Capítulo 20

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Luna's Pov.

—Bueno, como ya te lo había dicho tu hermano. Tú naciste en luna llena, así que por la profecía tu eres la elegida, la que nos salvara de todo el mal y a la edad de diecinueve años serás la elegida al trono por parte de tu madre. —suspiro —. Ella era una vulturi, o sea venía de la realeza. Cuando la conocí era princesa y pronto llegaría al trono. Al principio hubo uno que otro problema porque ya como sabrás, vampiros y lobos no se llevan bien, sin embargo ambos luchamos por estar juntos. El tiempo pasó, tu madre era reina, tuvimos a Carlos y Elizabeth, tiempo después estaba embarazada de ti. Fuiste un poco difícil —rió con su mirada en el aire—, nunca supimos exactamente que raza eras, hasta que cumpliste los tres años, entonces nos dimos cuenta de que nuestra pequeña hija era la elegida. Aunque siempre creíamos que esa era tu hermana mayor. Elizabeth. — volvió a suspirar —. También destructor lo creía. Algo que Carlos no te contó, Luna, fue que Destructor capturo a Elizabeth primero pensando que era la elegida, cuando se dio cuenta que no fue así quiso matarla, tu madre se fue con él para calmarlo prometiendo que si ella iba tu tendrías tiempo para entrenar hasta el día de la coronación. — me miró suspirando —. Sin embargo, todo empezó con una guerra, Elizabeth acababa de cumplir los ocho años pero estaba con destructor ya que él pensaba que era la elegida y si la tenía de su lado podría quitarle el trono a tu madre, en cambio Carlos y tú aún eran pequeños. — rió —, ese día que Destructor atacó, tu madre y yo los llevamos a los dos a las bóvedas del reino y así Destructor no les haría daño, sin embargo nos engañaron. Un amigo nuestro nos defraudo y termino llevandolos con él. — suspiro —. Sin embargo la parte interesante de todo esto es que, Destructor no nos hizo daño y todo fue gracias a ti, Luna. — sonrió.
— ¿A mi? —pregunté confundida.
— Estabas desarrollando tus poderes, hiciste un escudo en mi, papá y mamá. — dijo esta vez Carlos con una sonrisa —. Esa vez no nos hizo nada y ganamos la guerra. — sonrió —. Para entonces, Destructor sabía que tu eras especial, que tú no eras como las demás bebés, entonces descubrió que eras la elegida y fue cuando mamá se entregó — su sonrisa desapareció y no pude evitar sentirme culpable —. Entonces papá huyó sólo del reino y llegamos aquí, te puso en adopción para que estuvieras a salvo. Yo aún seguía teniendo contacto con papá. — terminó Carlos y siguió José.
— Tuve contacto con una familia de hibridos, lobos y hechiceros, acababan de tener a su segundo hijo y ellos se ofrecieron a adoptarte, Luna, seguro los conoces, porque son los Benson.
— ¿Cuales eran los poderes de Eli y Sol? — pregunté ignorando lo que había dicho acerca de los Benson.
— Tu madre podía controlar movimientos ajenos y Eli podía ver tus recuerdos. — sonrió.
— ¿Carlos y Elizabeth también son híbridos?— pregunté ya que no recordaba el nombre.
— Si, sin embargo Carlos usa mas su lado lobo y Eli su lado vampiro. Pero lo que te hace a ti la elegida es que hayas nacido en luna llena, además del bautizo por los fénix y los cambios que hubo como ya te contó Carlos.
— ¿Cómo me encontré a Carlos? Es decir, cómo llegaron a mi vida él y mi antigua manada — pregunté mirándolo.
— Siempre tuve contacto contigo Luna, desde muy pequeña, probablemente no lo recuerdes pero yo fui irónicamente tu padrino cuando saliste de la primaria, te digo que seguro no lo recordarás porque ese día fue borrado de tu memoria ya que viste un duende entregarte un pequeño peluche y te asustaste — rió —; así que decidimos mejor borrar eso.
— ¿Podré recuperar mis recuerdos?
— Después de Navidad, Luna. Ya te había dicho. — asentí —. ¿Más preguntas?
— Por el momento no, pero si tengo alguna vendré contigo. — sonreí —. Gracias por contarme.
— Claro. — sonrió.

Los tres nos paramos de nuestros respectivos asientos, Carlos se despidió de José para después tomar su caja y salir de su oficina, miré a José una última vez y me apresuré a salir de su oficina.

— Luna.
— ¿si?
— ¿Crees que es demasiado pronto para que me llames "papá"?

Vaya, me esperaba cualquier otra cosa menos eso. Pensé por unos minutos la respuesta, se hizo un silencio bastante incómodo, nadie decía nada y dudo que algunos de los dos tengamos las agallas para hacerlo.

— Te lo dire cuando esté lista, por ahora es demasiada información que procesar. — le dedique una mirada tierna y salí de ahí.

El ambiente se había vuelto pesado y justo ahora prefiero congelarme afuera que estar otro segundo más ahí adentro.

¿Cómo se supone que venceré al tal Destructor si ni siquiera soy lo suficientemente valiente para llamar "padre" al hombre que me dio la vida? ¿Cómo decirle sin que se me forme un nudo en la garganta e intentar no ponerme a llorar como una niña pequeña? Porque todo lo que pienso cuando pronuncio aquella palabra en mi mente es que todo este tiempo la he estado usando mal, que todo este tiempo se la he dicho a la persona equivocada, pero, en realidad no.

Niall, mi padre adoptivo, se merece mejor ese título que José, se que él me intentó proteger pero Niall estuvo ahí cuando José no.

Niall estuvo ahí cuando me caí en bicicleta la primera vez.
Niall estuvo ahí cada noche que tenía pesadillas.
Niall estuvo ahí en mi primer día de escuela.
Niall estuvo ahí cuando me rompieron el corazón.
Niall estuvo ahí en mi baile de graduación.
Niall siempre estuvo ahí.

Pero, no recuerdo a José y no lo recuerdo porque mis recuerdos fueron borrados, por mi misma familia adoptiva, ¿en quién se supone que debo de confiar si todos me han ocultado algo desde que nací?

Entonces una llamada me sacó de mis pensamientos, el nombre que adornaba mi teléfono vibrando era el que menos quería ver el día de hoy.

Era mi madre. Mi madre adoptiva.

Internado de Vampiros y Hombres Lobo [Libro #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora