Capítulo XXII

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El lunes por la mañana le cuento todo lo ocurrido a Rebeca, ella está encantadísima con Dark, también piensa que es hermoso y su carácter es muy peculiar. Incluso podríamos decir que se parece a Norman. De todas formas me gusta más el gato.

Para comenzar la semana con todas las fuerzas, cuando Norman llega me informa de lo que sucederá en la noche.

-¿No te cansas de esas reuniones, cenas y fiestas? Es lunes Norman... no tienes que ir.

-Tenemos, querrás decir. Recuerda que estamos juntos en esto.

-Yo estoy harta de esto. No quiero salir.

-Fue Alice quién nos invitó, no puedes decirle que no. Ten, te traje esto.

Ahora me tomo la molestia de pensarlo. De ser así, podría aceptar. Abro la bolsa de compra y me encuentro con un bonito vestido azul marino. Seguro me ha de quedar, él conoce mi talla y siempre le atina en lo que me compra.

Una vez que me pruebo el vestido y descubro que me queda a la perfección. Norman me obliga a ir a la dichosa cena, me presenta más y más personas de las cuales no recuerdo el nombre. Hasta que al fin veo a mi nueva amiga.

-Aquí están, mi pareja favorita-Nos saluda muy sonriente- Norman, te la robo, tenemos que hablar de cosas de chicas.

-Claro, Alice. Pero por favor no hablen de mí.- me guiña un ojo y nos retiramos,

Hablar con Alice es algo productivo, porque aprendo muchas cosas. Incluso me dice cosas que me sorprenden, porque saca a relucir el tema de los periodistas, otra vez y es que no puede culparlos por lo que hacen, porque de algún modo intentan tapar por medio de escándalos toda la mierda de la ciudad. Dice que su tío es policía y que hay nuevos operativos buscando organizaciones de trata de blancas, y que es sorprendente la cantidad de chicas vivas y muertas que encuentran.

El tema de ellos, surge en el preciso instante que vemos a Giancarlo, comienzo a pensar que es mi sombra, más bien la de Norman, porque donde vamos él está y no por nada, pero siento el peso de su mirada. También creo que lo hace adrede porque sabe que es algo que a Norman le molesta y para su pesar él se acerca.

-Buenas noches, señoritas. Se ven hermosas esta noche- Nos dedica una de esas flamantes sonrisas que acaloran a todas. Veo de reojo a Alice, digamos que su mirada no oculta muchas cosas, de hecho no oculta nada. Observa profundamente a Gian.

Norman nos observa a la distancia. Odio cuando hace eso, odio cuando mira de esa manera al periodista y más aún cuando me transmite todo lo que no quiero oír.

-¿Cómo estás?- Pregunto.

-Bien y muy curioso... debo decir. Esperando el momento culminante de la noche.

-¿Momento culminante?- Quiere saber Alice. Este se inclina hacia ella y susurra algo en su oído.

-¡Ey! Eso no es muy educado que digamos.

Alice me mira con una enorme sonrisa que me asusta. ¿Qué le dijo? Parece emocionada de repente. Giancarlo se inclina hacia mí, se acerca mucho más de lo que me esperaba.

-Igual quiero que sepas-Susurra- Que me pareces una mujer muy hermosa.- Me guiña un ojo y se retira.

¿Qué fue eso? Miro consternada a Alice.

-¿Qué te dijo?- curiosea mi amiga.

-No le entendí- Miento.

Las horas pasan. ¡Qué dolor de cabeza! Ya estoy de mal humor. No entiendo las conversaciones de Norman con sus amigos, socios o lo que sean. Ríen y ríen, lo cual resulta vago para mí. No me concentro en la situación. Alice se apartó de mí para ir con su familia. Y yo tengo que encontrarme en la misma mesa que se encuentra mi novio. El cual, para mí suerte, se comporta con más posesión de lo habitual.

-¿Estás bien?- Me pregunta de repente sacándome de mis pensamientos.

-Sí ¿por qué?

-Te veo algo tensa... -Acaricia mi rodilla desnuda. Eso sí me tensa.

