Surrender | Zayn Malik |

Capítulo 18

Harry se heló al instante, pero yo me giré. Matt estaba allí, con sus dos perros a cada lado, respaldándolo.

––No pensé que fueras marica también, Zayn. Pero que va, ahora también está Louis, así que todo puede verse, ¿no? ––sonrió cínicamente, y yo quería partirle la cara, pero sabía que debía andarme con cuidado si no quería que Harry fuera golpeado.

–– ¿Te incluyes a ti también, verdad?

La mirada de Matt ardió de furia.

–– ¡No me compares con esos maricas, maldito imbécil! Y tu ––Harry tragó fuerte cuando se dirigió a él, pero mantuvo la barbilla en alto ––, tienes que ser idiota para aparecerte con tu noviecito en este baile. Al parecer tienes un poquito de bolas, ¿no? ––se rió cortamente, con Harry teniendo expresión de escupirle ––. Empecemos.

No lo vi venir, antes de si quiera moverme, ya Matt había actuado con velocidad y le propinó el primer puñetazo a Harry, que cayó al suelo. Mi paciencia se acabó y con fuerza, lo empujé sacándole de la vista a Harry. Si quería pegarle a alguien, que me pegara a mí. No sabía porqué pero sentía cierto sentimiento protector para con Harry, como si fuese mi hermano.

Waliyha.

Pero no me dio tiempo de hacer más, porque Jessie juntó mis codos detrás de mi espalda y me sostuvo fuerte. Mientras tanto, Gibson levantaba a Harry, dándole golpes con puño cerrado. ¿Cómo Harry resistiría esos golpes, si las manos del gorila eran enormes? Me sacudí intentando liberarme.

Me estampó de frente con la pared, la cabeza me dio vueltas un momento.

––Quédate malditamente quieto.

Quería hacer algo, quería liberarme. Ahora era Matt quien pateaba a Harry en el suelo. Escuchaba los lamentos de Harry, quejándose de dolor. No había visto su cara porque estaba de espaldas a mí, pero seguramente estaba ensangrentada. Pensé en la valentía de la que se había armado esta noche para enfrentar a todos así, de esa forma, saliendo a la luz con Louis, y todo se había reducido a esto, gracias a Matt.

Harry no era un cobarde, Matt lo había hecho creer eso a punta de golpes y humillaciones.

–– ¡Aléjate de él, maldición! ––grité enfurecido, zarandeándome. Logré soltarme momentáneamente de Jessie, así que le di un codazo que lo dejó noqueado por un instante. Corrí para golpear a Matt, pero un puño voló hasta mi cara, dejándome en el suelo.

–– ¿Ves esto? ––Gibson me levantó por la camisa mientras la nariz me sangraba por su golpe. Matt levantó la cabeza de Harry por el cabello –– Es la cara de un marica, y merece ser estropeada.

La cara de Harry tenía sangre por todos lados. Ambas cejas estaban partidas, la mejilla comenzaba a hinchársele, y los pómulos estaban rotos. Él no respondió al jaleo de Matt, y me asusté.

–– ¡Harry! ––él no se movió.

––Cállate ––Matt lo dejó en el suelo, pasándole por encima. Jessie volvió, clavándole la mirada al primero.

–– ¿Está vivo?

–– ¿Importa? ––Matt sacó un encendedor para fumarse un cigarrillo. No despegaba la mirada del pecho de Harry, comprobando que aún respiraba. ¿Y si le rompieron una costilla? ¿Y si la costilla perforó el pulmón o algún otro órgano?

––Cárcel, una palabra ––Jessie miró a Harry otra vez ––. Creo que te haz excedido esta vez.

Matt rodó los ojos.

––El lunes estará bien, listo para la revancha ––se agachó hasta su cuerpo, mientras yo intentaba descargarle una de mis patadas, pero Gibson me tenía bien sujeto –– ¿Verdad, Harricito? ––le echó el humo del cigarro en la cara y soltó una carcajada ––. Vámonos.