Unas suaves caricias en mi espalda, una suave piel bajo mis dedos y el deseo irrefrenable de abrir los ojos y encontrarme con otros azules, hacen que me remueva un poco y despierte. No es un sueño, ni de cerca. Norman está conmigo. Qué bonito despertar al lado de alguien que te está abrazando... Lo más curioso es que esta sensación me la está provocando la bestia que he estado odiando hace unos días, bueno, que aún odio de una manera diferente.
Aunque esto sea falso, si así se siente ser querida, no quiero dejar de sentirlo. Necesitaba cariño después de tanto tiempo, después de ser invisible quería que alguien me viera.
Fingiendo dormir aún, con cautela, paso mis manos por su pecho. Mis huellas dactilares dejan un reguero de besos por toda su piel, estoy segura. Abro los ojos cuando entrelaza sus dedos con los míos.
-Buen día...- Murmuro.
-¿Cómo amaneciste, muñequita?- Percibo por su voz que está sonriendo. Levanto la vista, está todo despeinado.
-Adolorida, pero bien- Admito.
-Lo siento...- Se pone a mi altura y me da un ligero beso.
-No importa. Igual me gustó- Creo que amanecí con un ataque de sinceridad, lo cual le gusta.
Después de molestarnos mutuamente, se levanta de la cama y se dirige al baño, la imagen que me deja me deja sin palabras. Yo amo el tatuaje de su espalda, pero tiene otros. Por ejemplo el demonio en su brazo, su nombre en el pecho, recién anoche presté atención a la estrella que tiene en la mano ¿cómo pude ser tan ciega? Y seguro tiene otros tantos que aún no descubro.
Sale otra vez del baño, aún desnudo. Se acerca a la cama.
-Vamos a bañarnos- Extiende la mano. ¿Bañarnos juntos? ¡já! Sé cómo terminará eso.
-No, yo me baño luego...
-No era una pregunta- corre las mantas y en dos segundo me tiene en sus brazos.
Nos dirigimos al baño... ¿y qué más se puede hacer debajo de una ducha? Nos duchamos y ya...
***
Si hubiera conocido a este Norman desde un principio, todo hubiera sido diferente y no pelearíamos tanto. Al Norman que en este momento está frente a la cocina de una hermosa cabaña, con camiseta, pantalones deportivos y sus pantuflas de conejo tan adorable, tarareando una canción. Mientras yo tengo encendida la tv, tirada en el sofá, después de haber almorzado. Creo que en estos días sufriremos de un desorden alimenticio.
-¡¿Necesitas ayuda?!- Grito.
-¡Nooo!- Responde y río.
Al rato llega un boul lleno de frutillas y otro cuenco con chocolate derretido.
-¡El postre!- Dice en modo de presentación.- ¿Qué miras?
-Lo que traes en la mano.
-No, no, en la tv. ¿Algo interesante?
-No. Las tonterías de siempre.
-Comamos entonces- Agarra una frutilla la sumerge en el chocolate y me la muestra- Abre la boca.
-Tengo manos.
-Cómo eres de quisquillosa- Ríe- Abre la boca, yo te lo doy.- No quiero sonreír, pero ya es tarde. Maldito embaucador, si me mira así ¿cómo me voy a negar?
Adrede me pone chocolate en la mejilla, en la comisura de mis labios. Cuando agarro la frutilla dice que tengo chocolate en los dedos y me los chupa. Y de pronto suelta algo que no me lo espero: "¿Sabes? No me arrepiento de aquel negocio", se inclina y me besa. No digo nada, las palabras no salen, sin embargo en mi interior una voz grita ¡Chilla! ¡Exclama! Y quiero saber si es felicidad lo que esa vocecita siente o está quejándose por alguna otra cosa.
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Completamente Tuya *(Norman Reedus)* #PTWDNR2016
FanfictionTras varios años de encierro, esperando a su comprador, Lia ve la oportunidad de su vida cuando el Maestro le consigue un dueño... Elegante... Intimidante... Y muy sexy... Confundida, ella no sabrá escapar de su mirada y él intentará buscar un lazo...