Capitulo 35

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Cuando llegamos a casa de Jungkook, subimos rápido las escaleras sin llamar la atención de los demás.

Jungkook fue al baño a buscar algo de algodón y alcohol mientras que Hoseok y yo esperábamos en su habitación.

— Cuando fuimos al supermercado y no estabas ahí, nos asustamos mucho. De suerte aún no estabas tan lejos y pudimos encontrarte— acarició mi mano de forma amable— ¿Ellos te dijeron algo?

— No, además de que ya sabían todo, no me dijeron nada más— mentí.

— Taehyung... si esos hombres te dijeron algo, debes decirme.

— No me dijeron nada.— Él suspiró.

— Está bien.

Luego de unos segundos de silencio Jungkook llegó.

— ¿Quieres qué lo haga por ti hyung?

— No, yo lo hago. Ve abajo con los demás, seguramente deben haberse preocupado porque salimos de repente.

—Um... ok.

— Jungkook— lo llamé antes de que se vaya.

— ¿Si?

— JiEun esta acá.

Prefería decírselo a que se la encuentre de la nada.

— Ya lo sé hyung— me mostró una pequeña sonrisa.— Me la encontré antes de que vayamos a buscarte.

— ¿Sigues enamorado de ella?

— No te preocupes por eso hyung— me mostró una última sonrisa y salió de la habitación.

— Empezaré a pasar el algodón por las heridas— mi atención se dirigió a Hoseok.

— Ok.

— Ellos no te golpearon demasiado, pero si que te han dado uno o dos golpes muy fuertes, te salvaste de que no haya sido en tu nariz. Pudieron quebrarla— comenzó a pasar el algodón con alcohol por la herida de mi mejilla. Yo solté uno que otro quejido.

— Pero... me sigo preguntando cómo es que sabían que Jungkook me había enviado a comprar.

— Pudieron solo haberlo dicho al azar.

— No, no creo. Se veían muy seguros.

— Quizás puede que uno de ellos esté aquí... ¿Le dijiste a alguien que irías a comprar?

— Si... Le dije a Jimin.— No, el no era. Sería como amenazarse a el mismo de muerte— Y... Seolhyun.

— Bueno, a Jimin lo descartamos, entonces... Seolhyun.

— No... no creo que sea uno de ellos.

— Pero no le has dicho a nadie más y Jimin no lo es.

— Si... tienes razón, pero aún hay algo raro entre todo esto. Por ahora solo investiguemos un poco mas.

— Okey.— Él se acercó más a mi para seguir pasando el algodón.

Realmente estaba muy incómodo.

— Creo que es mejor que lo siga haciendo yo— dije al ver que cada vez estaba más cerca. Él pegó una curita en la herida.

— Te sientes incómodo al lado mío ¿cierto?— me preguntó triste.

— Pues... s-si.— Él suspiró y se sentó al lado mío.

— ¿Cómo es que las cosas llegaron a esto? Yo creí que luego entre nosotros todo sería normal.

Pero me rechazaste idiota, es obvio que por un tiempo me sienta así.

— Cuando te confesaste...— siguió hablando— estaba... Feliz. Tu me seguías queriendo a pesar de todos los años que pasaron.— No me di cuenta cuando tomó mi mano de nuevo, acariciándola— ¿Sabes lo feo que es que no puedas estar con la persona a la que más amas porque el destino no los quiere agarrados de la mano?

— Detente— me quise soltar pero el no me lo permitió—  ¿Por qué me dices todo esto ahora?

— Si te lo decía antes, ibas a estar más confundido.

— ¿Quién dice que no me estás confundiendo ahora?

— Taehyung— se acercó.

— Basta, no me gusta este comportamiento en ti.

— Ambos cambiamos Taehyung. Al igual que tú, yo no soy el mismo de antes— su mirada se oscureció.

De un momento a otro, yo ya me encontraba abajo suyo, acostado en la cama.

¿Por qué se comportaba así?

No me gusta esto, no me gusta sentir miedo de él.

— Hoseok, por favor no sigas con esto.

— Yo aún te sigo amando— se fue acercando cada vez más.

¿Por qué no podía moverme?

¿Por qué me sentía tan débil ante él?

Cerré fuerte los ojos cuando estuvo a centímetros mios, no quería verlo. Su mirada daba miedo, pero no llegó nada, en vez de eso comencé a sentir mis mejillas mojadas. Yo no estaba llorando.
Abrí los ojos con el ceño fruncido y lo vi. Él estaba llorando.

Quería abrazarlo... pero si lo hacia, todo sería peor más adelante.

Me fui levantado, alejando su cuerpo a un lado.

— ¿Por qué tuve que recordarte? Yo no quería recordar estos sentimientos...— seguía llorando.

Jamás había visto esa faceta en él. En su anterior vida, antes de que me se vaya, siempre era fuerte delante mío, cuando sus padres y los mios murieron, o cuando el descubrió que ya no le quedaba tanto tiempo. Él único que lloraba era yo, pero... ¿Quién hubiera pensado que aquella persona que siempre parecía lucir fuerte, lloraba en las noches?

— E-encontrarás a alguien más, así que por favor, solo olvídame.... como yo hice.

Ahora el que tenía que mantenerse fuerte era yo, por lo que salí de la habitación, dejándolo solo.

Le había mentido.

A pesar de que estoy sintiendo algo más por Jimin, Hoseok aún no se ha ido de mi corazón. No era tan fácil olvidar al primer amor y más cuando lo llevas muchos años en tu corazón. Es por eso que ya debía darle paso a estos sentimientos, y olvidarlos.

Cuando estaba bajando las escaleras sentí como algo más pequeño que yo, me abrazaba, así que bajé mi mirada.

— ¡TaeTae!— Jimin estaba abrazado a mi como un koala— Y-yo estaba preocupado porque no llegabas y después Jungkook y Hoseok salieron preocupados, y muy rápido. C-creí que te había sucedido algo. Ni siquiera escuché cuando viniste... Y-yo quería ir con ellos pero no me deja-...

— Está bien Jimin.— Con mis dos manos tomé sus mejillas e hice que me mirara. Tenía los ojitos empapados de lágrimas— No te preocupes.

— P-pero TaeTae...— se calló al sentir mi contacto en su piel. Comencé a limpiar sus lágrimas con mi mano, mientras el seguia abrazado a mi— Tienes heridas en tu rostro.

— Son pequeñas, no pasa nada.

— P-pero... ¿Qué sucedió?

— Unos matones me quisieron robar.

— Oh... n-no pudieron ¿no?

— No, justo Hoseok y Jungkook llegaron.

— Que alivio— suspiró y luego me sonrió. Yo le acaricié la mejilla, haciendo que se sonroje.

Escuchamos pasos detrás nuestro, por lo que me volteé, viendo como Hoseok nos miraba y luego pasaba por nuestro lado al bajar la escalera.

Jimin lo miró y luego me miró a mi.

Que noche tan larga... y aún no termina.

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