Capítulo 62

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Luna's Pov.

¿Lista? — preguntó Michael desde el otro lado de la puerta.
— No saldré así. — dije abriendo la puerta para que él me pudiera ver con el diminuto uniforme.
— No te ves tan mal. — dice dándome una mirada de abajo hacia arriba.
— ¿Tan mal? — pregunté rodando los ojos.

El uniforme era negro totalmente de tela de licra, pero no era para nada de mi talla, además estaba muy, demasiado pegado a mi.

— Vamos, no creo que a los fénix les importe. — dijo.

Y era verdad, no era como que a ellos les importara mucho pero a mi si. Además, me atrevía a decir que tenía pena, no solo por mi, pero me asustaba lo que podría decir o pensar un cierto fénix de plumaje oscuro.

— ¿Puedo cambiarme? — pregunté antes de salir de la habitación. Michael negó.
— Ya es tarde, tu entrenamiento debió de haber empezado hace ya cinco minutos. — rodé los ojos —. Andando.

Michael tomó mi mano y me llevó junto a él, bajando escaleras y abriendo puertas, hasta que de nuevo me encontraba en el bosque, en el mismo lugar que había caído cuando Niall me arrojo.

— No hay nadie aquí, Michael. — dije mientras veía todo a mi alrededor.
— Yo no estaría tan seguro. — dijo con una sonrisa para que después un tren se viera a los lejos, dirigiéndose directo a nosotros, pero deteniéndose junto frente a nosotros.
— ¿Esto es mi entrenamiento? — pregunté dudosa viendo cómo los tres fénix salían del tren.
— Corrección, es en donde te llevaremos a tu entrenamiento. — dijo Ice, asentí.
— Mientras me toque junto a la ventana todo estará bien. — dije acercándome a las puertas.
— Lo lamento, Luna. Ese es mi lugar, pero puedes sentarte en mi regazo si quieres. — dijo Dark para después guiñarme y adentrarse con una sonrisa.

Intenté evitar el revoloteo que sentí en mi estómago y el cosquilleo en las palmas de mis manos.

(...)

— ¿Y se supone que eres la elegida? — preguntó con burla un pequeño elfo mientras me lanzaba hasta chocar contra las ramas de un pino.
— ¿Debería intervenir? — preguntó Michael en un susurro hacia los fénix.
— No, ella puede. — respondió Fire.
— Es parte del entrenamiento. — dijo esta vez Ice.
— Si la lastima, está muerto. — dijo Dark.
— Me das lastima, siempre creí que la elegida sería mejor. — dijo acercándose a mi a paso rápido.
— Y yo creía que los elfos eran seres buenos. — dije rodando por la nieve, esquivando un golpe sobre mi rostro.
— En invierno no querida. — dijo con una sonrisa en grande, todos los dientes eran colmillos, encajando perfectamente uno con el otro.

El elfo se acercaba a mi, cada vez más rápido.

Decidí intentar algo, si lo hacía bien podría con el elfo, si no, los fénix tendrían que intervenir.
Cerré mis ojos, tranquilizándome y concentrándome en lo que quería hacer.

Me pude notar a mi misma, una versión pequeña en mi mente, en una habitación llena de cordones de todos los colores; entre ellos uno negro que brillaba con intensidad. Mis sentidos me decía que era ese el indicado.

Mi pequeña versión se acercó a el y lo tomó entre sus manos, apretándolo y succionando toda la energía que obtenía del cordón.

Dark comenzaba a debilitarse. Sus piernas comenzaron a flaquear y se detuvo de Ice por inercia, al menos eso sentía.

— Me está drenando por el vínculo. — susurró.
— Pero eso solo se puede hacer en nivel tres, ella está en el dos. — susurró Ice.
— Es más poderosa de lo que creíamos. — dijo Fire y casi podía apostar a que estaba sonriendo.

Internado de Vampiros y Hombres Lobo [Libro #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora