y yo nos habíamos hecho más unidas, yo le había contando todo acerca de lo que recordaba cuando era pequeña, como conocí a la manada de Christian y luego a la de James. También le conté cuando me enteré lo que era y mi primera transformación y en cómo mi manada siempre estuvo para mi, le conté de lo qué pasó con el clan de vampiros y en cómo me enteré de la verdad de mi familia y mi adopción. En resumen, le conté mi vida hasta ahora y ella hizo lo mismo.

Liam y mis hermanos, Tom e Ian, se inscribieron al internado eso solo significaba que su estadía sería larga y eso me alegraba.

Justo ahora me dirigía a la clase de la señorita Brooklyn, últimamente había desarrollado algún tipo de odio hacia mi tal vez porque estaba reprobando su materia.
Cuando llegué me dirigí hacia mi lugar junto a Jack, ya no hablaba tanto con él, pero, seguíamos teniendo comunicación.

— Hola Luna. — sonrió al verme.
— Hola. — sonreí.

Después de que Elizabeth me había contando a cerca de los olores solo me hacía preguntarme que era lo que era Jack, además de que mi olfato se había vuelto más agudo y podía identificar los olores con mayor facilidad, pero aún no distinguía su jerarquía.

— Tu aroma es dulce, ¿cierto? — pregunté de pronto. Él me miró extrañado.
— ¿Disculpa? — preguntó.
— Si, tu aroma es dulce. Es como a rompope con capuchino. — sonreí —, eres un omega, ¿no es así?

Jack me miró apenado y sonrió algo sonrojado. Se veía lindo. Él asintió.

— Eres la primera que se da cuenta — sonrió —, tienes un buen olfato, uso supresores pero es increíble que lo hayas notado.

Sonreí como si supiera lo que la palabra "supresor" significaba.

Creo que si debería regresar oficialmente a la escuela.