No me Olvides ✦Vmin✦

Capitulo 37

¡¿Cómo hacia Hoseok para desaparecer tan rápido?! ¡Siempre lo perdía de vista!

Seguí abriéndome paso entre todas las personas hasta que lo encontré.

— Hyung, llevo buscándote desde hace rato. Siempre te me pierdes.

— No Tae, tú siempre te me pierdes a mi.— Yo hice un mohín y él me apretó la mejilla.

— Volvamos, ya van a empezar los fuegos artificiales y no me los quiero perder por nada en el mundo, solo los lanzan una vez al año.

— Está bien.

Me tomó de la mano y volvimos con mis padres y los suyos.

— Muy bien Hoseokie, lo encontraste— mi mamá lo felicitó, mientras que Hoseok se rió.

— Mamá, ya somos grandes, él tiene veintiuno y yo diecinueve.

— Pues tienes diecinueve, pero aún te pierdes y te metes en problemas como un niño de cinco años— dijo mi papá.

— Para mi siempre serán mis bebés— mi mamá nos abrazo. Yo le respondí el abrazo con mi típica sonrisa.— Mañana ya cumplirás veinte.

— ¡Ay! ¡Ya dejen de crecer!– dijo ahora la mamá de Hoseok. Todos nos reímos.

— ¡Ya va a comenzar!— me emocioné.

Los fuegos artificiales fueron lanzados, iluminando el cielo y siendo reflejados en el lago.

Quería que este momento durara para siempre.

Abrí mis ojos rápidamente, mis mejillas estaban empapadas.

Esa vez fue el último momento que pasamos siendo todos felices.

Me levanté de la cama, estaba todo transpirado, debía darme una ducha.

Últimamente todos mis sueños eran así, sobre recuerdos del pasado, algunos buenos y otros malos.

Me quité la ropa lentamente y luego entré en la bañera.

Me quede un rato acostado mirando hacia el techo.
Debía hacer ya la cura del hechizo, así podía vivir tranquilo, con Jimin, como una persona normal.

Luego de un rato salí de la bañera con una toalla atada a mi cadera, fui a mi habitación y me vestí. Después agarré el libro donde estaba mi maldición escrita y fui hasta el sillón.

Lo releí notando algo, donde estaba la solución, más abajo, Dahyun y yo nos habíamos saltado algo. Enseguida que la maldición se vaya, yo moriré.

Claro que quería morir de una vez por todas, pero... No quería dejar a la gente que ahora era preciada para mi. Entonces... ¿Tendría que esperar unos cuantos años mas para irme?

Dejé el libro en su lugar y salí de mi casa para ir a la cafetería de Jimin.

Mi celular vibró, así que lo saqué de mi bolsillo.

Desconocido
Pasado mañana a las dos de la tarde, en el parque de los patos.
Acuérdate que sucederá si te resistes.
12:32 pm

Tragué saliva al ver ese mensaje.

Así que no tenia tantos días para estar con los demás... por eso hoy y mañana debería aprovechar.

Abrí la puerta y fui hasta una mesa libre para sentarme.
A lo contrario de los demás días, hoy había muchas personas.

Busqué con mi mirada a Jimin, hasta que lo encontré prácticamente corriendo de una mesa a otra. Luego miré hacia otros lados para ver si había alguien más trabajando, pero mi ceño se frunció al ver a Yoongi sirviéndoles a los clientes.

— ¡TaeTae!— dijo alguien emocionado a mi lado.

— Veo que hoy estas ocupado— sonreí al verle.

— Bueno, si. Cuando esté un poco más desocupado me sentaré aquí contigo.

— Está bien, te esperaré.

— ¿Por ahora qué quieres pedir?

— Mmm, un café.

— ¿Simple?

— Si.

— Okey, ahora te lo traigo— me sonrió y yo le devolví la sonrisa.

Esperé a que el me trajera el café, mientras tanto vigilaba a Yoongi por si hacia algún movimiento con MI Jimin.

— Aquí está TaeTae— deje de mirar hacia Yoongi, quien ahora nos estaba mirando él a nosotros.

— Gracias— Jimin me volvió a sonreír y luego se fue con los demás clientes.

Hoy no había venido con Jungkook ya que él tenía clases hasta la tarde. Estúpido niño come libros.

Alguien se sentó a mi lado, así que pensé que era Jimin, pero éste seguía corriendo de un lado a otro.

— ¿Qué quieres Yoongi?

— Quiero que te alejes de Jimin, que dejes de meterte entre nosotros dos.

— El que debería dejar de meterse eres tú— dije tranquilo mientras seguia tomando de mi café.— No sé si sabías, pero Jimin y yo estamos saliendo, así que no existe un "ustedes dos"— Él me miró molesto.— Aún así... si llega a suceder algo y ya no estamos juntos, cuídalo. Por favor.—Su mirada pasó de estar molesta a confundida— Ahora sigue trabajando, le estás dejando todo el trabajo a Jimin— asintió y siguió trabajando mientras yo seguía esperando a que Jimin termine.

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