Capítulo XXI

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Estoy experimentando uno de esos sueños que no me gusta experimentar. Y sé que es un sueño porque es casi imposible que este sintiendo la perfecta espalda desnuda, de este hombre bajo mis dedos. Nuestros cuerpos cubiertos por una capa de sudor, víctimas de un arrebatador encuentro...

El sonido de un trueno junto a algo más me despierta. ¡Por suerte me despierta! Aunque el segundo sonido me preocupa, algo había en la ventana.

Me levanto con cuidado y miro a través del vidrio, hay viento, aún llueve, pero no se ve nada más. ¿Y si alguien intentó entrar por mi ventana? Camino hasta el interruptor de luz, lo enciendo, pero está igual de oscuro.

¡Perfecto! Se ha ido la luz.

Agarro mi sandalia y salgo descalza, toco la puerta de Norman y no responde. Oigo ruidos abajo, golpeo más fuerte la puerta, resulta que tiene el sueño pesado. Oigo pasos desde la escalera. Creo que alguien se acerca. Mi instinto de preservación me dice que tengo que defenderme, por lo que lanzo con todas mis fuerzas el calzado hacia el pasillo.

-¡Auch! ¿Qué te pasa?- El aire vuelve a llenar mis pulmones.

-Norman... - Digo- Me hubieras dicho que estabas aquí y no en tu habitación.

-Iba a ver si la falta de luz es solo por la térmica o es en toda la vecindad, venía por una linterna cuando fui atacado por una loca que anda armada con no sé qué.

-Era mi calzado- Me defiendo.

Me quedo parada en mi lugar hasta que él regresa con la linterna. Solo hasta entonces bajamos y nos dirigimos al depósito.

-Tal como lo pensé- Dice, hace algo en la caja eléctrica y la luz regresa.- Era sólo la térmica.

Sonrío al verlo, pijamas, y   pantuflas de conejo. Emana seriedad.

-Listo, a dormir- Dice.

-No, no espera. Yo escuché algo, en mi ventana.

-Tal vez solo fue el pino.

-El pino no está lo suficientemente cerca para rascar la ventana ¿Y si alguien trepó por allí e intentó entrar?

-Te recomiendo que dejes de ver películas.

-Por favor, ve a ver...- Me mira sorprendido, no se lo cree- Es que no quiero que nadie me visite por la noche.

-¿E interrumpa tus dulces sueños?

¡Ja! Si supiera las cosas que estaba soñando.

-Si mañana amanezco muerta, será tu culpa.

-¡Cómo eres de dramática a cualquier hora del día!

-¡No soy dramática! Solo no sé lo que hay allá afuera.

-No quiero ir.

-¡Norman Reedus! ¡Quiero que salgas y veas qué hay ahí!

-¿Y por qué tengo que hacerte caso?- Se acerca peligrosamente a mí.

-Porque sí, porque... porque. ¡Porque soy tu novia! Y si no quieres que arme un escándalo, tendrás que ir a ver. –Suelta una risa malévola.

-Esta me la vas a pagar.

Para mi suerte de ese mismo deposito, en el cual hay muchas cosas amontonadas, saca un piloto, lo sacude y se lo pone.

Refunfuñando camina hasta la puerta, lo único que consigo oír es "estúpido pino". Me quedo parada allí, impaciente porque regrese. Tarda un poco, pensándolo bien no debí dejarlo salir solo. ¿Y si le pasa algo?

La puerta se abre. Se baja la capucha, abre un poco el piloto y lo que veo me asombra.

-Es un gato- Digo.

-Si no me lo decías no me hubiese dado cuenta.- Dice de mal humor. Está enojado porque lo hice salir en la lluvia. Y él para qué hace caso a mis palabras.

Me pasa un gato negro, un hermoso gato negro. Baja las orejitas, está alerta a nuestros movimientos... creo que me enamoré. Lo agarro con cuidado, está mojado y al parecer tiene una pata lastimada. Miro a Norman, también mira preocupado al gato.

-Hay que secarlo y curarlo. Llévalo al sofá- No supuse tal preocupación de su parte.

Él va en busca de una toalla y vendajes. Yo seco con cuidado al gato y masajeo su pata, tengo miedo que reaccione mal y termine lastimándolo. Pero no lo hace, está muy pacifico, como si hubiera esperado este rescate. Vendo su pata enferma y lo dejo en el sofá. Nos escudriña a ambos con la mirada, aún no confía en nosotros.

-No lo mires fijamente, lo asustas- Dice Norman.

-No es cierto, está asustado de ambos.

-A mí me reconoce como su rescatista.

Ya se le subió el ego. Hago caso omiso a sus palabras. Acaricio al gatito, es muy lindo.

-Creo que deberíamos quedarnos con él- Dice.

-¿En serio?

-Apuesto lo que sea que pensaste lo mismo.- Asiento aún sorprendida.- Si nadie reclama por él, es nuestro.

-¿Cómo se llamará?- Me fijo en él a fin de encontrarle un nombre- Mira, si cierra los ojos solo parece una mancha oscura.

-Qué tal ¿Eye in the Dark?

-¿No crees que es un poco largo?- Achica los ojos. Me gusta el nombre, es original, pero también me encanta molestarlo –Bien... mejor no digo nada. Chiquito, creo que eres el gato con el nombre más original que haya conocido antes.

El animal, ignorándome por completo, se acomoda en el sofá y duerme.  O está cansado o nos tiene confianza, espero que nos llevemos bien. Al menos mejor de lo que nos llevamos con su "rescatista"

***

EYE IN THE DARK ♥ wiiiiiiiii *w*

Gracias por leer ♥ 

Completamente Tuya *(Norman Reedus)* #PTWDNR2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora