Capítulo 44

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*Tres semanas después, noche del viernes a las 8:54 pm*

Mi teléfono vibró en la mesita de noche cuando estaba apunto de caer rendido. Solté un suspiro de cansancio, me parecía extraño porque ya le había dado las buenas noches a Sam. Estirando la mano, lo tomé con movimientos torpes. La iluminación me cegó por unos segundos, los suficientes para no tener idea de quién llamaba tan tarde.

Sin embargo, no fue necesario ver el identificador. Reconocí el llanto desgarrador al instante.




Tiempo actual

Estábamos a pocas semanas del baile de graduación, y yo no tenía un traje con el cual asistiría. En cuanto se lo dije a mi madre, abrió sus ojos como platos y me dijo que se tomaría un día libre para ayudarme a escogerlo, porque según ella yo tenía gustos "ordinarios y simples". Al siguiente día, ya estábamos camino al centro. Nos encontrábamos en el auto y decidí preguntarle sobre Riley.

--Oye, mamá --ella desvió sus ojos de la carretera un segundo, dándome a entender que me estaba prestando atención -- ¿Y Riley? No lo he visto más por la casa.

Mamá se revolvió en el asiento, incómoda. Supongo que no había anticipado esta conversación, al menos no tan pronto.

--Oh... él, ehm... Riley está trabajando.

--Sí, lo sé, es doctor.

--Traumatólogo --una de las esquinas de su boca se levantó --. Una verdadera suerte que lo sea, y que fuera estado de guardia el día de tu accidente, ¿cierto?

--Supongo que sí.

En el fondo, sí agradecía un montón que fuera sido él el médico de guardia. Pero no se lo iba a decir.

--Fue a verme ayer en el trabajo, me llevó unas flores.

--Oh --murmuré divertido, dispuesto a burlarme --, con que ésas fueron las flores que vi en el comedor.

Si no me equivocaba, mamá acababa de sonrojarse.

--Muy bonitas, ¿verdad? Seguro que también muy costosas.

--Puede pagárselo, mamá, es médico.

--Lo sé, Zayn, pero aún no me... acostumbro a este tipo de atenciones. Tu padre... --giró su cara para verme, y como mi expresión no era hostil ni poco amigable, ella continuó --, él... bueno, puedo contar con los dedos de una sola mano las veces que él me llevó flores a la casa y, si mal no recuerdo, era después de que me hacía algo malo a mí o a uno de ustedes. Nunca salió de su corazón. Por eso me parece extraño que Riley lo haga de forma tan natural.

Me quedé callado, comprendiendo de una vez por todas que Waliyha y yo no habíamos sido los únicos lastimados de aquella situación en el pasado. Los dos habíamos quedado marcados, pero mamá también, y con ella la cosa era peor de alguna manera, porque al menos nosotros éramos muy pequeños, nuestras mentes no comprendían cómo pasaba todo, no entendíamos lo que ocurría. Pero mamá... ella fue dañada, traicionada y maltratada por doce años. Mi padre, el hombre que amó por mucho tiempo, con quien se casó para pasar el resto de su vida a su lado rompió todos sus esquemas, su confianza, e incluso su autoestima.

Tenía razón en no confiar en Riley.

La miré de reojo, por primera vez, viéndola con otros ojos. Había tardado mucho en darme cuenta de esto, demasiado tiempo. Estaba ocupado con mis niñerías e inmadurez, mi egoísmo. Mi madre, quien hizo todo lo posible para alejarnos de mi padre para protegernos, aunque eso significara mudarnos y empezar de nuevo, desde cero, a otro país, otro continente, lejos de Waliyha, no lo pensó dos veces.

Surrender | Zayn Malik |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora