Capitulo 7

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Como hoy era domingo no había ninguna cafetería abierta, así que tendría que hacer mi propio desayuno.

Me levanté más tarde de lo usual, me abrigué y salí de la casa. 

Como los demás días aún seguía nevando.

Al llegar al súper mercado comencé a comprar algunas galletas y cosas que necesitaba para la casa, luego salí y pasé por mi tienda favorita de libros, la cual extrañamente estaba todos los días abierta. Entré y comencé a buscar un nuevo libro.

Antes odiaba los libros, cada vez que intentaba leer uno me terminaba durmiendo, pero luego me comenzaron a ayudar para evitar toda la soledad que me invadía.

Después de estar casi una hora buscando, encontré uno, así que o llevé hasta la cajera para comprarlo. La chica al verme, me sonrió.

— Hace tiempo que no te veía por aquí Tae— dijo mientras tomaba el libro y lo pasaba por la caja.

— He estado algo ocupado.

Más bien, alguien me mantuvo bastante ocupado.

— Mmm, ya veo... Es bueno verte aquí de nuevo— dijo sin dejar de sonreír— Sigues igual de joven, ¿Usas alguna crema?

— No, mi piel es natural. Las cremas esas no sirven.

— A mi no me engañas Taehyung.

— ¿Perdón?— dije indignado.

— Te perdono— metió el libro dentro de una bolsa al mismo tiempo que yo le entregaba el dinero.

Rodé lo ojos y luego tomé la bolsa.

— Adiós.

— ¡Adiós! ¡Ven más seguido!

Salí de la librería y comencé a caminar hasta mi casa.

— Taaaaeee.— Escuché desde lejos, pero seguí caminando. Seguro fue mi imaginación—¡Taaaaeeeeehyuuuung!— comencé a caminar rápidamente al escucharle de nuevo. Sabía perfectamente de quien era aquella voz— ¡TaeTae!— Se escuchó más  cerca.

Mierda.

Me volteé y ahí lo vi corriendo hacia mi, con una gruesa bufanda, gorro y demasiados abrigos puestos. Casi a dos metros mios se tropezó y cayó al suelo. Si no fuera por la gruesa nieve, se hubiera roto la nariz.
No pude aguantar, así que comencé a reírme.

Jimin levantó su rostro al escucharme reír y rápidamente sus mejillas se volvieron rojas.

El se levantó y yo dejé de reírme al ver un flash. Enfoqué mi mirada en Jimin y noté que estaba con su celular.

¿Me acababa de tomar una foto?

— ¿Qué fue eso?— Lo miré con una ceja alzada.

El se sobresaltó, provocando que su celular casi caiga al suelo.

— Pues... T-te es-estabas riendo... y como nunca te vi sonreír... te to-tomé una foto— dijo aún con las mejillas rojas.

— Dame el celular.

— ¡¿Qué?! ¡No!— abrazó con fuerza su celular, así que me fui acercando hacía el.

—Dame el celular— repetí.

— Está bien...— El se acercó a mi y estuvo a punto de poner su celular en mi mano hasta que de repente me colocó algo de nieve que tenía en su otra mano— ¡Adiós!— dijo y comenzó a correr.

No se escapará de mi tan fácilmente.

De un segundo a otro me encontraba corriendo detrás suyo.

Él al verme comenzó a correr más rápido.

Entró a un parque y se escondió tras un árbol.
El muy idiota pensó que no lo veía, pero se le veía la mitad del cuerpo, por lo que me fui acercando sigilosamente hacia el.

— Te tengo— dije y lo tomé del brazo. Él se sobresaltó y agarró más fuerte su celular.

— ¡Noo!— Quiso escapar de mi agarre pero no pudo, se volvió a caer y como consecuencia, yo caí encima suyo.

Al caernos, aproveché para tomar su celular, el cual logré quitárselo enseguida.
Me senté, aún encima suyo, y prendí el celular, pero tenia contraseña.

— Cuando me escondí detrás del árbol pude ponerle una contraseña rápidamente— dijo con una sonrisa satisfactoria.

Intenté poner una, pero no era, así que se me ocurrió otra. La escribí y enseguida se desbloqueó... era mi nombre.

Su sonrisa se borro al escuchar el sonido del desbloqueo.

— ¡No! ¡No la borres!— Comenzó a moverse como un loco, pero de repente se detuvo y sus mejillas volvieron a ponerse rojas.

Yo dejé de buscar en su galería, donde tenía como cuarenta carpetas, y lo miré. Fue ahí donde me di cuenta en la posición en la que estábamos, así que rápidamente me levanté y bajé mi mirada.

Sentí otro flash, así que levanté la mirad de nuevo. Jimin me había tomado otra foto.

— ¿Ahora por que?— pregunté frunciendo el ceño.

— Porque te sonrojaste— sonrió— ¡Es un gran avance!

— C-callate mocoso— me volteé para empezar a caminar.

— ¿A dónde vas?— preguntó mientras empezaba a caminar al lado mio.

— Tengo hambre, iré por una hamburguesa.

— ¡Yo iré! ¡Tu quedate aquí!— me sentó en una banca.

Estuve decidiendo si irme o esperarlo, pero como no le di de mi dinero, supuse que me compraría con el suyo, así que decidí esperarlo mientras acomodaba todas las bolsas que se me habían caído al suelo, casi me las olvidaba.

Luego de unos minutos llegó con dos hamburguesas y una bolsa, en la cual dentro había una botella de agua.
Me dio una y luego se sentó al lado mío para comenzar a comer. Yo hice lo mismo.

De pronto había un completo silencio, pero no era uno incomodó.

Al terminar de comer agarré la botella de agua y tomé de ella, luego volteé mi rostro hacia el, quien aún estaba comiendo, así que comencé a observarle. Tenía algo que provocaba que no pueda apartar mi vista de el.

Él terminó con su comida, así que agarró la botella de agua y bebió de ella, luego apareció una pequeña sonrisa en su rostro y sus mejillas se le volvieron a poner rojas. De repente me miró, así que giré rápidamente mi rostro.

¿Qué es esta sensación?

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No me Olvides ✦Vmin✦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora