Capítulo L

580 44 17
                                        


Después de mi cumpleaños me encuentro con Ben en la calle, al acompañar a Rebeca. Me cae pesada su simple presencia, intento evitarlo, pero es en vano.

-Lía... tenemos que hablar- dice y me sujeta del brazo. Con un tirón me aparto de él.

-Yo no tengo nada que hablar contigo.

-Escúchame, es importante...

-Déjame en paz si no quieres que arme un alboroto en medio de la calle. –Lo miro mal, él sonríe de lado.

-Eres tonta, Lía...

-¿Qué demonios pasa aquí?- Grace se nos acerca, por suerte soy inmune a su mirada radiactiva, de lo contrario ya estaría muerta. -¿Ahora te pones a pelear con mi novio? ¿No te da vergüenza?- Ganas no me faltan para gritarle, estirar su cabello perfectamente arreglado y limpiar la calle con ella, sin embargo, me tengo que controlar.

-Dile a tú novio que no me moleste.- Respondo de mala gana y me alejo de ellos.

Le pido a Rebeca que no mencione nada de esto a nadie. Ella me lo promete, creo ciegamente en su promesa, sé que no me fallará. Aunque de todas formas Norman nota que algo me sucede, cuando regresamos a casa.

Desde ese día, no, más bien desde el día en que vi que una nueva banda cayó días antes de mi cumpleaños traigo encima una extraña sensación, un mal presentimiento. Norman está en el trabajo, ha salido de buen humor, pero siento que algo sucederá. El momento en que dije que lo amo, fue como si mi subconsciente hubiese dicho "aprovecha el momento, es ahora o nunca". Y tal vez así es. Últimamente están pasando muchas cosas, nada bueno, nada que especialmente me favorezca.

Cansada de sentirme mal sin motivo, subo a la habitación y enciendo el televisor buscando algo que mirar. Dejo por un instante en el programa de una pareja que cría a sus cuatrillizos y sonrío, porque con Alice le dijimos a Sophia que puede estar esperando cuatrillizos, esa idea a mi cuñada no le gusta para nada. Será bonito cuando ese pequeño o pequeña llegue a nuestras vidas.

El programa se interrumpe por una noticia de último momento.

-Atraparon a tres hombres, presuntamente socios del hombre más buscado que se hace llamar "El Maestro". Hasta ahora no han querido hablar de nada-

La sangre se me hela. Ha caído gente del maestro, eso no puede ser nada, nada bueno ¡Maldita sea!

-Nunca sabrán nada- Dice con toda convicción uno de los hombres- Porque nosotros nos encargaremos de que nadie quede para que hable- Tras decir eso suelta una risa macabra.

Dicen más cosas que no escucho. Nadie quedará para hablar, ellos nos buscarán, todos moriremos. Sí, estoy paranoica pero con justa razón.

Norman está abajo, en su despacho trabajando. Bajo para informarle lo que vi y los miedos que me surgen de repente. Espero que entienda lo grave que es la situación. Estoy casi en el último escalón cuando veo a Grace parada en la entrada, me mira con el ceño fruncido y esa expresión de superioridad que tanto odio.

-¿Qué haces aquí?

-Vine a hablar con Norman.

-¿De qué?

-Eso no te importa.

Zorra, arpía, víbora.

Norman aparece, la saluda como de costumbre, como si fuese la mejor mujer del mundo, ella sonríe como si en todo momento hubiese puesto esa tonta expresión.

Completamente Tuya *(Norman Reedus)* #PTWDNR2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora