Surrender | Zayn Malik |

Capítulo 5

El fin de semana pasó rápidamente, y ya nos encontrábamos a domingo. Liam nos había dicho ––por no decir “ordenado” –– que investigáramos nuestros puntos para tener el informe listo e impreso, así que pasé gran parte del domingo arreglando los detalles de mi punto para luego enviárselo a Liam por correo. Internet era de mucha ayuda en estos tiempos. Cuando oprimí el botón de “Enviar”, pude respirar aliviado. Podía escuchar a mi madre ordenándoles a los que traían la mudanza ––sí, aún estábamos en eso –– que pusieran todo con extremo cuidado.

Y luego, mi teléfono sonando.

Antes de responder ya sabía quien era.

––Waliyha.

––Zayn ––casi podía verla sonriendo ––. A ver, idiota, ¿cómo es que has tenido un accidente? ––apostaba que tenía los brazos cruzados. Inclinándome sobre la silla, puse los pies sobre mi escritorio recién puesto.

–– ¿Y casi una semana después es que me llamas? Como se ve que te preocupas por tu hermano…

––No podía llamarte. Papá me castigó ––me erguí en cuanto escuché eso.

–– ¿Por qué? ¿Te ha hecho algo más?

Temí que me dijera que le había golpeado.

––Sólo porque le grité, es una nena ––me reí fuertemente por lo que dijo ––. No me ha hecho nada, Zayn, sabes que por encima de todo…

––No confío en él. Además, también lo hacía con mamá, ¿por qué no habría de pegarte a ti?

–– ¿Podemos dejar esta conversación para otro día? Mejor hablemos de que te has quedado estúpido por el golpe.

Aunque le seguí la corriente y expliqué lo del accidente, aún no se me iba de la cabeza lo que me había dicho. En realidad, no era por papá. También creía que no podría ponerle una mano encima a Waliyha aunque sí lo hubiera hecho con mamá. Por más que sea, es su hija… ¿verdad? Lo que me chocaba era que no podía protegerla como debería. ¿Cómo sería para Waliyha? ¿Y cuándo le preguntaran por mí? Sabía que sus amigas le preguntaban por mí. Cosas como “¿y el celoso contigo?”, “¿y te protege?”.

¿Qué respondería ella?

«Oh, sí, él me cuida… a un océano de distancia. Genial, ¿cierto?»

Apesta.

Además, estaba el hecho de que la extrañaba. Teniéndola al teléfono podía imaginarla acostada en su cama con sus pies entrelazados, como siempre hacía cuando estaba al teléfono. Me pregunté si, cuando hubiera pasado más tiempo, ella se olvidaría de mí. En el sentido de esto, nuestra relación, si olvidaríamos como llevarnos como hermanos.

––…así que fui a una cita el viernes por la…

–– ¿Cita? –– ¿de qué me había perdido? La risa de mi hermana se escuchó en la otra línea.

––Claro que no, bobo. Era para verificar si me estabas escuchando. Y al parecer sólo escuchas cuando te conviene.

––Ah ––carraspeé un poco –– y… ¿no tienes novio?

––No puedo creer que estemos hablando de esto.

––Vamos, Waliyha, soy tu hermano. Además, tengo ganas de patear traseros ahora mismo.

Ella volvió a reírse.

–– ¿Del otro lado del mundo?

Y nos quedamos en silencio.

––Mamá dice que iremos para navidad ––me informé yo luego de unos tensos minutos ––. Que pasaremos año nuevo contigo.

––Genial, porque no quiero pasarla con papá.