Me encontré con Liam en clases, así que me pareció justo decirle ––por alguna razón –– que Grace había llegado ayer a visitarme.
–– ¿Tienes novia? ––me preguntó de vuelta. Entonces caí en cuenta de que ninguno de ellos sabía sobre Grace.
––Pues… sí. ¿No te lo conté? ––le sonreí con nerviosismo.
––No. Pero es genial que haya venido desde Londres.
Sonreí, esta vez con más soltura.
––Lo es, ¿cierto?
Sin embargo, Liam no parecía tan emocionado.
Creo que fue mala idea ir a la playa justo hoy. Normalmente, nosotros salíamos casi a las dos de la tarde del instituto. Había llamado a Grace en el transcurso de la mañana avisándole para que alistara todo, así que cuando llegara sólo tenía que cambiarme y esperar a que nos buscara Louis que era el único que tenía auto de todos nosotros. Liam aún no sacaba la licencia, y por alguna razón cuando él sugirió que nos llevara Cristina, todos negamos.
Todavía tengo el recuerdo de cuando ella me arrolló. No crean que lo he olvidado. Así que, mientras Cristina no maneje, todos vivos.
Entonces cuando estaba cambiándome, pensé que tal vez Grace no tendría bañador. Ella solo venía por unos días. Pero cuando toqué su puerta ella estaba lista, unos lentes de sol en su cara y un bolso playero colgando de su brazo.
–– ¿Trajiste bañador?
––Esto es Los Ángeles. Por supuesto que lo traje.
Sí, bueno, mi madre tenía razón en eso de “las mujeres lo pensamos todo”. Yo estaba listo para las tres y media, mientras esperábamos a Louis en la sala. Supimos que había llegado cuando escuchamos un claxon afuera. Salimos, Cristina estaba montándose en la ventana agitando su sombrero playero.
–– ¡Por aquí! ––gritó ella sonriendo. Grace apretó mi mano. No había dado tiempo de decirles nada a los demás. No había salido a receso hoy para avisarles, ya que tuve que aprovechar el tiempo para copiarme una tarea. Nunca he dicho que sea excelente en las materias, ¿no? Cristina se quedó en una pieza cuando vio a la chica a mi lado.
––Creo que es imposible perdernos contigo a la vista, Cristina ––le avisé bromeando cuando llegamos, y ella se rió metiéndose de nuevo al auto. Era un auto viejo, un Malibú dos puertas, por lo que teníamos que pasar sobre Sam ––que era la copiloto –– para poder sentarnos atrás. Era perfecto porque para caber todos, Liam tenía que sentar a Cristina en sus piernas.
Ella no se quejó.
Louis estaba adelante con unos lentes de sol y playera azul. Nos miró por el retrovisor.
–– ¿Están listos, chicos? ––preguntó divertidamente, agravando su voz.
–– ¡Sí, capitán estamos listos!––gritamos en respuesta, aunque la voz de Cristina más fuerte que la de todos. En serio, ella era muy sobresaliente hasta para esto. Sam cerró la puerta con un golpe en cuanto Grace entró por completo. Entonces recordé.
––Chicos ––les llamé antes que Louis empezara a conducir ––. Ella es Grace, mi novia.
Grace no era para nada tímida, así que los saludó a todos con una sonrisa, sacudiendo su mano suavemente.
––Soy Cristina, y él es Liam.
––Hola ––saludó el susodicho.
––Y yo Sam.
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Surrender | Zayn Malik |
Подростковая литература❝ --No puedes decir que estoy dejándote, porque nunca me tuviste.❞ Ésta novela tiene lenguaje fuerte, drogas, sexo, y relaciones homosexuales. Leerla bajo tu propio riesgo. #199 en adolescentes #540 en romance