Capítulo 55

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Luna's Pov

Estar sola en mi alcoba era aburrido. De pequeña siempre creí que estar en un castillo, en una alcoba de un castillo sería lo mejor que me podría pasar. Ahora solo veía mi corona sobre mi cama y no sentía absolutamente nada.

No recordaba cuando había sido la ultima vez que me habían encerrado en mi habitación por un castigo, supuse que esta era la primera vez, a excepción de cuando tenía diez años y Julia me quito mi Nintendo por dos días como un castigo por no dormir esa noche, pero ahora ya todo era diferente.

Era al rededor de la media noche y solo quería salir de aquí porque lo que menos quería eran mis recuerdos de nuevo. Sin emociones podía ser la Luna que todos quería que fuera.

Podría ser esa persona despiadada, podía ser su títere y no me importaría en lo más mínimo, sería más valiente y me importaría poco lo que le pasase a mi manada. Después de todo, para José parece ser lo más importante. Pero no, me tienen encerrada como a un perro de la calle y solo espero que el campanario empiece a sonar para prepararme a volver a ser la Luna llorona, sensible y de la que todos tienen algo para opinar.

Como lo predije, las campanas no tardaron mucho en sonar. El seguro de mi puerta se abrió dejándome ver a dos hombre mayores, mucho más altos y fuertes que los que solía ver.

Uno de ellos tenía el cabello largo de color castaño claro y era un poco más alto que el otro con cabello castaño oscuro pero cabello corto. Ambos se aproximaron a mi poniéndome rápidamente esposas con símbolos extraños grabados en ellas, además de un collarín y tobilleras con los mismos símbolos raros.

— ¿José me tiene tanta desconfianza? — pregunté con burla, porque simplemente era demasiada seguridad.

Ellos no dijeron nada y tan solo me escoltaron hasta el salón de eventos en donde estaban todos mis conocidos y en una esquina el mismo chico que estaba cuando me estaban coronando, ¿José quería que ampliara mi manada? Sería un gusto.

Tan pronto como los dos grandulones me quitaron las esposas, tobilleras y collarín, la puerta del gran salón se cerró de igual forma. Use mi velocidad vampirica para aproximarme al guardia que lo cuidaba, era un humano de igual forma y José quería que tuviera mas lobos.

El guardia era apuesto, cabello corto y moreno, ojos cafés que lo hacía ver precioso y en una etiqueta en su saco estaba su nombre. Calum.

Un placer Calum. — sonreí antes de tomarlo del cuello y dejar una mordida de licántropo en el.

El pobre chico cayó al suelo con su mano cubierta de sangre sobre su cuello, sentí a Christopher y Erik aproximándose hasta el chico, así que le quite la capucha rápidamente al otro y unos preciosos ojos verdes me recibieron, al igual que un cabello rubio hasta los hombros.

— Hola. — sonreí.
— ¿Me harás daño? — preguntó temeroso y juraría que me hizo sentir ternura.
— Oh cariño — dije sacando mis colmillos licántropos de nuevo —, solo sentirás un pinchazo. — sonreí para después tomar su mano esta vez y morderlo de igual forma.
— ¡Luna! — gritaron a mis espaldas cuando el otro chico también había caído desmayado sobre Calum.
— ¿si José? — pregunte dándome la vuelta para encararlo.
— ¿por qué lo hiciste? — preguntó
— Así lo querías tú. Si no mal recuerdo, tú querías que tuviera más betas para la luna de sangre y aquí tengo a dos más. — sonreí —. Además si no quisieras que lo hubiera hecho, ¿por que traerlos ahora? — él no dijo nada — Lo que creí, — reí — ¿Enserio quieren deshacerse de esta Luna? — pregunté aproximándome a ellos — Esta Luna acaba de convertir a dos chicos en futuros licántropos. Sin dudar, sin temer, sin titubear. ¿Acaso no era lo que querías José? ¿Una Luna sin emociones para tratar como tú títere? Aquí me tienes. ¿Quieres que a Liam o a Luke los haga híbridos? — saque mis colmillos vampiricos esta vez — Puedo hacerlo con tan solo una mordida, después de todo es luna llena.

La mirada de José en mi era neutra, pero sabía que lo estaba haciendo sufrir lento y dolorosamente, en realidad a todos ahí presentes.

— Está no eres tú, Luna. — susurró Sol con lágrimas en los ojos.
— ¿Y tú cómo lo sabrías? Ni siquiera estuviste conmigo de niña y apenas pasamos tiempo juntas, no te atrevas a decir que esta no soy yo cuando ni siquiera conoces a la verdadera. — espete y ella comenzó a llorar — ¿Alguien más para escuchar la dolorosa verdad? — pregunte con gracia viendo a todos a mi al rededor, los cuales me habían estado encerrando en un círculo con ellos de barrera, que estupida idea.
— Suficiente. Lobos, contra ella. — ordenó José con lágrimas en los ojos.

Al instante, toda mi manada se convirtió en lobos y se aproximaron a mi lentamente. Reí fuerte ante lo sucedido.

— Soy su alfa, José. — dije mirándolo con mis colmillos combinados. Licántropo y vampiro —. Con un simple rugido los detengo a todos. — sonreí sintiendo el poder en mi garganta pero siendo robado rápidamente, me giré curiosa a José quien esta vez me sonreía.
— No esta vez Luna. — dijo con una sonrisa mientras que sus ojos se tornaban rojos.
— Pero... — susurré— Se supone que solo puedes ser el alfa de una manada si el otro alfa está muerto. — dije confundida.
— Lo que no te dicen es que si el alfa usual está muerto, no solo por fuera pero también por dentro, se le pasará el poder a alguien más fuerte de la manada. — dijo con una sonrisa victoriosa — No tienes alma, Luna. Yo si.
— Bien. — dije con una sonrisa escondiendo mis colmillos licántropos y dejando los vampiricos — Veamos quien se atreve a acercarse y ser convertido en híbrido en el intento. — dije con una sonrisa viendo la cara preocupada de los lobos.
— No lo creo Luna, no puedes convertir algo que ya es híbrido. — sonrió mientras que Zabdiel se acercaba a mi con rapidez mandándome con un fuerte golpe hasta el otro lado del salón.

Sorpresivamente caí sentada en una silla, serpientes aparecieron a mi lado estrujándome junto a la silla para que me fuera imposible moverme y entonces Julia comenzó el hechizo.

Internado de Vampiros y Hombres Lobo [Libro #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora