Capítulo 60

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Maratón 3/4
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Luna's Pov.

¡Papá! — gritó el pequeño niño corriendo por los pasillos del castillo — ¡Mira papá! ¡Son estrellas fugaces! — dijo el pequeño señalando a la ventana.

— Vamos Carlos, mamá dará a luz. — dijo José llevándose a mi hermano con él.

¿Nacimiento? ¿De quién?

Corrieron por todo el pasillo hasta llegar a los aposentos reales de mis padres, en la cama no solo estaba Sol, mi madre; si no que también estaba Julia recostada.

Ambas iban a dar a luz.

Julia decía cosas entre dientes, no sabía con exactitud qué, pero Sol se apretaba la mano de José con fuerza y Julia la de Niall.

Había una niña pequeña con dos coletas y un hermoso vestido en rosa, tenía una pequeña tiara, quería creer que era Elizabeth de pequeña y vaya que era tierna.

A su lado, estaba Carlos con los cachetes regordetes y las mejillas llenas de chocolate. Junto a él había otro niño, peinado con su cabello a un lado y una plasta de gel, era delgado y tierno, segundos después me di cuenta que era Ian de pequeño.

Entonces entendí todo, era mi nacimiento junto al de Tom, mi hermano de otra madre.

— ¿Cuánto mas falta? — preguntó José a Niall, ambos se veían más jóvenes, muchísimo más de lo que hoy en día eran.

Julia seguía hablando entre dientes, terminando con un grito desgarrador que hizo llorar a Carlos y lo que parecía ser la niñera, se lo llevó lejos llevándoselo entre sus brazos.

— Ya viene... — dijo Julia jadeando.

Un doctor entró apurado por la puerta de los aposentos, junto a un par de enfermeras y con mucho esfuerzo lograron sacar a Tom del vientre de Julia. Segundos después estaba siendo cargado por Niall, pero yo no parecía salir del vientre de Sol, ni siquiera sabía el porqué.

— Tranquila Sol, el hechizo que hice transfirió a tu hija de mi vientre al tuyo. Solo espera deberías de sentir las contracciones en cualquier... — entonces comenzó a gritar.

— ¡Ya viene! — gritó y el doctor cambió de posición para estar listo junto a la enfermeras.

— ¡Papá! — gritó Ian viendo por la ventana — ¡Mira la luna! ¡Se está yendo! ¡Ya está amaneciendo! — gritó emocionado al ver al sol salir.

Niall y José fruncieron el ceño, eso no podía ser posible, eran cerca de las doce de la noche, no podía amanecer.

— ¿Pero qué...?

— ¡Papá! — gritó esta vez Elizabeth desde otra ventana - ¡Acaban de caer dieciocho estrellas fugaces! Las conté todas yo solita. — dijo orgullosa.

José se acercó a ella poniéndose en cuclillas para llegar a su altura y acariciar su espalda; — bien hecho cariño. — felicitó totalmente extrañado.

Niall no dejaba de ver cómo el día cambiaba a noche y en menos de cinco minutos la noche en día.

Sol no dejaba de gritar y jadear, intentando sacar a la pequeña Luna de su vientre.

Internado de Vampiros y Hombres Lobo [Libro #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora