Para la mañana del sábado estaba descansado para mi audición por la tarde. Grace ayudaba a mi madre a hacer el desayuno ––mi madre tenía los fines de semana libres –– y Cindy estaba en la encimera tomando café. Las tres mujeres levantaron la vista cuando me notaron entrar, restregándome los ojos y sacudiéndome el pelo.
Grace corrió hasta mí, dándome un beso en la mejilla. Gracias a Dios me había lavado los dientes.
––Buenos días, bello durmiente.
––Ugh, ese no es un buen apodo para un hombre.
Ella sonrió yéndose otra vez. Mi madre estaba preparando los típicos huevos revueltos que siempre hacía cuando estaba libre.
––Buenos días, amor. ¿Dormiste bien?
––Uh-uh.
––Grace ha estado ayudándome, ¿puedes creer que sabe cocinar? ––ella sonaba en realidad muy entusiasmada, y me alegré que aceptara a Grace.
En respuesta, mi novia se encogió de hombros. Ya lo sabía, ella cocinaba para mí cuando yo la visitaba en su casa, pero me hice el sorprendido.
––Qué sorpresa ––Grace se rió de espaldas a mí, sabiendo sobre mi mentira. Miré a mi costado, observando a Cindy. Ella me sonrió mientras seguía bebiendo su café humeante. Ella no era muy habladora ––nuestras conversaciones no pasaban del “¿Cómo estás?” ––, incluso desde antes. En los nueve meses que teníamos de relación Grace y yo siempre había sido así. Supongo que por la diferencia de edad, tenía veinticinco.
Mi madre puso el desayuno en la encimera, ya que en la mesa era sólo para nosotros dos y no cabríamos todos, así que desayunamos con los bancos de madera sobre la cerámica. Una hora después, mi madre se emocionó con una llamada de una amiga de la editorial, que le decía que estaban haciendo rebaja en jeans en no-sé-que-tienda.
––Tú podrías ir, Cindy ––señaló Grace hacia su hermana –– ¿No le habías dicho a mamá que querías comprar algunos pantalones?
––Tienes razón.
Grace había dicho que sólo tenía el dinero justo para el pasaje de vuelta, así que supuse que Cindy compraría con el dinero de su trabajo. Antes de que ellas se fueran, le ofrecí a Grace un poco de dinero para que ella fuera a comprarse algo.
––No tienes que darme nada ––ella negó con la cabeza.
–– ¿Estás segura?
––Completamente. Además, ¿no estás satisfecho con el montón de short’s que tengo?
Hmm. Sí que lo estoy.
Mi madre y Cindy se fueron con una breve despedida, dejándonos solos. Grace y yo no estábamos solos desde hacía un tiempo realmente largo. No sólo desde el mes que transcurrió desde que me mudé, sino desde más tiempo, cuando todo estalló y yo solo tenía tiempo para Waliyha. Ella lo comprendió todo siempre, apoyándome, pero ahora que estábamos solos, no iba a perder esta oportunidad.
Yo no me catalogaba como un hombre lleno de necesidades, pero ahora que ella estaba aquí, estábamos solos, ¿por qué no hacerlo? Mirando la TV en la sala, el único sonido que existía en ese momento era el de la película que estaban dando. Lentamente, acaricié un lado de su mejilla. No podía acercarme más de lo que estaba ––Grace estaba a mi lado con nuestras piernas entrelazadas.
Ella sonrió ante el contacto.
––Sabía que no podrías contenerte.
La miré con dolor fingido.
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Surrender | Zayn Malik |
Teen Fiction❝ --No puedes decir que estoy dejándote, porque nunca me tuviste.❞ Ésta novela tiene lenguaje fuerte, drogas, sexo, y relaciones homosexuales. Leerla bajo tu propio riesgo. #199 en adolescentes #540 en romance