Sam
–– ¡Sam! ¡Sam, espérame! ––alguien gritó detrás de mí. Incluso en la distancia podría reconocer esa voz a dónde fuera.
–– ¿No te habías ido ya?
––No, sólo me salté la última clase.
–– ¿Y porqué no te fuiste?
––Oh, yo sólo… quería esperarte.
Lo observé sin ninguna expresión, pero por dentro estaba saltando de la alegría. Le sonreí, indicándole que empezáramos a caminar.
–– ¿Debo pedirle la mano a tu padre o algo? Soy nuevo en esto y no sé absolutamente nada.
Solté una carcajada.
–– ¡Claro que no! Ni que fueras a casarte conmigo. Sólo debes buscarme, y sino puedes, nos encontraremos en el gimnasio.
––Te pasaré buscando.
––Bien. ––pasaron unos segundos de silencio, pero no era incómodo. Era confortable caminar al lado de él sin tener ninguna conversación, con nuestros brazos rozándose y miradas robadas –– ¿Te dije que tocaré una canción?
–– ¿Qué? No me dijiste. ¿Cuándo será?
Me observaba y yo tenía que concentrarme duramente en no tartamudear. Él tenía esos ojos tan penetrantes y esas pestañas oscuras que me hacían volver loca. Creo que no es necesario que diga lo que es obvio. Estoy enamorada de Zayn Malik. Lo estuve desde que lo vi después de haberlo atropellado, y ni siquiera lo sabía. No es que lo hubiese querido al apenas verlo, no. Es algo más que eso.
Cuando lo vi por primera vez, mi corazón se aceleró y no sabía porqué. Siempre que él hablaba yo le ponía toda mi atención, porque verlo era como ver una obra de arte. Era la mejor de las perfecciones, y lo mejor de todo era que tenía defectos como cualquier humano. Cuando estábamos juntos, siempre sentía ésa química fluir entre nosotros, como una electricidad, un magnetismo que nos obligaba a acercarnos más.
Incluso sabía que ahora mismo, mientras lo veía, mis ojos brillaban.
Y él no lo notaba.
–– Será en el centro comercial, el día de navidad. Dicen que mientras más gente me vea mejor, porque así perderé el miedo escénico más rápido. Los demás irán, ¿tú también?
Había visto cómo su sonrisa titubeaba un poco y luego bajó la cabeza.
––Yo… me voy a Londres el lunes. Mi mamá quiere pasar navidades con mi hermana.
Más silencio, pero éste era tenso porque ambos sabíamos lo que significaba. Si se iba a Londres, entonces vería a Grace. Traté de no pensar en eso pero era imposible. Podía imaginármelos besándose, agarrados de las manos, abrazados, mientras yo cantaba una estúpida canción al otro lado del mundo.
–– ¿Cuándo regresas? ––pregunté, intentando mantener mi voz casual.
––Los primeros días de enero.
Desde luego que pasaría Año Nuevo allá. Recordé que los británicos tienen la tradición de besar a la persona con quien quieren estar el resto del año, y para mi pesar sabía que Zayn besaría a Grace, porque él la amaba.
–– ¿Qué canción tocarás?
Tragué el nudo en mi garganta.
––Oh, es de… ya sabes, The Fray. Es mi banda favorita.
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Surrender | Zayn Malik |
Teen Fiction❝ --No puedes decir que estoy dejándote, porque nunca me tuviste.❞ Ésta novela tiene lenguaje fuerte, drogas, sexo, y relaciones homosexuales. Leerla bajo tu propio riesgo. #199 en adolescentes #540 en romance