Los dos hombres y una señora más que se encuentran en nuestra mesa me miran con la misma preocupación.

-Estoy bien... cariño, no te preocupes.

Me da un ligero beso, frente a todos ellos, es un desgraciado. Yo imito la mejor sonrisa posible e intento ignorarlo, en lo que transcurre la cena.

Los meseros traen el postre y junto a ellos ingresan unos músicos melodiosos. Todo el mundo mira sorprendido la escena. Norman se incorpora. Una mujer trae un ramo de rosas, este lo agarra.

Que me trague la tierra, por favor.

Que me dé un infarto.

¡Que me parta un rayo!

Me giro en mi silla para verlo, se aproxima con el ramo de rosas.

¿Por qué de repente pienso que se ve muy lindo de traje y con esas rosas? Toda la música lo ambienta. Es una bonita situación, si tengo que ser sincera, pero es extremadamente incómodo, que no sea lo que pienso.

-Lía- Dice, me pasa el ramo de rosas. Se arrodilla frente a mí. Siento algo en el estómago, estoy temblando. Esto no es real, sin embargo, está provocando cosas en mí. -¿Quieres ser mi esposa?

¡Booom! Lo suelta, así nomás. Lo miro, estática. No estoy en mi cuerpo, no sé si sonrío, lloro o qué expresión tengo. Intento ponerme a su altura.

-Claro que sí...- Espero no transmitir la inseguridad en mi voz- mi amor.- Lo beso.

Coloca un anillo en mi dedo. Se incorpora, también lo hago. Y me besa otra vez.

Todos aplauden.

-Estás llorando- Me susurra.

¡Maldita sea!

-Cállate. Te odio- Respondo susurrando, pero con una sonrisa.

Realmente me había emocionado, aunque todo fuera falso, todas mis emociones se encontraron por un momento, ese era el sentimiento que tenían las novias de verdad. Supongo.

Terminada la cena, subimos al auto. Giancarlo lo sabía ¡Lo sabía! De eso había hablado antes, como iba a ser capaz de captar eso. Estoy callada, muy callada y enojada.

-¿Ahora estás enojada?- Pregunta mí, ahora, futuro marido.

-Cállate, no quiero que me hables.

-Te dije que me vengaría.

-¿De qué estás hablando ahora, estúpido?- el calla.

La noche de la tormenta, cuando encontramos a Eye in the Dark. ¡¿De eso se está vengando?! ¡Es un tarado! Eso ni siquiera era tan grave como esto. ¿Qué pasa por la cabeza de este hombre? ¡Lo mato! ¡Lo mato! No... mejor aún, haré lo que más le molesta, ignorarlo.

-¿Lo recordaste?- Pregunta. No respondo.- Sí, creo que sí.

Lo ignoro hasta llegar a la casa. Tomo entre mis brazos al gato que descansa plácidamente en el sofá.

-Vamos, Dark, hoy duermes conmigo.

-¿Por qué me estás ignorando?- Quiere saber mientras subo las escaleras.

-Porque si digo algo tal vez explote y no querrás que eso suceda.- Mantengo la calma y continuo subiendo.- Norman... en serio creo que estás loco. Buenas noches.

Continuo hasta llegar a la habitación, suelto a la bola de pelos en mi cama, ni corto ni perezoso se acomoda cerca de las almohadas y duerme. Me siento a su lado. ¿Qué me pasa? Es decir, no estoy enojada, realmente no estoy enojada. No estoy nerviosa. No estoy triste. Sin embargo, algo hay allí, oculto que no me deja pensar, no con claridad. De hecho, pienso, y son esos pensamientos los que se arremolinan en mi cabeza, dejándome saturada.

Harán semanas que estoy en esta casa, lo buenoes que no estoy muerta. Lo malo... varias cosas son malas. Incluyendo las cosasque comienzo a sentir...     

***

Chaaan se viene la boda!! Peero antes debe haber un poquitín del drama que tanto me gusta. 

Espero que les esté gustando *w* Gracias por leer, votar y comentar :*  

Completamente Tuya *(Norman Reedus)* #PTWDNR2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora