Capítulo 61

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Maratón 4/4
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Luna's Pov.

Me negaba a creer en donde me encontraba, la oscuridad me albergaba y no estaba segura si ya había abierto los ojos o seguía dormida.

Sentí lagrimas caer por mi mejilla y el suave tacto de alguien limpiando cada una de ellas, mis ojos se abrieron de golpe encontrándome con unos ojos verdes.

— Dark... — susurré identificándolo en mi sueño, no había cambiado en nada.

Sus ojos eran más preciosos cuando los veía en la cercanía que estaba, su tez se notaba tersa y lisa. Me veía tentada a acariciar su mejilla y perderme en sus ojos por horas.

— Luna. — dijo con una sonrisa sacándome de mi pequeño transe.

— Tú me hiciste tener ese sueño. — dije levantándome de donde estaba recostada, al parecer era aquel tronco del árbol cortado por la mitad en donde me habían regresado a la vida.

— Era necesario. — dijo con una sonrisa sumergiendo un trapo en un plato con agua, exprimiéndolo y poniéndolo sobre mi frente — Te diste un buen golpe al caer. — rodé los ojos.

— Por supuesto que lo hice imbecil, me hiciste caer. — reclamé sin pensar mis palabras, de igual forma, me daba igual.

— Ouch, ten cuidado a quien le hablas así. — dijo serio pero con una sonrisa de lado, no se le notaba molesto.

— Uy, despertaste Luna. — entró Michael antes de que pudiera quejarme.

— Tú. — me baje del tronco y me acerqué a él — Tú sabías quien era.

— Desde que entraste por el portal. — sonrió.

— ¿Y por qué actuaste como si no lo hicieras? — pregunté frunciendo mi ceño, no entendía nada.

— No tenias sentimientos, sabría que te valdría poco. Además, los fénix querían ver que tan buena eras en batalla para la luna de sangre. — dijo con una sonrisa.

— ¿Y pase su prueba? — pregunté dudosa, Dark se acercó a nosotros.

— Casi. — dijo con una sonrisa hacia mi, tomó mi cintura y me acercó a él tomando mi mentón, obligándome a verlo directamente a los ojos, al instante sus ojos se tornaron totalmente negros y sentía cómo veía a través de mi alma —. Aún no, sin sentimientos, pero, hicimos un avance. Hay empatía ahí dentro, eso es bueno. — dijo separándose de mi.

Mi corazón andaba rápido, demasiado para ser sincera. Creí que haría otra cosa, jamás alguien me había acercado así a él.

— Charlie... — llamó el chico rubio entrando a la cueva — Ou, despertó... — susurró apenado viéndome algo asustado, impresionado y orgulloso a la vez.

— Y ahora sabe mi verdadero nombre, gracias Owen. — recalcó el nombre, el rubio lo miró mal.

— Te recuerdo. — dije, acercándome a él.

— Ice, para servirte elegida. — dijo haciendo una reverencia.

— ¿Ice? Creí que eras Owen. — dije, el volvió a mirar mal a Dark, ¿o era Charlie?

— Verás, Luna... — dice Michael — Los fénix tienen dos nombres, solo ellos por ser los elegidos de cuidar del bosque encantando, de mi y de mundo mágico cuando los reyes no están. Sus nombres reales sólo pueden ser dichos por personas de confianza, los otros son solo como los conocen. — explicó.

— Mhm claro. — dije — ¿Entonces? — pregunté dudosa.

Ellos me había bautizado y regresado la vida, ¿eso ya calificaba como confianza? Difería drásticamente.

— Personalmente prefiero Fire, el nombre me queda mejor. — dijo el fénix pelirrojo de mi sueño — Un placer verte otra vez, Sky. — hizo una reverencia al igual que Ice. 

— Todos sabían quién era desde que entre por el portal, ¿no es cierto? — pregunté con duda. Ellos asintieron.

— La magia que emanas es muy poderosa. — dijo Fire con una sonrisa.

— Y tu aroma a mandarina es fantástico. — alago Dark, sonreí en agradecimiento.

— Como sea, sabíamos que eras tú, solo teníamos que saber que tan poderosa eras — sonrió Fire mirando con confusión a Dark por lo que había dicho anteriormente.

— Además Julia nos llamó, es importante que recuperes tus sentimientos antes de la luna de sangre. — dijo Ice, al instante siendo golpeado por Fire.

— No se suponía que te enterarás de eso. — dijo esta vez Michael algo apenado por la situación.

— ¿Cuánto estaré aquí?

— Lo suficiente hasta que recuperes tus sentimientos y recuerdos. — dijo Dark.

— ¿Puedo llamarte Charlie? — pregunté cambiando de tema, Ice y Fire rieron.

— Siempre y cuando le digas Owen a Ice. — dijo mirándolo con gracia.

Ice miró indignado a Fire, él rió junto a Michael.

— A mi no me metan en sus problemas, saben que no pueden ser llamados por sus nombres reales. Menos en invierno. — advirtió, sus ceños cambiaron y se preocuparon.

— ¿Qué pasa en invierno? — pregunté.

— Te contaremos otro día, por el momento Michael te dirá dónde podrás quedarte. — dijo Fire, Michael asintió tomando mi mano alejándome de los tres fénix.

(...)

— Aquí te quedarás, ojalá te sientas cómoda el tiempo que estés con nosotros. — dijo Michael dándome el paso a una habitación dentro de la misma cueva en la que tiempo antes estaba, era extraño la estructura de todo aquello, ni siquiera sabía cómo había llegado hasta ahí.

— Gracias Michael. — sonreí.

La habitación era sencilla, constaba de una cama individual con dos cómodas a sus lados, linternas en cada una junto a un tocador y un pequeño closet, había una segunda puerta que me imaginaba era el baño.

— Tu entrenamiento comienza en treinta minutos, será mejor que te prepares. — dijo.

— ¿Disculpa? ¿Entrenamiento?

— Si, los fénix han decidido que te entrenarán para la luna de sangre. Tus padres están enterados y aceptaron.

— Claro que aceptaron — rodé los ojos —. Ellos encantados.

— Tu traje de entrenamiento está en el closet, vendré por ti en treinta para que no te pierdas. — sonrió para después salir de la habitación.

Me acerqué a paso lento hasta el closet, no sabía que podía esperar y la idea me intrigaba.

Cuando lo abrí reí en mis adentros y negué al ver el uniforme.

— Debe de ser una jodida broma.

Internado de Vampiros y Hombres Lobo [Libro #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora