Surrender | Zayn Malik |

Capítulo 10

1 mes  después…

Ya estábamos a diciembre. Por si se preguntan, quedé en el equipo. De verdad estaba sorprendido ya que había visto a muchos chicos con más talento, pero Louis me dijo que él no había tenido nada que ver. Las cosas con Grace iban bien aunque no nos habíamos visto más. Hablábamos mucho por Skype. Con Waliyha igual, pero todavía no tocaba con profundidad ese tema del divorcio. Pensaba hacerlo cuando fuera para navidad a visitarla. Hablando de navidad…

––Tienes que tener una cita ––me dijo Louis a la par que caminaba conmigo al comedor, donde estaban los demás. Me pregunté si hoy nos sentaríamos con el equipo o los de nuestro grupo. Nunca estábamos completos porque cuando nos sentábamos juntos, que eran en raras ocasiones, Sam se iba. Después de un tiempo, había sabido por boca de Liam el porqué. Me había costado mucho sonsacárselo.

Ella no se sentaba con el equipo porque uno de mis compañeros había sido su novio. Y las cosas no terminaron bien entre ellos. Le pregunté a Liam cómo había terminado y me dijo que no era cosa de él decírmelo, pero el asunto estaba resuelto.

Por otra parte, me había vuelto buen amigo de Sam. Al vivir cerca nos íbamos juntos en la salida, y si salía temprano de mi casa por las mañanas, yo pasaba a recogerla y ella me esperaba en ese poste de luz que estaba frente a su casa. Hablábamos de cosas sin sentido, de las clases, de programas de televisión, y lo mejor: la música y el arte. Ella tocaba guitarra y yo dibujaba. Por fin sabía porqué sus dedos eran tan callosos y ásperos. Sam se la pasaba tocando guitarra en sus tiempos libres ––lo que era prácticamente todo el tiempo. Yo la había escuchado tocar un par de veces, y no es que manejara demasiado la guitarra, pero tenía potencial.

––Pero no quiero ir con nadie ––contesté en el presente a Louis, quien rodó los ojos sentándose en la mesa de nuestro grupo. Las chicas estaban allí, solo faltaba Liam.

––Chicas, Zayn no quiere ir al baile de invierno.

Como si ellas me hicieran cambiar de opinión…

–– ¡Claro que vas a ir! ––exclamó Cristina en seguida.

––No hacemos baile de bienvenida, pero nuestros bailes de invierno son increíbles ––comentó Sam, su boca manchada de salsa tomate por las papas fritas ––. Tienes que ir.

––Pero Louis me dice que tengo que llevar a una chica ––me quejé yo, sabiendo que de un momento a otro ellas me convencerían. Maldito poder femenino.

–– ¡Tienes muchas chicas que escoger! ––Louis me señaló todo el comedor.

La verdad era que, desde que era miembro del equipo de fútbol y portaba la famosa chaqueta, era como si la mitad de la población femenina me notara de un día para otro. Literalmente. El día que supe que estaría en el equipo, nadie sabía mi nombre, y al día siguiente, cuando tenía la chaqueta, todos me señalaban y murmuraban. Las chicas soltando esa risa nerviosa cuando coqueteaban, y me sorprendí de verdad cuando hasta unos cuantos chicos me guiñaron el ojo. Chicos.

––No quiero a ninguna de ellas.

Liam llegó a la mesa justo cuanto todos suspiraban teatralmente, dándole un beso en la mejilla a Cristina. Ah, nueva noticia: ellos estaban saliendo. Me alegra poder decir que no eran tan empalagosos como pensé que serían.

–– ¿Qué pasa? ––preguntó Liam con curiosidad.

––Zayn no quiere ir al baile de invierno ––le explicó Cristina robándole el jugo natural de su bandeja.

––Pero si no quiere ir que no vaya.

Levanté las manos al cielo.

––Gracias a Dios que hay una persona aquí que me apoya.