Surrender | Zayn Malik |

Capítulo 6

Sam POV’s

Iba saliendo del salón de clases cuando alguien me tomó del brazo. Sonriendo, pensé que sería Cristina, ella siempre tenía esa manía de sacarme de todas partes así. Pero luego vi esa mano para nada afeminada, y supe quien era. Yo misma había tomado esa mano centenares de veces.

Ahora no quería que ni me tocara.

––Suéltame ––le exigí zarandeándome.

––Espera.

Y tenía las agallas para ordenarme algo. Conteniendo la rabia, hablé entre dientes.

––Suéltame o grito ––le amenacé mirándolo a los ojos. Malditos ojos verdes. Matt me miró largamente, como si pensara que no lo haría, y por fin me soltó. Levantando la barbilla lo observé con altanería.

––Necesito que hablemos.

––Ya hemos hablado suficiente ––pasé por su lado, ignorándolo, pero él me tomó de nuevo. Estaba irritándome. Me empujó hasta ese espacio que hay entre los casilleros, acelerando mi corazón. Pero no malinterpreten. No era porque sintiera algo por él, yo jamás sentiría por Matt algo más allá que el resentimiento.

––Por favor ––me pidió, colocando sus brazos a ambos lados de mi cabeza en caso tal que intentara escaparme. Frustrada supe que perdería mi siguiente clase ––, hablemos.

––No tengo nada que hablar contigo ––le espeté lo más fríamente posible.

––Pero yo sí. Por favor, escúchame. Tú no tendrás que decir nada, sólo… escucha mi versión, ¿si? Quiero aclararlo todo.

––No quiero.

––Pero Sam…

––Para ti, Samantha, ¿de acuerdo? ––mi buen humor se había esfumado para este punto. Lucía un poco herido por mi comentario, y la parte buena de mí se removió en compasión. Suspiré, preguntándole a Dios porqué me afectaban los sentimientos de los demás ––. Si te escucho, ¿me dejarás en paz? Estás fastidiándome.

¿Por qué intentaba arreglar las cosas entre nosotros? Lo nuestro ya no tenía arreglo.

 Pensé en las veces que ya había hecho esto con anterioridad y lo había rechazado. Si esto seguía así, sería como una rutina. Y apenas estamos comenzando el curso. No lo quiero ver en lo que queda de año, al menos no voluntariamente, por ello acepté verme con él.

––No volveré a intentar hablar contigo ––musitó en voz baja. Recuerda lo que te hizo, me recordó mi mente, no sientas pena por él.

––Bien.

Matt se puso derecho, con una pequeña sonrisa dibujada en sus labios. Él era realmente guapo, pero ya no producía nada en mí como lo hacía antes. Recuerdo el sudor en mis manos cuando lo observaba llegar, pasándose la mano por el pelo. Recuerdo verlo jugar en los partidos…

Me reprimo, obligándome a ponerle atención.

–– ¿Te parece bien hoy? ––me pregunta, tanteando el terreno.

––Sí, quiero salir de esto ya ––hace una mueca que no me molesto en ignorar. Entonces me doy cuenta que ya todos han entrado en los salones y aún estamos en el reducido espacio. Aprovechando que él ha bajado la guardia, me escabullo –– ¿Dónde? ––inquiero apunto de marcharme.

Él también sale del espacio, ajustándose el uniforme. Es increíble que le dejen pasar que tenga el cabello largo sólo por ser del equipo. Bueno, para ser sinceras, a Louis también se lo permiten.