Capítulo XXVI

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Norman se disculpa con Rebeca, Francis, incluso con la otra señora que trató mal. Así que estamos todos muy tranquilos y felices, lo cual me parece perfecto y relajante. Fernando llama enojado porque la noche anterior no le dije a qué horas llegó su amigo. Creo que me equivoqué en otra cosa, Norman no estará solo porque tiene un gran amigo.

Me siento en una reposera cerca de la piscina, aunque esté fresco, quiero disfrutar al aire libre. El señor de la casa no fue al trabajo, prefiere quedarse a trabajar en su despacho, eso se me hace incómodo. Para mí sorpresa lo veo salir y se acerca a mí, saca un cigarrillo, lo enciende y se lo lleva a los labios. Creo que me estoy volviendo adicta a esa imagen.

-¿Hablamos?- Pregunta y sin esperar mi respuesta se sienta a mis pies. Da una calada a su cigarrillo y me quedo atontada viéndolo. -¿Y bien?

Despabilo, el muy idiota me está mirando con una sonrisa de complicidad, giro lo ojos y cambio mi expresión.

-¿De qué quieres hablar?

-Cuanta frialdad... esta mañana no estabas así...- Acaricia mis piernas.

-No hagas eso, esta mañana estaba con... ammm... no importa ¿qué querías decirme?

-Establecer fecha para la boda.- Lo dice de una manera tan seria que me alarma.

-¿Fecha? ¿En serio? ¿Y cuándo quieres que sea?

-En dos semanas, como mucho.- ¿¡Dos semanas!? Eso es muy poco tiempo. –Estaba pensando, nunca te pedí que fueras mi novia ¿si te lo pido ahora?

-Te diría que no.- Suelta una ligera risa que me hace estremecer. – Creo que te lo estás tomando muy en serio lo de cambiar.- suelto con ironía- Ahora hasta me cuentas que nos casaremos en dos semanas.

-Tal vez menos. Quien sabe... pero sé cómo es todo esto, tendrás que ir a ver para tu vestido y todas esas cosas de ustedes las mujeres.

-Yo no te lo estoy pidiendo.

-Ya me darás la razón...

Giro los ojos. No quiero armar un alboroto por algo que ni siquiera es real. Me lo imagino a él armando alboroto, eso sí lo veo venir.

-Oye Norman... tengo algunas dudas.- Me siento erguida y lo miro fijamente.

-Bien- El me observa- Cuando un hombre y una mujer se encuentran desnudos en una cama, el hombre...

-¡No!- Exclamo y este se larga a reír, es un idiota- ¡No quiero saber eso! No soy tan tonta.- Suelto un bufido. – Quería saber ¿por qué quieres casarte tan pronto? Digo... yo no escaparé.

-Porque no quiero esperar tanto y para el invierno ya quiero estar casado.

-¿Por qué?- Mi cara debe ser un poema porque su sonrisa no es tan casual.

-Ya lo verás... lo tengo todo fríamente calculado. Además no falta nada para tu cumpleaños.

-Ni me lo recuerdes.- Miro hacia otro lado-¿En verdad crees que podríamos llevarnos bien?

-Ya lo estamos intentando y no nos va tan mal.

Asiento, tiene razón. Aunque sé que estos buenos días no durarán mucho. Antes que se vaya le pido dos cosas, que active la red wi-fi y me preste su laptop, después de dudar varios segundos acepta, creo que ya confía en mí y sabe que no cometeré ninguna locura que nos pueda perjudicar a los dos.

Al final, paso casi todo el día viendo tutoriales en youtube de peinados y escucho música vieja, la cual descubro que me gusta. Curioseo las carpetas en las cuales anteriormente vi sus videos y ya no están. Los eliminó todos.

Completamente Tuya *(Norman Reedus)* #PTWDNR2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora