No me Olvides ✦Vmin✦

Capitulo 18

— Está bien— suspiré.

Solo dejé que me tomé la mano porque Jimin no tenía guantes ni bolsillos para poder calentarlas. No era que me preocupaba por él, es solo que Jungkook luego me regañará. Si... Solo es eso.

Sus manos eran muy chiquitas, gorditas y suaves... Me daban ganas de morderlas al igual que sus mejillas.

— ¡TaeTae! ¡Compremos mochis!— señaló a un puesto donde vendían.

Le iba a decir que no, pero me puso la cara del gato con botas... aunque esta era mucho más tierna.

— ¡Está bien, así que quita ese cara!

— ¡Okey! ¡Vamos TaeTae!— comenzó a tironear de mi mano.

Mientras que Jimin pedía, yo miraba alrededor.

— Vaya, ¿son pareja?— nos preguntó con una sonrisa el vendedor.

— No, nosotros solo-...

— Si son pareja obtienen dos mochis especiales— señaló a un cartel donde habían dos mochis con forma de corazón y dentro de estos chocolate, los cuales además eran gratis para las parejas.

— ¡S-si! ¡S-somos pareja!— exclamó enseguida Jimin.

— Entonces tomen— nos metió los mochis especiales en la bolsa— ¡Feliz navidad!— dijo cuando le pagamos.

— ¡Feliz navidad!— le respondió Jimin con una enorme sonrisa.

Yo le respondí con una inclinación y luego nos fuimos.

En el camino tuvimos que soltarnos las manos para poder comer los mochis.
Luego de unos minutos llegamos a los videojuegos.

Jimin quiso ir primero a la maquina de peluches, pero no logró agarrar ninguno. Cuando fue mi turno logré agarrar dos en el primer intento.

— Nunca vi a una persona que haya logrado agarrar dos juntos en el primer intento— me miró sorprendido— ¿Cómo lo hiciste TaeTae?

Estuve bastantes años vivo, así que en el momento que estas máquinas se crearon, yo siempre las usaba, descubriendo así, todos sus trucos.

— Es un secreto— le guiñé el ojo.— Por cierto, toma— le pasé los dos peluches.

— Pero tú los ganaste.

— Te los regalo, tengo un montón en mi casa— dije con indiferencia.

— ¡Gracias TaeTae!— se colgó de mi cuello.

En la competencia de baile me ganó y en la del karaoke empatamos.

Éste nalgón si que era bueno bailando y cantando, pero en los videojuegos yo era Dios, nadie me podía ganar, ni Jungkook que también era fan de los videojuegos.

Estuvimos más de una hora ahí dentro, hasta que la gente de a poco comenzaba a irse, así que decidimos salir también.

— ¡Vamos al parque!—volvió a tomar mi mano

— ¿No te cansas?— pregunté ya cansado.

— Nop.— Rodé los ojos y me dejé guiar por él.

Cuando llegamos al parque, él se tiró arriba de la nieve y comenzó hacer ángeles de nieve.

— ¡Aquí está lleno de nieve!— se levantó y ahora comenzó a juntar grandes bolas de nieve— ¿TaeTae me ayudas a hacer un hombre de nieve?— me suplicó con la mirada, así que no tuve otra opción que aceptar.

Cuando terminamos el hombre de nieve, me levanté.

— Traeré algo caliente para tomar... ¿Tú que quieres?

— ¡Chocolate caliente!

— Okey, quédate aquí.— Él asintió y siguió jugando con la nieve.

Fui rápido a la expendedora de bebidas calientes, en la cual pedí café y chocolate caliente, luego volví donde estaba Jimin y le di lo suyo.
Después de aquello, nos quedamos en silencio sentados en la nieve mientras tomábamos nuestras bebidas.

— TaeTae...— habló Jimin cuando terminó de tomar su chocolate caliente.

— ¿Qué pasa?

— Te... confesaste a Hoseok hyung en el parque de diversiones.... ¿no? .

— ¿Cómo lo sabes?— fruncí el ceño.

— U-un pajarito me lo contó.

Mejor dicho, yo diría que un conejo parlante te lo contó.

— Si, me confesé.

— ¿T-te aceptó?

— ¿Por qué me preguntas todo esto? No es de tu incumbencia.

— E-es que somos amigos, así que... yo queria saber.

Mi mirada cambió cuando mencionó esa palabra.

— ¿Amigos?... ¿Nosotros?— me reí sarcástico frente suyo.

Él se levantó y de la nada me tiró una bola de nieve en el rostro. Me quise quejar, pero al ver su rostro me callé.

— ¡¿Por qué siempre eres así conmigo?! ¡Eres un idiota!— Las lágrimas recorrian sus mejillas y caían en la fría nieve.

Él se volteó y comenzó a irse a paso rápido, así que me levanté y lo seguí.

— Jimin espera.— Él ignoraba mis llamados y seguía caminando rápido.

— ¡N-no me sigas!— comenzó a cruzar la calle.

— Jimin... ¡Jimin!— grité al ver como un camión estaba increíblemente cerca de él.

Él se volteó, pero por el shock no se pudo mover.

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