Capítulo 70

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Luna's Pov.

El castillo de Drácula era justamente como un niño pequeño se lo imaginaría.
Era tenebroso; paredes de piedra oscura y antorchas en cada esquina del lugar. Había telarañas y utensilios de plata sucia.

Mi alcoba era grande. Mi abuelo decidió que me quedase en la que antes era la habitación de mi madre, Sol. Y cuanto agradecía ahora por su amor por la organización y limpieza. Creo que era el único lugar del castillo en el que no me sentía tan asqueada.

Ni siquiera me moleste en enojarme con Drácula por el claro secuestro que había pasado. Al parecer era un títere para mi familia al que podían llevar de un lado a otro sin pedir opiniones, ni permisos. Me estaba acostumbrando, enojarme solo haría que mi estancia aquí fuese infeliz. Aún más.

Lo que aún no comprendía eran aquellas chicas que parecían ser vampiresas, pero el aroma me decía otra cosa. ¿Acaso mi abuelo tenía híbridos encerrados?

— ¿Cómo es que vives así? — pregunté cuando me habían mandando llamar para la cena y vi un desastre.

Ambos estábamos en un gran comedor, cada uno en un extremo de la mesa. Esta estaba sucia, los manteles eran negros y la comida era asquerosa. Había ratas muertas, lo que parecía ser la piel de una serpiente hervida y un par de bolsas de sangre abiertas.

Un plebeyo se acercó a mi, sirviendo una gran copa de una sustancia roja. Suponía que era sangre porque olía a hierro.

— Así es como vive un verdadero vampiro, querida. — dijo con orgullo.

— ¿Quienes eran las chicas que te ayudaron con mi secuestro? — pregunté.

— ¿Secuestro? — preguntó con tono ofendido — Querida, yo no te secuestre. Solo te tomé prestada por unos días para enseñarte lo que era ser un verdadero vampiro. — explicó tranquilo. Rodé los ojos.

— ¿Sabes que tengo como madre a tu hija, cierto? — pregunté — ella perfectamente podría enseñarme. — respondí.

— Adelante, es un festín el que tenemos hoy, por favor, sírvete. Disfruta. — sonrió ignorando mi queja. Alzó su mano apuntando al plato de ratas, este comenzó a levitar hasta que él tomó una gran rata gorda de color gris y la puso sobre su plato. Regresó el plato a su lugar una vez más. — Esto es lo que comerás por un largo tiempo, querida. Será mejor que te acostumbres.

Mi ceño se frunció; — ¿Cómo esto me ayudará con mi lado vampiro? — pregunté. Conociendo a mis padres seguro estarán bien con que esté aquí un par de semanas, ellos mismos me habían enviado al bosque mágico en su etapa peligrosa, el castillo de Drácula no podía ser peor.

— Un vampiro querida, es un depredador. Cazamos por deporte. — explicó. Mi sangre se heló.

— ¿Disculpa? — pregunté asustada. No me gustaba herir personas, pero si eso significaba ser un vampiro entonces no quería serlo.

— Tranquila querida, todo estará bien. No matamos personas, eso es anticuado y aburrido. Las personas ya no corren asustados, las generaciones de ahora son complicadas...

Ajá, sigo sin entender como todo esto me ayudará a...

— Querida ese es el punto, al no saberlo... — me interrumpió para después ser interrumpido.

— ¡Drácula! — gritó o más bien, silbó algo o alguien detrás de mi.

Me volteé rápidamente encontrándome a Ice. Aquel fénix azul cielo del bosque encantado, que junto a Dark y Fire querían regresar mis sentimientos. No los había vuelto a ver desde el día en el que me moleste con ellos y decidí ir en busca de Shawn con ayuda de Celestia, la pequeña hada que hablaba en rimas.

Internado de Vampiros y Hombres Lobo [Libro #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora