Capítulo 50

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Luna's Pov.

¡Maldición! — grité cuando caí en un arbusto.
— ¡Luna! — gritó Luke a mi lado.
— ¿Estás bien? — pregunté quitándole unas cuantas hojas secas que se habían enredado en su cabello.
— Si, ¿y tú? — asentí.

Luke me ayudó a ponerme de pie, mi vestido estaba hecho un desastre estando lleno de tierra en la parte de abajo y mis tacones llenos de polvo y algo de lodo, estaba hecha un asco.

— ¡Luna! — gritó Elizabeth a lo lejos. Unas dos millas de distancia a donde nosotros estábamos. — Deja a Luke esperando a los demás, papá quiere que nos preparemos, la coronación es en 20 minutos, ¡date prisa!
— ¿estarás bien? — pregunté mirándolo.
— Claro que si, Luna. No te preocupes. — sonrió dándome a entender que había escuchado perfectamente a Elizabeth.
— ¡Cuidado abajo! — escuché gritar a Kendall mientras lo veía caer en otra dirección.
— Suerte reuniéndolos, nos vemos.

Me separé de Luke y me teletransporte a donde estaba Elizabeth, sin saber muy bien a donde había llegado, los colores respondían a mi duda.

Personas corriendo por todo el lugar, enormes decoraciones de flores en cada pilar en cada habitación, colores alegres y que gritaban realeza solo con ver el color oro que acompañaba al beige en alguna decoración o portarretrato.

— ¡Luna! — gritó Sol a mis espaldas. Vestía algo totalmente diferente a la que uso en la cena navideña en Washington. Con un vestido largo de noche en colores fríos con un maquillaje del mismo tono, sin embargo, portaba unas pantuflas que a larga distancia se veían cálidas por la lana que tenían dentro, suponía que eran para no cansarse tan pronto por usar tacones. — Tu hermana te espera en tu aposento real para vestirse, tienes quince minutos señorita, tus mucamas te guiarán. — señaló a dos chicas detrás de mi —, por favor se puntual Luna, tienes una fama de llegar tarde. — asentí apenas terminó.
— Un gusto, mi lady. Soy Amanda y ella es mi hermana Sabrina. Seremos sus mucamas, por favor síganos. — sonrió una de ellas.

Ambas chicas se veían de la edad de Elizabeth, unos 21 años. Portaban el uniforme cliché en blanco y negro con un pequeño gorrito que adornaba su cabello que estaba peinado en una gran colita de caballo y nos zapatos que parecían estilo ortopédicos pero cómodos en color negro.

Me escoltaron por todo el pasillo del gran castillo, había fotos por doquier y en ninguna me reconocía, observaba a Carlos o Elizabeth de bebés, a Sol y José; incluso Niall y Julia estaban en algunas fotos junto a Sol y José, pero yo no estaba en ninguna.

No podía decir que me sentía mal, pero lo estaba. Había un hueco en mi pecho que me hacía dudar de todo esto, sin embargo era entendible. Yo jamás viví en un castillo, desde pequeña estuve en un mundo sin magia y aquí era todo diferente.

Había pequeñas hadas limpiando en las esquinas que ninguna escoba podía llegar, animales que se convertían en humanos arreglando la alfombra o poniendo pequeños moños en las cortinas para que el sol entrara, vampiros y lobos vestidos como meseros y llevando copas de vino y champaña a lo que parecía ser el gran salón.

— Mi lady, hemos llegado. — habló una de las chicas.

En frente había una gran puerta de unos seis metros de alto, los colores eran los mismos, las chapas de la puerta parecían ser de oro y me sentía tentada a abrir la puerta por mi misma. Amanda lo hizo y me dejó ver un cuarto diez veces más grande del que tenía en el internado, en colores dorados y rosas pasteles. Una gran cama king size justo en medio de la habitación, cómodas a los lados, un pequeño sillón giratorio en medio junto a un escritorio pegado en la pared respetando los colores, además había otras dos puertas que me suponía era el armario y el baño.

— Regresaremos por usted en diez minutos. — comentaron y cerraron la puerta detrás de mi una vez que yo había entrado.

Todo era bellísimo, las sábanas de la cama parecían ser de seda, al igual que las cortinas en mi ventana que estaban levantadas y sostenidas por un gran moño en ambos lados.

— ¡Luna, al fin, te estaba esperando! — grito mi hermana al verme mientras salía de una de las puertas que al parecer era automática. — ¿te gusta? Yo misma la decoré, se que nunca pudiste disfrutar de tus genes reales cuando eras pequeña, por ello espero que en verdad te guste, igual si no, la puedes cambiar. — sonrió tomando mi mano y adentrándome al cuarto del que ella salió.

La puerta se abrió automáticamente y yo me quedé sin palabras al ver de lo que se trataba.
Era un armario del tamaño de mi habitación del internado, lleno de zapatos y ropa, con cajones que Elizabeth abrió con un control y había de todo tipo de joyería, además de dos tiaras y una gran corona al centro.

— Las tiaras las tienes que usar forzosamente mientras estes en el castillo, la corona es la que usarás hoy y con la que te coronarán, esa solo se usa en eventos importantes. Pero, no es tiempo de explicaciones, hay que arreglar este desastre. — quito una hoja de mi cabello.
— Bien, estoy en tus manos.

(...)

Las trompetas sonaron, me sentía extraña en mi vestido, más aún con el corsé que había sido apretado en sobremanera por Amanda y Sabrina, ¡apenas podía respirar sin sentir que una costilla se me salía!

No había visto a mi manada desde que llegué, sabía que ellos estaban junto con el pueblo, fuera del castillo, pero hubiera sido lindo que estuvieran junto a mi.

Estaba al lado de Elizabeth que usaban un vestido del mismo diseño que el mío pero en diferente color, ambas portábamos una pequeña tiara que iba a ser cambiada por una corona un poco más grande, mi hermano, Carlos, portaba un esmoquin en color azul con sus rizos peinados hacía un lado formando un pequeño copete.

A nuestro lado había guardaespaldas y una persona detrás de nosotros que tenía una bolsa negra en la cabeza custodiado por otro guardaespaldas, eso me daba miedo y tenía lástima por el, podría ser un delincuente vampiro y sería expuesto a la luz del sol como condena.

— Y ahora, la coronación de las princesas y el príncipe de Mundo Mágico. — anunciaron y sentí mis manos sudar bajo mis guantes.

Internado de Vampiros y Hombres Lobo [Libro #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora